Blog Los viajes de Dora Hotel Silken Indautxu en Bilbao ~ LOS VIAJES DE DORA
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Hotel Silken Indautxu en Bilbao

Aunque reconozco que nos encanta viajar por Europa, de vez en cuando y más viviendo en un sitio cálido en donde este año el calor no nos permite descansar bien, planificar un viaje al norte de España se está convirtiendo en un "must" para nosotros aunque solo sea por unos pocos días. Además en esta ocasión el viaje tenía otra razón de peso, quedar con unos amigos mágicos de Bilbao para hablar largo y tendido sobre nuestro siguiente destino y recoger la documentación para ese último viaje mágico del verano. 

En un principio reservamos en un hotel pero a última hora y como decidimos ampliar nuestra estancia una noche más, nos hospedamos en el Hotel Silken Indautxu en el barrio del mismo nombre, bastante céntrico que te permitirá visitar el Guggenheim o el estadio de San Mamés andando, aunque para nosotros ese no era nuestro plan ya que hemos estado en Bilbao en algunas ocasiones y ya hemos hecho alguna que otra visita turística a la ciudad que podéis leer en este post del blog y en este otro más reciente. 

La elección de este hotel fue más bien una cuestión económica y que nos permitía hacer una reserva sin cancelación (con todo lo que ello conlleva) a un precio inferior, de ahí que no pinchamos en el CLICK hasta una semana antes. Además estuvimos pendientes del tiempo porque aparte de ese plan inicial, nuestra intención era pasar algo de tiempo en las maravillosas playas del norte de España, sin medusas y con olas (como nos gustan en este blog). 

El hotel es bastante moderno y dispone de unas zonas comunes bastante amplias y luminosas, además de gimnasio (que era algo pequeño) y una terraza con un jardín (que al final no llegamos a utilizar pues llegábamos agotados al hotel después de todo el día de turismo). 













El hotel dispone de amplias zonas comunes con restaurante, bar (en donde servían hamburguesas, es decir más informal que el restaurante que tenía pinta de ser caro, si mal no recuerdo entre 30 y 35 euros por persona la comida o la cena) y terraza. 

Pasamos ahora a evaluar la habitación. Reservamos dos habitaciones dobles y pedimos que fueran tranquilas y a ser posible cercanas. Y efectivamente, estaban juntas y al final de un pasillo en la planta sexta con lo que no oíamos nada de ruido por la noche y afortunadamente el aire acondicionado era bastante silencioso así que aquí sí que pudimos disfrutar de un merecido descanso.

Por lo demás, la habitación era normal. Dos camas amplias, una televisión, un armario bastante amplio, un cuarto de baño con amenities (aunque no nos las repusieron en todo la estancia) y un mueble con una nevera pequeña con bebidas y snacks que evidentemente te cobraban si hacías uso de ellas. 


 






El desayuno bastante correcto. No había show cooking pero sí podías elegir entre huevos fritos, huevos cocidos, churros, chistorra, bacon y tortilla de patatas de caliente. Además lo típico de cualquier desayuno de hote: fruta, zumos, máquina de café o chocolate o té, embutido, quesos, tostadas, bollería (bastante buena por cierto y variada), y unos smoothies que estoy echando de menos cada día. 

El único pero al desayuno era el comedor, de hecho el último día nos tuvieron que ubicar en el bar algo alejados de la zona de comida y que al estar todo en una misma isla a excepción de la máquina de café, si bajamos algo más tarde a desayunar, se formaba cierto jaleo, pero vamos nada que no se pudiera sobrellevar. 











Hasta aquí parece todo casi perfecto, buen desayuno, habitación cómoda y silenciosa, atención correcta en recepción, pero, ¿por qué no creo que repitamos en este hotel a igualdad de precios? Por el parking, simplemente horrible. Muy empinado y al llegar a la planta, nuestro coche rozaba con el suelo, poca zona de aparcar para coches grandes (y además no reservaban plaza), con lo que cada día que llegábamos era una sorpresa ver lo que nos encontrábamos. Además uno de los días nos encontramos con el aparcacoches (que al final fue nuestra salvación) y al intentar entrar en el parking (casi siempre ponía completo) nos dice que está esperando a otro cliente y guardándole una plaza porque tiene un coche amplio, ¿y nosotros qué pasa, que no somos clientes y os que hay clientes de distinta categoría? La verdad es que ese comentario nos sentó bastante mal, afortunadamente dos de las tres noches, nos lo aparcó él porque directamente lo buscábamos y nos lo aparcaba. Es verdad que ya hemos tenido este problema varias veces en otros parkings, sobre todo en el interior de las ciudades, pero se podría arreglar simplemente organizando mejor las plazas, mejorando la rampa y sobre todo el badén con el que nos dábamos todos los días y reservando plaza porque si no tenían plaza en el hotel, te mandaban a un parking público que estaba a pocos metros y la verdad es que por el mismo precio, creo que habría merecido la pena haber reservado en ese parking. Una pena que por culpa de este problema, nos haya quedado un sabor agridulce de nuestra estancia en el Hotel Silken Indautxu de Bilbao. 





Por el precio del parking, ya podrían arreglar ese escalón. 

Ah, se me olvidaba, el precio, tres noches dos habitaciones dobles con desayuno incluido: 700 euros más los 19 euros del parking por noche. Sé que puede parecer caro, pero es de lo más económico que encontramos en Bilbao para esas fechas. 

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