Blog Los viajes de Dora Hotel Zenit Murcia ~ LOS VIAJES DE DORA
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Hotel Zenit Murcia

Y volví a ganar un concurso de FB, de esos que tanto me gustan, que consistía en un fin de semana (dos noches) en Murcia capital en el Hotel Zenit para dos personas con tren desde Madrid y traslados incluidos, y la verdad que, aunque suponía todo un reto para los dos, ya que después de casi 20 años, era la primera vez que saldríamos de viaje solos, sin nuestros queridos enanos, nos decidimos a probar a ver qué suponía dejar a los peques, ya no tan peques, en casa sin nosotros. 

Llegamos al Hotel Zenit el viernes ya algo tarde, el tren salió con un poco de retraso de Madrid, ya os contaré la experiencia en Atocha en otra entrada, así que no tuvimos mucho tiempo esa tarde para ver prácticamente nada, tan solo cenar e irnos a dormir. Afortunadamente el hotel está situado en el centro de la ciudad, a unos 5 minutos más o menos andando de la catedral, menos mal que al final no fuimos en coche, pues por la zona es imposible aparcar, eso sí oímos hablar al recepcionista por teléfono con otro cliente y le comentó que el hotel tenía un concierto con un parking cercano para dejar el coche a un precio más económico del que solía costar, así que si os decidís a ir en vuestro coche, no se os olvide incluir en la reserva el parking. 

      



Al principio pensamos que al estar tan cerca de una zona de bares y restaurantes, la Plaza de las Flores, podríamos tener problemas con el ruido, pero afortunadamente nos dieron la planta sexta, así que el ruido, que haberlo hubo, no venía de la calle, sino de la habitación de al lado, ya os contaré al final lo que pasó. 

La habitación normal, eso sí, muy limpia, de tamaño apropiado, con dos camas de 90 cm juntas, un cuarto de baño con amenities (cómo me siguen gustan los hoteles que los incluyen). Todo moderno, y funcional. 




Para que veais que somos bastante normales, me encantó el calentador de agua de la habitación, en donde por la noche me calentaba mis infusiones. Muy práctico. 


Una de las cosas que más me gustó del hotel fue el desayuno. La verdad es que la primera mañana desayunamos solos, es lo que tiene madrugar y la segunda mañana, solo nos acompañaron otro matrimonio. 

El desayuno bastante completo, con huevos revueltos, bacon y salchichas de caliente. Una lástima que la tortilla de patatas estuviera fría. Bastante embutido de todo tipo, fruta, macedonia, y un gran surtido de dulces, así como cuatro tipos de zumos, tostadas y una máquina de café. También me gustó mucho los tarros de frutos secos como pasas o nueces y el membrillo. 










El salón de desayunos no era muy grande pero no tuvimos ningún problema, como ya os he comentado. Desconocemos si tardaban mucho en reponer las cosas porque fuimos los primeros las dos mañanas, pero sí que había una chica controlando todo que nos pidió el número de habitación. El hotel no dispone de bar, cosa comprensible porque a escasos metros tenías cualquier opción para tomar algo. 

Un hotel correcto, sin grandes pretensiones, pero apropiado para su categoría, tres estrellas. Sin embargo, la primera noche nos costó dormirnos porque el cuadro eléctrico hacía un ruido parecido a un zumbido, ese problema lo solucionamos la segunda noche no poniendo la tarjeta pero.... la vecina de habitación y unas amigas, supongo que de una boda, decidieron a la 1 de la madrugada llegar en estado de embriaguez y empezar a gritar y así hasta que ya se fueron cada una a sus habitaciones. Al hacer el check-out lo comentamos en recepción, lógicamente nos dijeron que tendríamos que haberles avisado y desconocemos si le llegó nuestro mensaje a "Leti", pero desde luego el recepcionista de la noche les debió de ver llegar en un estado algo lamentable y tendría que haberles indicado que no eran horas de armar jaleo. Nunca sabremos lo que pasó pero evidentemente no poder dormir a gusto siempre enturbia un poco un viaje. Eso sí, ya dice el refrán, a caballo regalado, no le mires el diente. 

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