Hotel Jerez & Spa en Jerez de la Frontera

Para nuestra escapada en el Puente del Pilar elegimos el sur buscando buena temperatura, e incluso la posibilidad de acercarnos a la playa y por supuesto en esta ocasión esta escapada tenía un porqué especial: una quedada con un matrimonio gaditano del que somos amigos desde hace muchos años pero que aún no habíamos tenido la oportunidad de conocernos en persona y otro matrimonio sevillano con el que llevábamos más de 10 años sin ver. 

Por ellos decidimos alojarnos en un principio en Cádiz capital incluso por poder trasladarnos en tren pero al ser unas fechas señaladas, los precios de los hoteles de la capital estaban por encima de nuestro presupuesto, así que cambiamos los planes y decidimos alojarnos en Jerez de la Frontera y así de paso visitar esta localidad. 

El hotel elegido: Hotel Jerez & Spa situado en la avenida Alcalde Álvaro Domecq, una zona tranquila para así poder descansar, a unos 3 kilómetros del centro de Jerez. Nos aconsejaron en el hotel que si queríamos acercarnos al centro, pidiéramos un taxi ya que solo nos costaría 5 euros, una pena no haberlo sabido antes porque antes de hacer el check-in, aparcamos en el parking de la Plaza del Mamelón justo a la entrada del centro de la ciudad y por cada hora te cobraban más de 2 euros con lo que la broma nos salió por cerca de 15 euros. Así que os aconsejamos que aparquéis en el hotel y después vayáis al centro en taxi. 

Dentro del precio del hotel estaba incluido el acceso a la piscina exterior (que estaba abierto para estas fechas de Octubre pero que no tuvimos tiempo de disfrutar de ella), el parking (buena zona de aparcamiento, amplia y en superficie), y una copa de bienvenida en el hotel (un vino de la tierra). Lo único que es de pago es el spa (12 euros por persona), algo que nos disgustó ya que por más que miramos la página web propia del hotel, no encontramos que fuera de pago, sin embargo en booking, sí que especifica que hay que pagar. 

El hotel pertenece a la cadena de Hoteles con encanto y nos dimos cuenta de que hace tiempo debía de tener cinco estrellas porque en algunos carteles se veía la quinta estrella borrada. Ahora mismo el hotel es de cuatro estrellas y a pesar de que se pueden poner pegas (ya que seguimos confirmando que la hostelería ha bajado desde el Covid la calidad de su oferta), la estancia fue agradable y tranquila (qué importante es para nosotros poder descansar por la noche). 

Como zonas comunes, la piscina exterior, recepción, unos salones, el gimnasio y el spa (a los que no accedimos), el comedor para el desayuno y el parking. Además dispone de un restaurante con unos precios algo excesivos con terraza. 

La habitación en la que estuvimos alojados, una estándar  con dos camas individuales. Tamaño de unos 20 metros cuadrados con televisión plana, aseo completo con ducha, amenities, armario amplio, aire acondicionado, y terraza. Sin ser excesivamente grande, la habitación cumplió nuestras expectativas. Disponen también de otro tipo de habitaciones con el spa incluido en el precio como doble con vista a la piscina o doble superior. También hay oferta de habitaciones triples y familiares. 

 

El régimen fue de alojamiento y desayuno. El desayuno se sirve en el comedor a partir de las 7 y media excepto los fines de semana que empieza a las 8, hasta las 11. Una gran franja horaria para así evitar aglomeraciones. Nosotros siempre bajamos a primera hora así que no tuvimos ningún problema en ese sentido. 

Comedor amplio con bastantes mesas. Atención correcta. 

El desayuno bastante completo con amplia oferta de platos fríos y calientes. Entre los platos calientes teníamos huevos fritos, tortilla de patatas (de lo mejor del buffet), bacon, salchichas y huevos revueltos. 

Dentro de los platos fríos, embutidos de todo tipo y frutas. A destacar los vasitos con tomate para el clásico mollete con aceite y tomate típico de Andalucía. 

También había distintos tipos de bollería (aunque un poco dura ya que la conservaban en una cámara frigorífica), unos croissant con jamón york, cereales, pan para tostadas de diferente tipo, yogures, 

Para beber había máquina de zumos, de café (no especialmente rico), para echarte leche fría o caliente, y batidos así como diferentes tipos de té. 

El desayuno en general correcto con gran variedad pero sin destacar en algún extra que pudiera considerarlo excelente. Y el café bastante malo, con lo importante que es cada vez que o bien te sirvan el café de máquina como nos ocurrió en Turín o bien como en Bilbao tengan una nespresso para conseguir un café de calidad. 

El hotel en líneas generales no nos defraudó aunque echamos en falta algo que le hiciera destacar y que le diera una impronta personal. El precio por tres noches en AD: unos 380 euros con parking incluido y copa de bienvenida. Precio aceptable teniendo en cuenta las fechas de puente.