Blog Los viajes de Dora Basílica de San Marcos en Venecia ~ LOS VIAJES DE DORA
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Basílica de San Marcos en Venecia

La Basílica de San Marcos, que durante mucho tiempo fue la capilla de los dux, representa la situación de Venecia como vínculo entre Oriente y Occidente, tanto en la paz como en la guerra. Su planta de cruz griega es una referencia a la grandeza bizantina de la iglesia de los Doce Apóstoles de Constantinopla situada en una ciudad que no era griega, sino latina. 

El primer templo erigido en este emplazamiento fue una modesta estructura dedicada a san Teodoro, el primer patrono de la ciudad. En 828, dos audaces marinos venecianos arribaron al puerto egipcio de Alejandría donde urdieron todo tipo de estratagemas para hacerse con el cuerpo de san Marcos Evangelista, ocultarlo en una carreta bajo un cargamento de carne de cerdo y llevárselo a la ciudad. Llegó así a Venecia la primera y más importante de una larga serie de reliquias robadas. 

En 829, el dux Partecipazio ordenó la construcción de un templo más acorde con la importancia de la valiosa reliquia, que no tardó en atraer a peregrinos de toda Europa. Aquella iglesia, lo mismo que el Palazzo Ducale, fue arrasada por un incendio en 976. Se construyeron otras dos para sustituirla, la última de las cuales fue consagrada en 1094. Fue el origen de la basílica que vemos en la actualidad que obviamente ha sido ampliada y embellecida a lo largo de los siglos, entre otras cosas por la tradición de que los dux hicieran una importante donación a la basílica en el momento de su elección. 

El exterior no hace más que insinuar la magnificencia del interior del edificio. De hecho, a primera vista puede decepcionar un poco, porque no parece muy grande. Las cinco puertas de la fachada están coronadas por lunetos con paneles que mosaico que reemplazaron en el siglo XVIII a los del siglo XVI, que en su día sustituyeron a su vez los mosaicos del siglo XIII. 










El interior presenta una leve elevación sobre el nivel de la plaza. La construcción, realizada en ladrillo en su mayor parte, se recubrió con mármoles orientales, esculturas, bronces, mosaicos y columnas para dar una impresión de lujo y suntuosidad. Destaca el profuso empleo del oro en los mosaicos, que dotan de una cálida luz al ambiente.

Afortunadamente pudimos acceder a su interior porque habíamos pagado la entrada rápida por internet porque las colas eran a la hora en la que llegamos a la ciudad de una espera de cerca de dos horas. Salvo el incidente que ya os hemos contado a la entrada, fue una visita agradable. Había bastante gente en el interior de la basílica pero pudimos admirarla en todo su esplendor. Lástima que no dejen hacer fotos. 

De su interior, destacar la cúpula de la Ascensión que muestra a Cristo resucitado, ascendiendo al cielo. La cúpula de los Profetas sobre el altar mayor. 

El altar mayor, construido para albergar el cuerpo de San Marcos, presenta un notable baldaquino sobre cuatro columnas labradas de alabastro, con 90 escenas que representan la vida de la Virgen y de Jesús. 

El iconostasio o reja que divide la nave del coro, está coronado por imágenes de la Virgen, los Apóstoles y san Marcos, con un crucifijo de plata y bronce en el centro. 

















También se puede visitar el Tesoro que conserva algunas de las piezas bizantinas de oro y plata más maravillosas y la Pala d'Oro detrás del altar mayor, que es la pieza de arte religioso más importante de Venecia. Pero ambas cosas son de pago, así que como no dejaban hacer fotos, desistimos de entrar. 


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