Blog Los viajes de Dora Hotel Van Gogh en Amsterdam ~ LOS VIAJES DE DORA
Ir al contenido principal

Hotel Van Gogh en Amsterdam

Para nuestro reciente viaje navideño a Amsterdam, elegimos el hotel Van Gogh situado en la zona de Museumplein a escasos metros del Rijksmuseum. Habíamos reservado dos habitaciones, una triple y una doble y la verdad es que, aunque algunas opiniones no eran del todo buenas, hemos vuelto muy satisfechos de la elección. Relación calidad precio más que acertada. 


El hotel está situado en la calle Van de Veldestraat 5, es una calle peatonal, lo cual hace que el hotel sea muy tranquilo, de hecho por la noche no oíamos nada de ruido pero al mismo tiempo está cerca del centro, a una media hora andando del Barrio Rojo. 

Las dos noches para las dos habitaciones nos salieron por unos 550 euros, que teniendo en cuenta los precios de Amsterdam y más en la época navideña, no es caro para nada, digamos que término medio tirando a barato. Además el hotel estaba situado a escasos metros de una de las paradas del autobús 397 que te llevaba al aeropuerto de Schipol. En recepción fueron bastante amables, no tuvimos problema en dejar las maletas en una sala habilitada para ello tanto el día de llegada como el de salida; nos imprimieron dos copias de las tarjetas de embarque por si acaso y cuando mi hijo y su novia tuvieron un pequeño percance con la temperatura de su habitación, el recepcionista fue con ellos a solucionarlo. 





La habitación triple constaba de dos camas juntas y otra cama (no clik-clak ni sofá cama) cómodas, un cuarto de baño con ducha y con amenities, una televisión con pantalla plana y una máquina de Nespresso con sus propias cápsulas. Correcto, sin grandes lujos, pero limpio y de tamaño apropiado. 


     


     



El desayuno no estaba incluido en el precio. Podías tomar unos croissants con café por 3 euros o bien el buffet por 10. Elegimos esta segunda opción. De caliente podías tomar huevos revueltos, o huevos cocidos, champiñones o bacon. También había bollos (sobre todo los croissants que estaban riquísimos), embutido, cereales, tostadas, fruta, zumos, café... Lo típico de un buffet pero la verdad es que no te quedabas con hambre. 





     

Sin duda, fue una elección muy acertada y si alguna vez volvemos a Amsterdam (que lo haremos), es muy probable que elijamos este hotel por su situación y por su relación calidad precio. 

Comentarios