Restaurante La Gota de Vino en Logroño

Como ya podéis haber leído en el diario de viaje de Logroño, al final después de pasear por la calle Laurel y aledaños y ver lo que ofrecían los diferentes bares de tapeo de la ciudad, decidimos comer en este: La Gota de Vino, fundamentalmente porque por el mismo precio por el que podríamos comer de pinchos en otros sitios, nos ofrecían un menú completo con primero, segundo, postre y bebida, ideal para los chicos. 

También se puede comer de pinchos como veis en la segunda foto. El local por dentro es bastante moderno. Como éramos siete, nos ubicaron al fondo en una mesa redonda, bastante tranquila. El servicio fue muy rápido y bueno, y eso que de cara al público solo había un camarero pero podría servir con bastante celeridad. 

Aunque nos decantamos por un menú, realmente la mayoría de los primeros te los servían como pinchos, así que a excepción de los chicos que se decantaron por probar las croquetas, los mayores decidimos pedir cuatro primeros y comer de todo un poco. 

Aparte de las croquetas de los chicos, pedimos patatas bravas y los dos revueltos, uno de setas y gambas y el otro de ajetes. Riquísimos los dos, aunque mi favorito fue el de setas. 

De segundo los chicos pidieron hamburguesa, y los demás alitas de pollo muy frititas y también muy ricas, calamares a la romana, y huevos con bacon y picadillo. 

Ni qué decir que ya estábamos más que llenos, pero cuando el camarero nos ofreció postres caseros, no pudimos resistirnos a la tentación.

Muy recomendable el restaurante. Relación calidad precio excelente. Buen servicio, rapidez y la comida casera y bien servida con cantidades más que correctas.