Blog Los viajes de Dora Hotel Envía Almería en Almería ~ LOS VIAJES DE DORA
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Hotel Envía Almería en Almería

Semana Santa 2023. Tenemos solo la posibilidad de salir los cuatro días de vacaciones del Jueves al Domingo Santo, así que valoramos determinadas opciones y ya que presumiblemente el tiempo nos va a acompañar, decidimos dirigirnos a Andalucía y en concreto Almería para visitar la zona del Cabo de Gata, siguiendo las indicaciones de unos amigos. Somos conscientes de que no disponemos de mucho tiempo y de que además el hotel elegido tiene muchas opciones de ocio (piscina exterior e interior, gimnasio, spa...) por lo que decidimos tomarnos los días con tranquilidad y dedicarnos a visitar alguna de las playas de Almería pero al mismo tiempo, poder pasar un rato en el hotel disfrutando de sus instalaciones. 

Igualmente, tomamos la decisión de coger MP para poder cenar en el hotel de nuevo con tranquilidad. Todas estas premisas nos llevan a reservar 3 noches en el hotel de cinco estrellas Hotel Envía Almería situado en el Valle de la Envía a unos 15 kilómetros de la capital, la misma distancia a la que se encuentra de la playa de Aguadulce,  unos kilómetros de la playa de Roquetas de Mar. 

No tuvimos ningún problema en localizar el hotel y afortunadamente todos los días encontrábamos aparcamiento en las cercanías del mismo. El hotel también dispone de aparcamiento de pago interior pero en ningún momento lo necesitamos. 







La zona de recepción es muy amplia y bastante lujosa con una barra y sillones para sentarte (de hecho dos noches hubo un espectáculo de música). Todo muy amplio y lujoso. A la llegada, no tuvimos ningún problema con el check-in y tampoco con el check-out. Pero sí que habíamos tenido una situación embarazosa antes de llegar al hotel, ya que cuando hicimos la reserva en su página web, se indicaba que la piscina exterior iba a estar abierta durante nuestra estancia, pero una semana antes, cambiaron la información y aparecía un mensaje donde se indicaba que no estaría abierta, así que mandamos un e-mail a recepción y nos indicaron que ya que debido a ese cambio, nos iban a hacer un upgrade y posteriormente unos días antes, nos respondieron que habían decidido abrirla y que por lo tanto no había upgrade. Cuando hicimos el check-in, nos comentaron que si habíamos leído el mensaje (supongo que para que no pidiéramos el upgrade), en ese momento nos pareció que el hotel no estaba siendo sinceros porque si desde un principio hubiéramos sabido que no iban a abrir la piscina exterior, con casi toda seguridad no hubiéramos reservado ese hotel. 

Otra de las cosas que no nos gustaron fueron los horarios tanto de la piscina exterior (que cerraba a las 6 y media y la verdad es que aunque a esa hora empezaba ya a bajar las temperaturas, todavía podrías pasar al menos una hora más tumbada en las hamacas, aunque es verdad que no hubo posibilidad de meternos en el agua de la piscina exterior porque el agua estaba bastante fría) ni los horarios del gimnasio que también cerraba a las 6 y media tanto el Jueves como el Viernes Santo y a las 7 y media el sábado (un horario bastante corto teniendo en cuenta que abrían a las 10 de la mañana) y además no había clases (nos resultó curioso que sin embargo en otras fechas el horario era más amplio cuando en realidad los precios en Semana Santa estaban mucho más elevados que en otras fechas). 

Pero sigamos con la explicación de las instalaciones del hotel. De hecho, os dejamos algunas fotos del hall y de los salones. 







Con respecto al resto de las instalaciones, pasamos a hablar de la piscina exterior. Bastante grande aunque supongo que sabiendo que no íbamos a usarla por las temperaturas nocturnas, el agua no estaba limpia del todo. Zona de hamacas bastante amplia destacando las camas balinesas, pero con el hotel lleno en verano, veo complicado conseguir alguna hamaca libre. Al hacer el check-in, te daban una tarjeta que servía para conseguir dos toallas gratis, al devolver las toallas el último día, te devolvían la tarjeta, si perdías las toallas, tenías que pagar 20 euros por cada una. 






La piscina interior tenía un horario más amplio, afortunadamente. De hecho cerraba a las 10 de la noche y a pesar de que como he dicho en la piscina exterior no se podía uno bañar por lo frío del agua, no había problemas de abarrotamiento en la piscina interior; pero por desgracia, hubo un par de situaciones que no nos gustaron: en primer lugar, la escasez de hamacas, de hecho las veces que fuimos tuvimos que dejar nuestras toallas en el suelo en una esquina del recinto, algo impensable para un hotel de 5 estrellas y en segundo lugar, la ausencia de socorrista teniendo en cuenta que había zonas de la piscina que cubría, de hecho fuimos testigos de una situación de peligro que afortunadamente y gracias a la ayuda de un caballero, no llegó a más. 


Otra de las instalaciones del hotel es el gimnasio, el cual de nuevo tenía un horario muy reducido y además no había casi ninguna clase dirigida (de nuevo algo incomprensible si pensamos que por ser Semana Santa los precios del hotel eran superiores a otras fechas). Aún así, sí que aprovechamos esa instalación un par de días y es obligatorio decir que posiblemente sea uno de los gimnasios de hotel con más máquinas y más grande de todos en los que hemos estado, incluso mejor que algunos gimnasios de pago. Se encontraba en un edificio anexo al hotel. Para las taquillas necesitabas un candado. 





