Visita a Brihuega (Guadalajara)

Hacía ya tiempo que nos apetecía hacer la excursión a los campos de lavanda de Brihuega en Guadalajara a escasos 100 kilómetros de Madrid. A pesar de que todo el mundo por internet aconseja visitar los campos a partir de las 19:00 horas para así poder verlos con el atardecer lo cual intensifica su color, nosotros hicimos lo contrario, fuimos a visitar los campos sobre las 4 de la tarde y luego ya nos dedicamos a dar una vuelta por la localidad. Nos temíamos que aunque evidentemente las vistas fueran más espectaculares, hubiera mucho más gente ya que como luego pudimos constatar, había muchísimos turistas por toda Brihuega. 

Se pueden ver dos áreas de campos de lavanda. En primer lugar los llamados campos de arriba que se encuentran en dirección a la localidad de Villanueva de Tajuña, no tiene pérdida, según vas llegando a Brihuega encontraremos el desvío a esta localidad y luego ya una señal que te indicará "Campos de lavanda" y en unos kilómetros empezarás a ver los campos y llegarás a un enorme parking para dejar el coche. 

Como podéis ver a esa hora había pocos coches en el parking, pero poco a poco fueron viniendo más pero vamos que el parking es inmenso con lo que no hay problema de aparcamiento. 

Cruzas la carretera y ya es momento de disfrutar del paisaje. En estos campos la lavanda está más separada y en el primer fin de semana de julio, que es cuando fuimos, las hierbas no han crecido tanto como en el campo de abajo. Aún así las vistas son impresionantes. Si eres valiente, no hay problema en pasear entre la lavanda disfrutando del paisaje, del olor, del color y del zumbido de las abejas (las cuales por cierto no te hacen nada mientras que no las ataques). 

Volvimos a coger el coche para acercarnos al otro campo de lavanda, situado entre las localidades de Malacuera  y Olmeda del Extremo por la GU-925 y a unos 8 kilómetros llegarás a los campos de abajo de lavanda. No te preocupes si crees que te has confundido porque no los ves, a tu izquierda llegarás a un pequeño aparcamiento (mucho más pequeño que el anterior), no tiene pérdida. En estos campos es donde el segundo fin de semana de julio se celebra Festival de la Lavanda de Brihuega. 

Como podéis ver en las fotos, sobre todo esta último, la separación entre los matorrales era menor que en el campo de arriba y además eran más altos así que a pesar del zumbido de las abejas, la experiencia de pasear por entre los campos es aún más placentera. En internet habíamos leído que te cobraban dos euros por aparcar (para los dos campos) y de hecho había una caseta en ambos pero supongo que por la hora, no había nadie así que pudimos verlos gratis. 

Una vez conseguido nuestro objetivo principal, nos acercamos ya a la localidad de Brihuega a dar un paseo por la misma. Nos costó mucho aparcar porque había muchísima gente disfrutando del mercadillo, y esperando a la visita guiada a los campos de la que tienes toda la información en la página web oficial de Turismo de Brihuega. El precio 3 euros con visitas a las 19:00 horas y a las 20:30. 

Empezamos la visita a Brihuega por la iglesia de San Miguel, que está desacralizada por lo que había una barra para servir bebidas y algunos puestos artesanales en su interior. Posee una interesante portada románica de transición al gótico y fue construida en la primera mitad del siglo XIII. En su interior podemos observar tres naves con la central más alta. En en el momento en el que visitamos la iglesia, habían colocado una barra para tomar algo por la Fiesta de la Lavanda y también algunos puestos para comprar recuerdos como los que luego había por todo el pueblo. 

Nuestro siguiente punto en el mapa fue la Iglesia de San Felipe. De camino pasamos por el Convento de las Jerónimas de principios del siglo XVI que no tiene horario de visita. 

La iglesia de San Felipe fue construida en el primer cuarto del siglo XII. Su interior consta de tres naves, la central más alta, separadas entre sí por cinco arcos sostenidos por esbeltas columnas con extraordinarios capiteles florales. La torre es octogonal y no está totalmente unida al templo. 

La iglesia ha sido remodelada en varias ocasiones. Después de que en 1943 se derrumbara la techumbre, la Dirección General de Bellas Artes llevó a cabo una reconstrucción del templo que fue reinaugurado en 1968. 

Después de visitar la iglesia, nos acercamos a la Real Fábrica de Paños que estaba cerrada en obras para remodelarla y convertirla en un hotel spa. 

A esta hora, el mercado y los puestos ya estaban abiertos así que volvimos a entrar en la villa por la Puerta de la Cadena. 

Dimos un agradable paseo por su calles principales hasta la Plaza del Coso disfrutando de los puestos y del olor a lavanda. En la Plaza de Herradores se encuentra la Fuente de los Doce Caños. 

Cada vez había más gente porque, como ya os hemos dicho, las visitas guiadas a los campos de lavanda son más tarde por el calor. 

La Plaza del Coso es la plaza mayor de la villa. Se encuentra presidida por el Ayuntamiento, remodelado e inaugurado en 1975. Aquí se encontraba antiguamente la cárcel municipal o Cárcel de Carlos III, que actualmente es la Oficina de Turismo. Frente al ayuntamiento se encuentra la entrada a las Cuevas Árabes, donde se pueden ver las grutas que surcan el subsuelo de Brihuega y que han sido utilizadas desde tiempos inmemoriales para conservar aceite, vino, aguardiente y todo tipo de alimentos. 

Salimos de nuevo del recinto amurallado por la Puerta de la Guía para visitar el Castillo de la Piedra Bermeja. Podéis adquirir entradas en este enlace. Un "must" en tu visita a Brihuega. 

El castillo de Brihuega fue construido por los árabes en el siglo X y XI. Estaba separado del resto de la población a través de un hondo foso que poco a poco se fue cubriendo y disponía de una muralla propia. 

Constaba de diferentes partes bien diferenciadas pero unificadas en un solo elemento. Carece de torre del homenaje. 

La parte más antigua es la central, con planta cuadrangular y un patio central rodeado de estancias de una única planta. En el costado norte, se edificó una nueva ala con dos pisos y múltiples salas vacías que culminan en la capilla del castillo a donde se accede por una puerta con arco apuntado y su bóveda es de medio punto. Cuatro ventanas de arco de medio punto iluminan su interior, en cuyos muros pueden contemplarse bellas pinturas mudéjares de color vivo. 

El castillo fue abandonado por los obispos desde el siglo XVI muy dañado por la Guerra de Sucesión en 1710. Entre los años 1832 y 1845 se destinó a cementerio municipal. En el año 2017 se ha ejecutado una importante rehabilitación de las salas nobles del mismo y se han puesto en valor diferentes motivos y decoraciones mudéjares. 

Por último, muy cerca del castillo, visitamos la Iglesia de Santa María de la Peña de los siglos XII y XII. En su exterior destaca la puerta principal con su atrio porticado así como el ábside de planta semicircular y con contrafuertes. Su interior consta de tres naves separadas por pilastras cuyos capiteles presentan escenas medievales, religiosas y mitológicas. 

Nuestra visita a Brihuega fue muy completa, no solamente disfrutamos de los famosos campos de lavanda, y del mercadillo sino también de su patrimonio artístico y monumental. Aprovechando que se acerca ya el mes de Julio, os aconsejamos que echéis un vistazo a la página oficial del Festival de la Lavanda para disfrutar de sus campos y de la villa.