Blog Los viajes de Dora When a man is tired of London, he is tired of life - Día 4 ~ LOS VIAJES DE DORA
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When a man is tired of London, he is tired of life - Día 4

Un nuevo día reluciente y soleado en Londres, y como todos los días, hay que llenar las barriguitas de un buen desayuno inglés para aguantar todo el planning del día de hoy. 

Sábado, así que directos a Portobello Road, el mercadillo de Notting Hill nos espera. A las 9 y media estamos ya dispuestos a saborear uno de los mercados más carismáticos de la ciudad, dividido en tres partes, en primer lugar antigüedades, luego ropa y por último comida. Y menos mal que somos chicos madrugadores, porque la ida fue relativamente tranquila pero a la vuelta ya no cabía ni un alfiler entre la multitud. 







El mercadillo es interesante pero particularmente me quedo con el de Candem. Si disponéis de bastantes días y uno de ellos es sábado, sí merece la pena conocerlo. Eso sí unas Converse a 30 libras cayeron y algunas monedas para mi marido. 

Y en una de las calles perpendiculares a Portobello Road, no pudimos dejar de hacernos una foto en la famosa librería de la película Notting Hill. Pero por desgracia no vimos a Hugh Grant, jejeje.




Un par de paradas de metro hasta Lancaster Gate y ante nosotros Hyde Park. Vamos en busca de ardillas a las que dar de comer pero los patos también nos sirven. 



Precioso. Incluso nos dio tiempo a disfrutar de un pequeño descanso sentados en el césped mimetizándonos con los ingleses y sus costumbres.







Y por supuesto la estatua en memoai a J.M. Barrie. 



Tampoco nos podíamos volver de Londres sin recordar a Lady Di, así que llegamos hasta el Princess Diana Memorial Fountain, que simboliza su vida, las cascadas los momentos difíciles, y cuando el agua fluye despacio, sus momentos de tranquilidad. 



Y de esta manera cruzamos Hyde Park llegando al Albert Memorial, templete en memoria del esposo de la reina Victoria I. 



Justo frente al Albert Memorial, se encuentra el Royal Albert Hall, teatro y sala de conciertos. 


Menuda mañana más productiva, hora de comer, mejor en un Burger que con los cupones de descuento nos va a salir muy barato y así a la salida podemos darnos un homenaje en el Starbucks. Ya que estábamos por la zona, nos aproximamos al Museo de Historia Natural fundamentalmente para ver los dinosaurios. El edificio impresionante tanto por dentro como fuera, pero no sé si fue por lo abarrotado de gente que estaba el interior o por el hecho de que tienes que ver los dinosaurios caminando por un pasillo suspendido y no a tu aire, me decepcionó un poco. 


     





A la salida del museo y en vista del día tan soleado, decidimos que había que aprovecharlo para subir a la London Eye, que en principio estaba programado para el domingo que daban lluvias, así que no nos podíamos arriesgar. 

Cogimos el metro y en unas pocas estaciones, llegamos a la famosa noria. Tras recoger las entradas que habíamos comprado por Internet en conjunto con el museo de cera y un pequeño problema logístico con uno de los trabajadores de la London Eye y descubrir que tenía hermana, cuñado y sobrina, entramos en una de las cápsulas. 

Y si ya el viaje estaba siendo espectacular lleno de muchos momentos emotivos, especiales y divertidos, fue en este lugar cuando definitivamente me enamoré de Londres, viéndolo desde lo alto en toda su belleza, uf, se me ponen los pelos de punta al recordarlo y casi se me saltan las lágrimas. ¡¡¡¡Quiero volver!!!!

Os dejo con unas cuantas fotos, sobran las palabras. 










¿Qué más se le podía pedir a este día? Una visita nocturna por el centro de Londres, así que tras volver al hotel a descansar y asearnos y cenar en Micky's, tomamos de nuevo el metro para desde St. Paul's recorrer toda la orilla sur del Támesis hasta el puente de Waterloo. ¡¡¡Espectacular!!!

De día, de noche, desde arriba o desde abajo, la cúpula de St. Paul's es una de esas imágenes que jamás olvidaremos. 


     

Cruzando el Millenium Bridge.



The Shard y Southwark Bridge.






Blackfriars Bridge.



London Bridge. Impresionante.



The Shakespeare Globe.



Cruzado ya el Millenium Bridge.







La Torre Oxo.



Llegamos al Waterloo Bridge con Somerset House frente a nosotros.




Y ya cruzando Waterloo Bridge, mirando a derecha y a izquierda sientes que te encuentras en el centro de una de las ciudades más impresionantes del mundo. 







In extremis tomamos el autobús de vuelta al hotel dando por terminada nuestra visita nocturna de Londres. 




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