Blog Los viajes de Dora Hotel Spa Vilavella ~ LOS VIAJES DE DORA
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Hotel Spa Vilavella

Fin de semana por tierras zamoranas, con un destino principal en mente: Puebla de Sanabria y su lago. Al hacer la reserva con poco tiempo de antelación, no pudimos encontrar alojamiento en el Parador de Puebla ni tampoco en algún hotel de la zona, así que reservamos habitación en el Hotel Spa Vilavella situado en la localidad del mismo nombre ya en la provincia de Orense a unos 25 minutos del Lago de Sanabria. 

Reservamos dos habitaciones pues en esta ocasión fuimos de viaje con mi hermano y mi cuñada. Al llegar ya por la tarde noche después de un paseo por Puebla de Sanabria y una contundente cena, hicimos el check-in sin problema, en recepción muy amables y serviciales, incluso nos acompañaron a las habitaciones porque el hotel tiene un diseño muy moderno y está formado por diversos edificios bajos unidos por pasarelas y rellanos. 















Como podéis ver en las fotos, en el edificio principal había diferentes salas con sillones y sofás para descansar. Una pena que al ir tan pocos días no pudimos disfrutar de algunos momentos de tranquilidad en ellos y tampoco llegamos a usar el spa ni el gimnasio. 


La habitación de matrimonio tenía dos camas (también puedes pedir cama grande), un mueble con cajones y con una nevera pequeña y lo que nos resultó más curioso, el cuarto de baño que estaba dividido en tres zonas, la bañera, la ducha y el lavabo y el wc separados. 









Nos dejaron dos botellas de agua en la nevera y dos rocas de chocolate que estaban riquísimas. 

La ducha quizás un poco pequeña pero la verdad es que el diseño nos resultó curioso. Por desgracia una de las características del hotel, tal y como se menciona en su página web es el uso de grandes ventanales en contraposición al hormigón, lo cual significó que a primera hora de la mañana en cuanto amanecía, la habitación se iluminaba como si hubiera entrado el sol en ella y se hacía difícil el seguir durmiendo. Además la primera noche no nos dimos cuenta de cerrar la puerta del cuarto de baño con lo que el extractor hacía un ruido molesto que también dificultó nuestro sueño. Afortunadamente había aire acondicionado aunque la temperatura no está controlada por el huésped, sí la velocidad. 

El desayuno fue correcto, sin grandes pretensiones. Bollos, cereales, pan para hacerse unas tostadas, embutido, tortilla, zumos, leche, café, fruta y poco más. Suficiente para no quedarte con hambre pero muy básico. 









Lo más positivo: la amabilidad del personal y la relación calidad precio, puesto que las dos noches con desayuno fueron menos de 200 euros por pareja. 

Lo más negativo: la luz en la habitación sobre todo si eres una maniaca de la oscuridad  y eres incapaz de dormir con luz y el ruido (que en realidad fue culpa nuestra por no caer en la cuenta de que teníamos que cerrar la puerta del cuarto del baño). El desayuno mejorable. 

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