Blog Los viajes de Dora ALEJADOS DE LA PANDEMIA EN FUERTEVENTURA - DÍA 3 ~ LOS VIAJES DE DORA
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ALEJADOS DE LA PANDEMIA EN FUERTEVENTURA - DÍA 3

24 de diciembre. Nochebuena. Cena especial en el hotel que esperábamos con mucha ilusión y la verdad es que nos sorprendió muy gratamente. 

Mientras tanto, aún teníamos una mañana y una tarde para seguir disfrutando de Fuerteventura. Primeramente, pasamos la mañana en el hotel. Los chicos se animaron de nuevo a jugar al tiro con arco, ya que les había dejado muy buen sabor de boca. Y una servidora se dedicó a ir al gimnasio, dar una vuelta por el hotel y por la playa. Mi idea era acercarme a la playa de Esquinzo por la arena pero no caí en la cuenta de que con la marea alta, no había mucha arena y la verdad es que me dio un poco de miedo ir por las rocas pero pude disfrutar de unas preciosas vistas y sobre todo del silencio y de la tranquilidad. 




Desde la playa, os deseé a todos Feliz Navidad. 


Estuvimos también un rato en la piscina pero el día se había levantado con viento y a pesar de que hacía sol, la sensación térmica no era muy aceptable para meterse en el agua. No era necesario recordar que estábamos a 24 de diciembre. 

Después de una comida copiosa. Qué bien se comía en el hotel, cogimos el coche porque habíamos planificado una visita a las cuevas de Ajuy. De camino paramos en el Mirador astronómico de Sisacumbre situado en Pájara, excelente punto de observación del cielo. Dispone de indicaciones sobre la localización de las constelaciones de estrellas, un reloj solar y otro vertical. Lógicamente a la hora que fuimos muchas estrellas no vimos pero el paisaje y esa sensación de absoluta tranquilidad nos envolvió y nos hizo olvidar durante unos minutos la terrible pandemia que estamos viviendo. 








Hasta un cuervo se acercó al coche a darnos las buenas tardes. 


En una media hora más o menos, llegamos a la localidad de Ajuy en donde se encuentran sus famosas cuevas. Con más de 100 siglos, las cuevas de Ajuy son las formaciones rocosas más antiguas de las islas Canarias. Primero hay que dirigirse a la playa y desde allí un sendero perfectamente indicado te llevará a las cuevas. De camino pasarás por unos antiguos hornos de cal y disfrutarás de las vistas de las formaciones rocosas, de los acantilados y de la inmensidad del mar. 

Llegamos sin problemas a las cuevas aunque el sendero de bajada está un poco empinado y además como había fuerte oleaje las escaleras estaban mojadas. De hecho no pudimos adentrarnos nada en las mismas puesto que había agua en el suelo y no íbamos preparados para meternos en el agua. Pero, desde estas líneas y este humilde blog os recomendamos su visita, eso sí, comprobad que la marea esté baja en ese momento porque con marea alta, las cuevas están completamente inundadas. Disfrutad de las imágenes. 



















A la vuelta nos encontramos con una ardilla morisca. Muy graciosa pero al parecer peligrosa para los cultivos y porque puede transmitir enfermedades. 


Volvimos más pronto que el día anterior al hotel y descansamos un rato y nos preparamos para ir a cenar. La verdad es que no habíamos llevado ropa de fiesta y nos dio la sensación de desentonar un poco en la cena porque sobre todo los extranjeros habían desempolvado sus mejores galas. 

A la entrada nos dieron un cóctel y si querías te hacían una foto que evidentemente tenías que pagar. La cena espectacular y los postres impresionantes. Os dejo algunas fotos de lo que cenamos. 









Como era Nochebuena pero hacía algo de fresco para tomarnos algo en el exterior, decidimos ir al edificio principal y mientras jugábamos al billar (que fue otra de las actividades familiares a las que nos enganchamos), nos tomamos un cóctel para celebrar la noche especial en familia. 



Hora de ir a dormir. Aún nos quedaban un par de días completos para disfrutar de la naturaleza y del buen tiempo en Fuerteventura. 

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