Blog Los viajes de Dora Deacon Brodie's Tavern Pub en Edimburgo ~ LOS VIAJES DE DORA
Ir al contenido principal

Deacon Brodie's Tavern Pub en Edimburgo

Para nuestra primera comida en Edimburgo, teníamos varias opciones pero teniendo en cuenta que no nos dejaron reservar al coincidir con el Fringe, y que la visita al castillo nos llevó más de un par de horas, llegamos a las 12 y media de la mañana a este pub, que era una de nuestras opciones, y a pesar de que nos dijeron que teníamos una espera de entre media hora y 45 minutos, preferimos esperar allí mismo que aventurarnos a cualquier otro pub o restaurante que sin duda estarían exactamente igual que este, es decir llenos. Y la verdad es que agradecemos la espera pues nos gustó mucho la comida, el trato y el precio, sobre todo gracias al 25% de descuento de la página web de los Pubs Nicholson que te envían al email si te registras en la newsletter. 

Empecemos con la historia del pub y el por qué de ese nombre, que rinde homenaje al personaje de Deacon Brodie. Durante el día era un respetable hombre de negocios relacionado con la alta burguesía de Edimburgo. Parte de su trabajo como fabricante de armarios consistía en instalar y reparar las cerraduras, así como otros mecanismos de seguridad, tanto en los propios armarios como en las puertas de las casas y negocios. 

Por la noche, sin embargo, Brodie se convertía en ladrón. Usaba su oficio diurno de cerrajero para obtener información acerca de los mecanismos de seguridad de sus clientes, y copiaba las llaves creando moldes de cera. Como principal artesano de la ciudad, trabajó en las casas de los miembros más ricos de la sociedad de Edimburgo. Utilizaba el dinero robado para mantener su doble vida, incluyendo cinco hijos, dos amantes y su vicio al juego. Su carrera criminal comenzó oficialmente en 1768 cuando copió las llaves de un banco y robó 800 libras. 

El suceso que condujo a la detención de Brodie tuvo lugar a finales de 1786, cuando organizó una incursión armada en la oficina de impuestos de los Juzgados de Chessel, en el Canongate. El plan de Brodie falló cuando uno de sus secuaces fue capturado y aceptó testificar para evitar la deportación y delató al resto de la banda. Brodie escapó a Holanda con la intención de partir hacia los Estados Unidos, pero fue detenido en Amsterdam y embarcado de vuelta a Edimburgo para ser juzgado. 

El juicio comenzó el 27 de agosto de 1788. Al principio no había pruebas que lo inculparan, hasta que el material del delito apareció en su casa: copias de llaves, un disfraz y pistolas. Brodie fue colgado el 1 de octubre en el Tolbooth, en una hora que el mismo había diseñado y fabricado el año anterior. Según la leyenda, Brodie llevaba un collar de acero y un tubo de plata en la garganta para evitar que el ahorcamiento fuera fatal. Se dice que sobornó al verdugo para que lo diera por muerto y planeó todo para que su cuerpo fuera retirado rápidamente, con la esperanza de poder ser revivido más tarde. Si fue así, el plan falló, Brodie fue enterrado en la iglesia de Buccleuch. No obstante, los rumores de que Brodie había sido visto en Londres dieron mayor publicidad a la leyenda de su supuesta evasión. (Fuente: Wikipedia)

     

El pub está situado en la Royal Mile, la calle principal de la Old Town, en la esquina entre Landmarket y Bank Street. 


Clásico pub británico con zona de restaurante en la planta alta, y abajo para beber. 

     




De primero elegimos un starter de haggies, había que probar una de las especialidades escocesas, lo más parecido a nuestra morcilla, a mí no me disgustó porque además nos la sirvieron con puré de patatas y puré de verduras. 


De segundo, los tres chicos del grupo se decantaron por una hamburguesa de una sola carne o de dos, ningún problema en quitar lo que no les gustara, riquísima, según dijeron pero bastante potente la carne, es decir, buena cantidad.


Los mayores preferimos sentirnos británicos 100% y preferimos comer el famoso fish and chips, nada grasiento y con un rebozado buenísimo.


El precio normal para un pub de la cadena Nicholson, sobre todo porque estaba situado justo en plena Royal Mile, muy céntrico. 




No me extraña nuestra cara de felicidad cuando nos desearon un gran día todos el personal del pub. 


Comentarios