Bajo el sol de la Toscana - Día 11

Nos levantamos no muy temprano ni tarde. Queríamos aprovechar la mañana para poder visitar, aunque fuera brevemente la ciudad de Girona. 

Aparcamos en la calle de Berenguer Carnicer, mucho sitio para aparcar totalmente gratis. Y cruzamos el puente de Saint Feliu para empezar a visitar la ciudad. 

Empezamos por la Basílica de Sant Feliu, ya que había una entrada que incluía este iglesia y la catedral. A destacar sus sarcófagos romanos y paleocristianos. 

A continuación la Catedral, en lo alto de un promontorio al que se sube por unas escaleras bien empinadas, archiconocidas para los fans de Juego de Tronos. 

Seguimos paseando por la zona histórica y medieval de la ciudad. Y nos encontramos casi sin quererlo con los Baños Árabes.

Para llegar así al Monasterio de Sant Pere, actualmente Museo de Arqueología, al que accedimos a su interior ya que por ser profesores, era gratuito. 

Aun tenemos tiempo antes de comer de dar un breve paseo por la ciudad. Cruzar el puente de San Agustín, para acercarnos a la Rambla, pasear por ella, y volver a cruzar el río por el Puente de les Peixateries Velles, disfrutando de las vistas de las famosas casas colgadas de la ciudad. 

En la Oficina de Turismo nos habían recomendado comer por la Rambla pero no encontramos un restaurante económico que tuvieran comida apropiada para los chicos. Al final comimos en un restaurante cerca de la Catedral, mala elección, pero bueno al menos saciamos un poco el hambre y como nos esperaban más de 6 horas de coche, no nos importó mucho no comer en cantidad. 

Volvimos al parking y nos despedimos de Girona, ya volveremos en otra ocasión con más tiempo y por supuesto tenemos una cuenta pendiente con la provincia.