Uno de los pueblos y localidades que tenemos apuntado en nuestro listado de "Sitios para ver" de España que teníamos ganas de visitar, así que aprovechando que el benjamín de la casa estaba de viaje y que el mayor estaba muy ocupado, nos fuimos una servidora Dora, y su chico grande a descubrir Caracena, en Soria.
Tiramos hacia el norte a no más de 2 horas de Madrid buscando el fresco, pero la verdad es que el día fue muy caluroso, aunque en Los Viajes de Dora no le tenemos miedo ni al frío ni al calor, cualquier día es una perfecta ocasión para hacer turismo y viajar.
Aparcamos sin problemas en la Plaza Mayor, en donde se encuentra el rollo o picota. Funcionó como monumento conmemorativo de la autonomía administrativa de la villa, dependiendo primero directamente de la Corona y después bajo dominio señorial y como símbolo del poder jurídico, a modo de columna de castigo donde se exponía a los malhechores a la vergüenza pública. Presenta una plataforma cilíndrica escalonada, fuste listo y capitel historiado con cabezas humanas y de carneros, junto con la fecha de su construcción (1538).
En primer lugar nos acercamos a la Iglesia de Santa María, antes de ir al castillo, que por desgracia estaba cerrada. Según un cartel en las inmediaciones, está siendo restaurada para su visita pero la dueña del único bar de Caracena no parecía muy segura de que se fuera a abrir en algún momento, tan solo cuando la iniciativa de Castilla y León de apertura de monumentos empiece a partir del 18 de julio más o menos.
La iglesia muestra la planta clásica del románico soriano: ábside semicircular con bóveda de horno, tramo presbiterial recto y nave única. Cuando se levanta el tiemplo en el siglo XII se adosa a una torre de construcción anterior, situada al oeste, de carácter defensivo. Actualmente es el campanario de la iglesia. El edificio posee dos portadas, una al Sur con arquivoltas y la portada del Norte, actualmente cegada que da al cementerio. Ambas muestran una decoración geométrica.
- junio 29, 2019
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