Hotel Somnifabrik en Valderrobres

Para nuestra reciente escapada a la comarca de Matarraña, elegimos el hotel Somnifabrik para pernoctar.

Situado a escasos kilómetros de Valderrobres, el hotel se encuentra en plena naturaleza en una fábrica de papel del siglo XVIII rehabilitada. 

Hotel Somnifabrik

No fue difícil encontrar el hotel aunque llegamos de noche. Desde la A-2412 encontrarás un desvío señalizado y ya sigues en camino que se encuentra en buen estado hasta el mismo. 

En el exterior, el hotel ofrece piscina de temporada, amplios jardines y gimnasio.

 

Piscina del hotel Somnifabrik

  

Por dentro el hotel es una maravilla, la rehabilitación ha sido hecha con muy buen gusto aunando a la perfección los restos de la fábrica con la modernidad. 

 

  

De igual modo, la habitación Junior Suite del Buitre Leonado en la que estuvimos hospedados era un claro ejemplo de esa manera tan elegante de mantener y reutilizar los materiales de la fábrica junto con todo tipo de comodidades modernas. 

  

  

Echamos en falta una nevera en la habitación para la categoría del hotel, pero evidentemente ya sabíamos que no había. 

El desayuno no era buffet, pero como si lo fuera. Muy amplio y servido con mucha elegancia. 

  

Constaba de una amplia tabla para dos personas con zumo de naranja recién exprimido (que podías repetir) y café o té. Frutas, quesos y embutido (que variaron en los dos días que estuvimos), pan para tostada de tomate y aceite, diferentes productos dulces, mermelada de distintos sabores y muesli para echar en el yogur griego casero. También te ofrecían huevos fritos, en tortilla o revueltos si querías. Todo un manjar, tanto por la presentación como por la calidad de los productos. 

Desayuno del hotel Somnifabrik

Lo que más nos gustó del hotel fue que era Only Adults (a pesar de tener dos hijos, nos ha llegado el momento de disfrutar del silencio) así que no tuvimos ningún problema de ruidos por las noches, su ubicación (rodeado de naturaleza pero muy cerca de Valderrobres) y su desayuno espectacular. Lo que menos nos gustó es que no tenía piscina interior pero sí spa para parejas y la posibilidad de reservar masajes (todo a un precio algo alto). Es un hotel para descansar y reconectar con tu pareja.