Blog Los viajes de Dora Marchando una de espetos - Día 2 ~ LOS VIAJES DE DORA
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Marchando una de espetos - Día 2

A estas alturas del 2020, todos sabemos que ha sido un año muy negro en todos los sentidos, pero a pesar de ello, en Los viajes de Dora hemos podido realizar algunos de nuestros sueños viajeros, y en concreto nos referimos a la localidad de Ronda en Málaga, la cual por fin podemos visitar como nos gusta en este blog, tranquilamente, sin prisas y disfrutando de cada rincón. 

Salimos tranquilamente de Osuna puesto que solo teníamos una hora de trayecto más o menos hasta Ronda. Al llegar a la ciudad, aparcamos en el parking público La Concepción, situado no muy lejos del centro histórico. Como aún no habíamos desayunado, hicimos lo propio en un bar de la zona, donde probamos los famosos churros de Ronda, puede que según Internet no fueran los mejores, pero la verdad es que a nosotros nos supieron a gloria. 


Ya teníamos suficiente energía para poder patearnos la ciudad de punta a punta. Lo primero que hicimos fue acercarnos al parque Alameda del Tajo para disfrutar de unas impresionantes vistas del Tajo desde el Paseo de los Ingleses y el famoso Mirador del Coño, llamado así porque cuando te acercas, es inevitable decir: Coño, qué altura. 






Rodeamos el Parador en donde nos prometimos a nosotros mismos que algún día nos hospedaríamos y las vistas del Puente Nuevo de la ciudad nos hizo enamorarnos por completo de Ronda. 



Cruzamos el puente para entrar en el Palacio de Congresos de Ronda, Convento de Santo Domingo, no sin antes asomarnos al Mirado de la Aldehuela. 



Cada vez nos íbamos adentrando más en el Casco Histórico y lógicamente no pudimos evitar hacer una foto del Rincón a los Viajeros Románticos en donde se pueden leer citas de famosos escritores a nivel mundial relacionados con la ciudad. 


Continuamos nuestro paseo hasta llegar a la Casa del Gigante, casa palacio que debe su nombre a una estatua de piedra con forma de hombre (antiguamente eran dos) que se encuentra a la entrada. 



Seguimos descubriendo Ronda, llegando hasta la plaza Duquesa de Parcent en donde se encuentra el Ayuntamiento y la Iglesia de Santa María la Mayor. 


Y así nos seguimos y seguimos paseando hasta la Puerta de Almocábar del siglo XIII. 



Volvimos sobre nuestros pasos pero esta vez bordeando la muralla de Ronda. Impresionantes las vistas de la ciudad. 



Nuestro siguiente punto en el recorrido eran los Baños Árabes que nos impresionaron muy gratamente. Hora de ir a recargar las pilas con una buena comida en el Bar Casa Clemente. 




En dirección a la Casa del Rey Moro pasamos por el Puente Árabe y el Puente Viejo. Un paseo totalmente recomendable aunque agotador y más en pleno agosto. 





La Casa del Rey Moro es un conjunto monumental que incluye una residencia de estilo neomudéjar, unos jardines y una mina de agua de época musulmana. Por desgracia la casa estaba cerrada por el covid pero aún así la visita fue muy satisfactoria. 





Os podéis imaginar que llegados a este punto, estaríamos ya agotados y así fue, así que volvimos lentamente a donde habíamos aparcado el coche, hicimos unas compras y nos fuimos al hotel a descansar un rato en la piscina para luego volver a Ronda a cenar. 



Cenamos unas raciones en el Bar San Francisco y la verdad que con lo hambrientos que estábamos, todo nos supo a gloria. 


Pero antes de ya volver al hotel a descansar, nos despedimos de Ronda hasta la próxima enamorándonos por completo de su Puente Nuevo iluminado.


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