When a man is tired of London, he is tired of life - Día 6

Otro día lleno de muchas ilusiones y con un planning completo para no perder la costumbre. 

Empezaríamos el día visitando la impresionante Catedral de St. Paul's. También habíamos comprado las entradas con antelación por Internet pero la verdad es que cuando llegamos no había nada de cola, pero ya se sabe, más vale prevenir que curar, jejeje. 

Por desgracia no se pueden hacer fotos en el interior y además hay muchísimos cuidadores que están al acecho, así que no os dejo prácticamente ninguna foto del interior. Por fuera, la Catedral destaca sobre todo por su cúpula. 

Antes de entrar, hicimos alguna foto de los bancos literarios que se encuentran justo al lado de la catedral. 

     

Si el interior te sobrecoge, guarda algo de aliento para subir a las diferentes galerías. 

Primero tenéis la Galería de los Suspiros pero no hay fotos porque había varias personas controlando que no hicieras. Luego la Galería de Piedra en la que ya sales al exterior y en la que yo me quedé. Impresionantes las vistas. 

Cinco valientes se atrevieron a subir por unas empinadas escaleras hasta la linterna. 

Una vez terminada la visita a la catedral, y ya que el día anterior no pudimos entrar en la tienda de M&M's y se lo había prometido a mi enano, nos fuimos de nuevo hasta Leicester Square en metro para poder visitar la tienda. Una preciosidad y un olor a chocolate, mmmmm, te encantará, no dudéis en visitarla y en compraros unos cuantos M&M's. De todos los colores, rellenos de chocolate, de arroz o de cacahuete. Yummy!!!!

     

     

     

Y llegó la hora de comer, y hoy un lugar muy especial nos estaba esperando, uf, no sé si sabré expresar con palabras la sensación de estar allí sentada, en Speedy's, en ese restaurante en el cual se han rodado algunas de las escenas de la serie inglesa Sherlock y poder fotografiar todas las fotos que hay en las paredes de mi serie favorita, y venga, lo voy a decir, mi actor favorito. 

Y de paso, que quede por escrito, comimos estupendamente bien y a muy buen precio, así que seas Sherlockian o no, te recomiendo Speedy's.

Pero antes de llegar, nos acercamos a Woburn Square Gardens a fotografiar otro de los bancos literarios, en este caso y como no podía ser de otra manera, dedicado a Arthur Conan Doyle y su fantástico Sherlock Holmes. 

Y ya llegamos a Speedy's. Keep calm!!!

El destino nos permitió encontrar sitio para los 7, increíble porque el restaurante es muy pequeño. 

Yo me decanté por una tortilla de jamón, mi enano pequeño unos nuggets riquísimos, el mayor una hamburguesa y mi marido un Sherlock Wrap que era una especie de ensalada César, los mismos ingredientes pero en wrap. 

Y para terminar nuestro momento friki total, unas fotos en la puerta del 221 de Baker Street de la serie que en realidad está en North Gower Street. 

     

Y ya con el estómago lleno y con una sonrisa de oreja a oreja, nos dirigimos a Candem, shopping!!!! Nada, absolutamente nada de lo que hayas leído o visto en Internet se le parecerá a la sensación que experimentas cuando empiezas a pasear por Candem High Street. Una sucesión interminable de tiendas y pubs con fachadas lo más extravagantes posibles. Puestos llenos de camisetas y sudaderas con imágenes o mensajes de todo lo que puedas imaginar. 

Candem Lock, Inverness Market y al final The Stables, y allí caes rendida a los pies de este estrafalario mercadilo, con precios más que económicos, puestos de souvenirs, de ropa vintage, de bolsos, de ropa de cuero, todo lo que pueda venderse allí estará y además podrás degustar comida de absolutamente todo el mundo: pizzas, crepes, comida china, japonesa, mexiicana....

Mi consejo: dedícale toda una mañana y luego tranquilamente degusta algún manjar de cualquier rincón del mundo en las famosas motocicletas con vistas a Regent's Canal. Si aún tenías alguna duda de que Londres sigue siendo un paraíso para las compras, una vez que visites Candem, caerás rendido a sus pies. 

Tal vez no dedicamos el tiempo necesario para respirar ese ambiente bohemio y extravagante de Candem, pero el tiempo no nos acompañó y el pequeño Rubén aún tenía pendiente un sueño y ya que nos gusta que todo el mundo cumpla sus sueños, volvimos en metro hasta Green Park para desde allí acercarnos a Buckingham Palace (casi el último día y aún no lo habíamos visto) y poder dar de comer a las ardillas en St James's Park, un momento que sabemos que nunca olvidará. Aunque en Green Park, la bolsa de M&M's sufrió un pequeño contratiempo. Jejejeje, todos ellos esparcidos por el suelo. Afortunadamente, a pesar de lo que dicen de los ingleses que son unos estirados, unas chicas nos ayudaron a recogerlos excepto aquellos que el famoso Rubén se dedicó a pisar. 

     

Y después de tener que volver a refugiarnos de la lluvia durante diez minutos, vamos a dar de comer a las ardillas. Por cierto, algo sibaritas, porque solo aceptaban cacahuetes, las galletas no son su plato preferido. 

El parque precioso, y ese puente azul, impresionante. 

Teníais que haberle visto la cara y los ojos iluminados: "Mamá, mamá que ha comido de mi mano", "Mamá, mamá que vuelve a por más cacahuetes" Fue uno de esos momentos emotivos que jamás olvidaré. 

     

     

Y es que las ardillas son realmente adorables. So cute!!!!

Con esto terminamos el sexto día, volvimos a Paddington, cenamos en el Burger y al hotel a hacer las maletas, aún tendríamos una mañana larga para terminar de enamorarnos completamente de esta hermosa y vibrante ciudad.