El hotel también dispone de spa aunque en recepción nos dijeron que no exactamente forma parte del hotel. Al haber reservado más de dos noches, teníamos acceso gratuito al circuito de dos horas de la piscina dinámica (con chorros), jacuzzi, duchas, sauna, y todas las instalaciones del spa a excepción lógicamente de los tratamientos y de los masajes que son de pago. Nos gustó bastante la experiencia y pasamos un rato divertido y para ser un spa de hotel, está bastante bien surtido. Se encuentra también en otro edificio anexo al hotel. No se pueden utilizar las toallas de la piscina pero igualmente te dan unas toallas dejando una cantidad de 10 euros por toalla que te devuelven cuando terminas la sesión. 




No pudimos hacer foto del interior porque lógicamente no se puede, y además tienes que dejar todo a excepción de las zapatillas y la toalla en las taquillas. 

Por último, el hotel también tenía un campo de golf que costaba y nosotros no hicimos uso de él pero sí que nos acercamos un día a hacer alguna foto. 





Sigamos ahora con las habitaciones. Teníamos reservadas tres habitaciones dobles estándar. Estaban situadas en la tercera planta dando al paso del aparcamiento que además al ser de pavés y tener algunas teselas rotas nos dificultaba a veces el descanso sobre todo si llegaba un coche a altas horas de la noche (y eso que habíamos pedido habitaciones tranquilas); desconocemos si nos podrían haber situado en un piso superior o el problema era que las habitaciones junior estaban situados en esos pisos. Pedimos cambiarnos de habitación por el ruido pero nos dijeron que la única opción que había era una habitación de esquina de peor calidad, así que no lo hicimos. 

Lo mejor de la habitación: la amplitud tanto de la misma como de las camas. Dos camas de 1,35 más una zona de descanso con una mesa de escritorio y dos sillones. También había un armario bastante amplio con plancha y tabla así como televisión y una pequeña nevera (había dentro dos botellas de agua de cortesía del hotel). Tenían la opción de pedir con un plus de 10 euros (el más económico) algunas bebidas pero al final no lo hicimos aunque no nos pareció caro pero las botellas eran de cristal así que no vimos la conveniencia de poder llevárnoslas de viaje. 

El cuarto de baño también era bastante amplio con cuatro zonas: por un lado el lavabo con bastante encimera, una bañera tipo jacuzzi, el inodoro y el bidé separado del resto por una puerta y la ducha. 











La habitación es de lo que más nos gustó del hotel si no llegar a ser por su ubicación y su falta de silencio. Una pena. 

Por último, paso hablar del desayuno y de la cena. El restaurante estaba ubicado en la misma planta que recepción que era la planta segunda en realidad. Bastante amplio, las bebidas no estaban incluidas en la MP. 



El desayuno estaba distribuido por zonas. En primer lugar la zona de la ensalada y de la fruta. Posteriormente los embutidos. Y a continuación la repostería y la zona de platos calientes (tomate, champiñones, huevos fritos, huevos revueltos, bacon y salchichas). Después las máquinas de café y de zumo (tanto el café como el zumo no eran de muy buena calidad para ser un hotel de 5 estrellas). También había una zona de diferentes tipos de leches, junto a los cereales, los yogures y el pan para hacerte unas tostadas (insuficientes el número de tostadores). 











También había una zona de show-cooking donde te preparaban crepes, pancakes y tortillas a la francesa con diferentes ingredientes. En esta zona se formaban a veces algunas colas (algo de nuevo incompatible con un hotel de 5 estrellas). 


A pesar de esos detalles que podrían mejorarse, el desayuno estaba correcto, nunca tuvimos grandes problemas de colas ni de falta de sitio aunque bajábamos a desayunar a las 9 y cuando ya terminábamos sí que había cola incluso para entrar. 

Sin embargo, las cenas nos resultaron algo deficientes no por la comida en sí sino por la falta de variedad. 

En primer lugar, la zona de las ensaladas con diferentes tipos de lechugas y verduras. 


Posteriormente la zona de ensaladas varias así como embutido. 



Después la zona de paella. Hubo paella la primera noche y luego fideuá. El primer día no pudimos probar la paella porque se acabó y tardaron más de 15 minutos en reponerla (y eso que sí que estaba preparada en cocina, desconocemos por qué). 



A continuación, la zona de platos calientes. Siempre había algo de pasta, más pescado en salsa, carne en salsa y diferentes tipos de verduras. 



También había una zona de show-cooking. Todos los días tenían dos/tres tipos de pescado y dos de carne para hacer a la plancha. También nos resultó curioso que el primer día se acabaron los filetes de pollo y eso que íbamos a cenar pronto. También había una olla grande con un plato de cuchara que normalmente era una crema o una sopa. 


La zona más amplia la de los postres. Diferentes tipos de tartas, yogur, natillas, crema catalana, fruta... para todos los gustos y también helado. 






Echamos en falta una zona para niños con arroz blanco o pasta con tomate, o nuggets y por supuesto pizza. Y sobre todo lo que menos nos gustó fue la tardanza en reponer la comida una vez que se acababa. La cena mejorable. 

En general y como conclusión, podemos afirmar que el hotel está sobrevalorado. Supongo que las 5 estrellas corresponden a las instalaciones como el gimnasio, el campo de golf o el spa porque en algunas cosas el hotel mostraba algunas deficiencias sobre todo por el corto horario de las mismas, en las habitaciones había algunos desperfectos y la cena no estaba a la altura de un hotel de 5 estrellas. Le sobra una estrella sin duda. También hay que tener en cuenta la relación calidad-precio, ya que el hotel nos costó cada habitación tres noches unos 450 euros, es decir, a 150 la noche con MP, un precio bastante ajustado para ser Semana Santa. Ya íbamos convencidos de que el hotel no iba a ser realmente un hotel de 5 estrellas puesto que ya habíamos leído opiniones negativas al respecto en internet. 

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