Blog Los viajes de Dora Bienvenue á Disneyland Paris - Día 3 ~ LOS VIAJES DE DORA
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Bienvenue á Disneyland Paris - Día 3

Nos levantamos con mucha ilusión y preparamos un desayuno copioso en la habitación del hotel preparándonos para un día completo en Disneyland Park. 

Llegamos en unos diez minutos desde el hotel y directos al parking Winnie. Antes de entrar en el parque, la foto de rigor delante del hotel Disneyland. 


Aunque hemos llegado justito a las Extra Magic Hours, lo primero que hacemos al entrar (siempre por un lateral que hay menos gente) es disfrutar de la nueva decoración de primavera haciéndonos unas cuantas fotos. 

     

Llegando a Central Plaza, vemos que está Donald en su photolocation, así que pedimos hora para más tarde. Me encantan los nuevos topiarios primaverales de la plaza y ya podemos ver algunos de los decorados de la nueva temporada de Princesas y Piratas en las farolas. 






Directos a Fantasyland para pedir hora con las princesas. Está Aurora y aunque no es una de nuestras favoritas decidimos pedir hora. Mientras esperamos a fotografiarnos con Donald, vamos a It's small world, un clásico ya de nuestros viajes y después a los Minicuentos y al tren de Casey. 




Hora de saludar a Donald. Qué simpático. 


Parece que hoy va a ser un día muy productivo en hacernos fotos con los personajes, porque cuando volvemos a Fantasyland nos encontramos con Winnie e Igor, vamos a darles un fuerte abrazo. 


Y también nos encontramos con la Reina de Corazones y el Conejo de Alicia. Menos mal que esta vez la primera no es tan reacia a fotografiarse con nosotros como hizo años atrás, jejeje



Mientras esperamos a que se dé la hora para ver a Aurora, vamos a hacer una visita al anfitrión del parque, no olvidemos que todo empezó con un ratón: nuestro querido Mickey.


Y justo cuando ya nos dirigíamos al pabellón de las princesas, vemos con alegría a un personaje que raramente habíamos visto por el parque: Alicia y el Sombrerero Loco. Muy agradables y simpáticos, y Alicia, guapísima. Ver como una niña pequeña abraza a Alicia como si fuera su heroína, totalmente convencida de que es de verdad, nos hace recordar a todas aquellos progenitores que se resisten a llevar a sus hijos o hijas a Disneyland París. 


Hay que hacer encaje de bolillos para poder ver los espectáculos, hacerse fotos con los personajes y montar en las atracciones. Pero con algo de esfuerzo y organización, se consigue todo. Venga vamos a comer en el Bella Notte que en nada empieza el espectáculo del teatro del castillo. Pero antes, vamos a visitar a Aurora a ver si nuestro pequeño príncipe consigue conquistarla también, jejejeje



Volvemos al Castillo y en esta ocasión decidimos subir a ver las vidrieras, aparte de perdernos por las tiendas. No se nos olvide pedir un deseo en el pozo de los deseos: ¿qué tal volver pronto a Disneyland París?

     


Vamos a disfrutar del espectáculo. Qué bonito y qué de personajes aparecen. Realmente los de Disney saben hacerte disfrutar con sus bailes y canciones. 

     




     

     

Son más de las tres de la tarde y los chicos empiezan a impacientarse, ¿para cuándo empezamos a montar en alguna atracción fuerte? Venga, vamos a Frontierland que la BBT nos espera. 





Y de Frontierland a Adventureland, a los valientes les espera Indiana Jones y a todos Piratas del Caribe. Una pena que el puente colgante estuviera de obras. 


     


Se va acercando la hora de la Parade, así que nos ponemos en marcha hacia Main Street, un paseo por las tiendas de shopping y nos ubicamos para ver la cabalgata. Cuanto más la veo, más me gusta, aunque la música no acaba de llenarme. 



Tenemos toda la tarde por delante ahora, así que aprovechamos para montar en casi todas las atracciones de Fantasyland y terminamos el día por Discoveryland ya que cenamos en Videopolis tranquilamente nuestros bocatas montando en Buzz y en Autopia. 



Y con una hora más o menos, nos ubicamos en Central Plaza para ver Disney Illuminations. Sin palabras.


     

Con una enorme sonrisa y con el corazón lleno de magia, nos fuimos a dormir. Al día siguiente nos tocaba otra mañana de diversión en el parque y por la tarde, un paseo por París. 

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