Blog Los viajes de Dora Alejados de la pandemia en Fuerteventura - Día 1 ~ LOS VIAJES DE DORA
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Alejados de la pandemia en Fuerteventura - Día 1

Para una persona que organiza normalmente los viajes con meses y meses de antelación, lanzarse a la preparación de un viaje con tan solo una semana antes, se puede convertir en una osadía pero, a pesar de las continuas restricciones y del aumento de casos de Covid, nos merecíamos un final de año tranquilo, disfrutando de la familia y en una de las Islas Canarias con menos incidencia: Fuerteventura. 

Así que con muchísima suerte y con mucha ilusión, reservamos el vuelo a un buen precio, un hotel de TI para descansar y comer mucho, un coche con la empresa propia de las islas, Ciscar, que nos ha encantado y que recomendamos desde estas líneas, y pedimos un día en el trabajo (el día 22) para poder "escaparnos" antes de que cerraran nuestra comunidad. Y por supuesto, con un PCR negativo que nos hicimos como era preceptivo. 


El mejor vuelo y más económico lo conseguimos para el día 22 al mediodía, así que tranquilamente nos levantamos, terminamos de preparar todo y llegamos al aeropuerto. El vuelo normal sin apenas turbulencias y sin comer que ya nos habíamos tomado algo en el aeropuerto manteniendo las distancias de seguridad como corresponde. 


El aeropuerto de Fuerteventura no es muy grande así que no tuvimos problemas en encontrar las oficinas de Cicar en donde nos dieron las llaves del coche que habíamos reservado, bueno, en realidad, nos dieron uno de mayor categoría: un Seat León Caravan. 

Del aeropuerto al hotel tardamos aproximadamente una hora. El recorrido tranquilo ya que apenas hay circulación en la carretera. Por el camino empezamos a enamorarnos de los paisajes volcánicos de Fuerteventura. 



Llegamos al hotel más tarde de lo previsto ya que habíamos despegado con más de media hora de retraso. Tuvimos además que esperar a hacer el check-in. Al final por fin llegamos a la habitación y decidimos ir a la piscina a darnos un chapuzón y a tomar algo, pero cual fue nuestra sorpresa al darnos cuenta de que solo se podía comer en el TI hasta las 16:30, ya que después la cocina del pool bar cerraba. Una pena que nadie en recepción nos hubiera informado al respecto, porque en vez de deshacer las maletas, habríamos bajado cuanto antes, menos mal que en Barajas habíamos comido un bocadillo preparado de casa. 

En la piscina estuvimos un buen rato bebiendo y dándonos un baño, los chicos alucinaban con poder estar bañándose un 22 de diciembre. 






Hacía buena temperatura, unos 22 grados y el agua de la piscina estaba caliente. Los papis decidimos bajar por unas escaleras a ver la playa que estaba a los pies del hotel. No es una playa en la que se pudiera una bañar por las rocas pero nos encantó por su tranquilidad y sus vistas.




Como los chicos tenían hambre, volvimos pronto a la habitación para darnos una ducha y arreglarnos así que a las 6:30 hora canaria bajamos a cenar. La cena la servían de 6 de la tarde a 9, en principio nos pareció un horario muy europeo, pero luego nos dimos cuenta de que a las 6 de la tarde en pleno diciembre en Canarias ya es de noche. Nos gustó muchísimo el buffet y sobre todo la parte de repostería y lo amplio que era el restaurante. Como normas de seguridad aparte de la distancia entre las mesas, había unos guantes a la entrada del buffet que había que ponerse para servirse la comida, aunque hay que reconocer que algunas personas no lo hacían, tal vez habría sido correcto tener una persona recordando esa medida a la gente. 




Después de comer, dimos una vuelta por el complejo hotelero. Impresionante. También nos animamos a reservar clase de tiro con arco y el gimnasio para la mañana siguiente a través de la app del hotel. 





Nos fuimos pronto a dormir porque entre el viaje y los nervios, estábamos cansados. Con esto dimos por terminado nuestro primer día en Fuerteventura. 

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