Blog Los viajes de Dora Fin de semana playero en Valencia ~ LOS VIAJES DE DORA
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Fin de semana playero en Valencia

Y llegó el fin de semana playero que empieza a convertirse en un clásico para los 7 fantásticos. Una manera de desconectar del duro año escolar para nuestros chicos y una forma de recargar pilas para los que aún les quedan un mes para las ansiadas vacaciones de Agosto. 

El destino de playa Valencia, a unas 3 horas y media de casa. Salimos nada más comer con algo de atasco tanto a la salida de Madrid como a la entrada en Valencia. Pero por fin llegamos al hotel Albufera en Alfafar. Hacemos el check-in sin ningún problema. Planta 10, bien arriba. 


Los chicos quieren probar la piscina, así que nada más llegar a la habitación, se preparan para darse un baño. 



Pero toca ya volver a la habitación. El hambre empieza a aparecer y tenemos que aprovechar que hemos reservado media pensión. Tenéis todas las fotos y la información de lo que había para cenar. La verdad es que todo riquísimo y variedad. Vamos que en tu casa no comes tanto ni de broma. El peque encantado con su arroz blanco. 



Como estábamos cansados del día de trabajo y del viaje, decidimos dar una vuelta por los alrededores del hotel, por el centro comercial MN4 que se encontraba al lado, y así de paso bajar un poco la cena. 





A dormir que teníamos un día largo por delante. 

Nos levantamos temprano, pero sin exagerar que estamos de vacaciones. Bajamos a desayunar y nos pasamos más de media hora probando de todo. Menos mal que sabíamos que luego íbamos a quemar todas las calorías, jeje





¿Se puede ser más guapo? Definitivamente NO. 

Nuestro destino Bocairent, un pueblo de Valencia que está en la lista de los pueblos más bonitos de esa comunidad. Al final decidimos dar un paseo por Bocairent, en vez de visitar alguno de los monasterios de la ruta de Valencia, porque al ser visita guiada, teníamos que llegar a una hora determinada y entre tanto desayunar, se nos había hecho un poco tarde. 

Aparcamos sin problema pero sin meternos en el casco histórico y nos dirigimos a la Plaza del Ayuntamiento. 



     


En la Oficina de Turismo nos informan de cómo visitar los diferentes monumentos de la localidad, en especial las famosas Covetes de los Moros y los precios. Hay un bono de 5 euros para 5 visitas, que puedes utilizar como quieras. Al final solo dos valientes se atreven con las Covetes, así que compramos dos bonos, porque luego los 7 sí accedimos a la Cava de Sant Blai, un nevero que se utilizaba antaño para mantener frescos los alimentos. 

Así que nos dirigimos a la Ruta de las Covetes. 








Agradecer a la persona de taquilla toda la información sobre las cuevas y su interés en que visitáramos las cuevas. Sin duda, fue una experiencia para los dos valientes del grupo aunque alguno tenga todavía agujetas. Nada fácil el recorrido, teniendo que ir parte del mismo prácticamente arrastrándose y además había que pasar por agujeros estrechos para subir de un nivel a otro. Os dejo alguna foto y ya dedicaré una entrada independiente a las cuevas. 



     

     


Un aplauso por esos dos valientes 👏👏👏👏


     

Todos juntos de nuevo, entramos en el nevero. Qué fresquito, qué a gusto se estaba después del calor que estábamos pasando.





El tiempo se nos estaba echando encima, así que nos fuimos deprisa a ver la iglesia de Bocairent pues cerraban en nada. Y desde allí, un corto paseo por el centro histórico, una pena no haber contado con más tiempo para recorrer esas calles empinadas y estrechas pero teníamos hora de reserva en El Palmar para comer un riquísimo arroz. 






     


El restaurante elegido en El Palmar fue el Sequer de Tonica. Tenéis una entrada especial para él y de nuevo desde este blog os lo recomendamos. Riquísimo el arroz, tanto el a banda como el caldoso que comimos. 




Con la tripa bien llena, muy llena diría yo, nos fuimos a la playa. Elegimos la del Perellonet porque queríamos una playa sin mucha ocupación y con facilidad para aparcar, no en una localidad. Y la verdad es que la elección fue muy acertada. Playa tranquila, agua caliente, no mucha gente, perfecto para descansar y reposar el arroz, jejeje



Vuelta al hotel, ducha, y cena. No me extraña que volviéramos con algún gramo de más. Qué rico todo. 


Y para rematar el día, y ya que estábamos en Valencia, nos acercamos a La Alboraya para, como debe de ser, tomar una auténtica horchata de chufa con un farton. Estaba riquísima. 





Un día bien aprovechado, exquisita comida, buena compañía, turismo, cuevas, y una horchata de despedida. No se puede pedir más. Al hotel a descansar que aún nos quedan unas horas del domingo para seguir aprovechando el fin de semana. 

Y así llegamos al último día del fin de semana playero. Después de desayunar copiosamente de nuevo, hacer el check-out, nos pusimos en marcha a Requena, localidad que es conocida por sus bodegas subterráneas. Aparcamos sin problema al ser domingo en la Avenida del Arrabal y desde allí, después de pedir información en la Oficina de Turismo, dimos un paseo por toda el casco histórico, visitando la Iglesia del Salvador y la de San Nicolás. 



     








     

     

Y por último entramos en las bodegas, muy recomendables, nos gustaron mucho. Te dan un audioguía para que puedas hacer la visita libre a tu aire y al mismo tiempo puedas informarte de lo que estás viendo.









No queríamos volver muy tarde a Madrid por el posible atasco y porque al día siguiente, lunes, había que madrugar, así que tomamos un bocadillo y un helado para refrescarnos en un bar y vuelta a casa. Objetivo cumplido: pilas recargadas hasta nuestro próximo viaje por Europa. 

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