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Visita a Hita

En el año 1085 el rey castellano Alfonso VI reconquista estas tierras. Antes de ocurrir este hecho la villa aparece ya citada en el Poema del Cid y la Leyenda de los Siete Infantes de Lara, y en la Vida de Santo Domingo de Gonzalo de Berceo, lo que demuestra su temprana importancia para Castilla.

Tras la reconquista siguen conviviendo en Hita cristianos, judíos y musulmanes. La población judía crece hasta alcanzar en el siglo XIV el control económico de la villa, basado principalmente en la producción vinícola. Quizá por este hecho Pedro I crea un centro de recaudación de impuestos en el Castillo de Hita a cargo del judío Samuel Levi.

En este mismo siglo Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita, escribe una de las obras cumbre de la literatura medieval: el Libro de Buen Amor. Otro hecho de gran trascendencia es la llegada de la familia alavesa de los Mendoza como nuevos señores de Hita.

El Marqués de Santillana, Iñigo López de Mendoza, se convierte en el siglo XV en un noble poderoso y gran poeta amante de las artes. Como señor de Hita reconstruye el castillo hacia 1430 y fortifica la población.
A finales del siglo XV coincidiendo con la expulsión de los judíos y la llegada de los Reyes Católicos, comienza el declive de Hita. La Guerra Civil Española acarrea la destrucción de la villa, al ser línea de frente durante toda la contienda.

Qué visitar

El año pasado con motivo del Festival Medieval de la localidad que se celebra en la primera semana del mes de julio, nos acercamos hasta Hita en la provincia de Guadalajara. Para poder disfrutar de los monumentos que la villa nos ofrece, nos apuntamos a la visita guiada que la Oficina de Turismo ofrece a los visitantes y la verdad es que nos pareció muy interesante y nada pesada. Además, pudimos también contemplar todas las actividades programadas para el Festival como pasacalles, el mercado medieval, etc. 


La entrada a la Villa se hace por la Puerta de Santa María, la principal y única superviviente de las tres que tuvo la muralla. A pesar de su pequeña escala es un bello ejemplo de la arquitectura militar del siglo XV.


Los dos garitones que flanquean el arco apuntado y los restos del matacán que corona el conjunto son elementos mucho más ornamentales que defensivos. Los elementos anteriores junto al escudo heráldico que preside la puerta, simbolizan el poder de la nobleza. En este caso, el poder del propio Marqués de Santillana, señor de Hita.






Nada más pasar por la Puerta, accedemos a la Plaza de la Villa engalanada para el Festival Medieval. Centro neurálgico del municipio, es un espacio amplio delimitado por sopórtales y viviendas de sabor popular.

Destacan algunas fachadas de ladrillo que nos recuerdan la tradición constructiva mudéjar de origen musulmán.























Ya en la visita guiada nos dirigimos en primer lugar a las Ruinas de San Pedro. Durante la Guerra Civil Española la Iglesia fue destruida y las lápidas sepulcrales de los nobles de Hita de los siglos XV, XVI y XVII, fueron trasladadas a la Iglesia de San Juan.

Pero frente al altar, podemos ver aún, la de Fernando de Mendoza, alcaide de la fortaleza de Hita en el siglo XV.









 



 






Continuamos nuestra visita por la villa hasta el barrio alto en donde entramos en una casa cueva o bodego. Aparecen documentados en el siglo XVIII. Tras la Guerra Civil Española y como consecuencia de la destrucción del casco urbano, las casas-cueva fueron de nuevo utilizadas como vivienda hasta los años 60 del pasado siglo.



 






En la subida al bodego, ya habíamos pasado por la Iglesia de San Juan Bautista, pero no habíamos accedido a su interior, que hicimos a la bajada.

La Iglesia, de sencilla arquitectura gótico mudéjar, se construyó entre los siglos XIV y XV. Tiene tres naves y un ábside poligonal. La torre, del siglo XVI, es de estilo herreriano.

La Iglesia de San Juan, se cerró al culto a principios del siglo XIX y no reabriría sus puertas hasta después de la Guerra Civil.






Presidiendo el Altar Mayor, se observa un crucifijo de finales del siglo XVI. A la izquierda, una talla del siglo XVIII, de San Blas. Y a la derecha, la talla de San Juan Bautista del siglo XVII.

La Pila Bautismal románica tiene esculpido en su basa el árbol de la vida, que representa el bautismo. Junto a la Pila, se encuentra El Descendimiento de la Cruz, pintura del siglo XVII. En el bajo coro, se pueden observar: el Ecce Homo, pintura del siglo XVII y a Jesús Sacramental, del siglo XVIII.

Destacan los magníficos artesonados mudéjares de casetones hexagonales del siglo XVI y el suelo recompuesto con lápidas de nobles e hidalgos del pueblo de Hita, de los siglos XV, XVI, XVII.







 



 


Volvimos a la Plaza de Doña Endrina en donde se encuentra el Ayuntamiento y desde donde se puede disfrutar de unas preciosas vistas de la Plaza de la Villa.








Nuestro siguiente punto en la visita guiada fue El Palenque, preparado y engalonado para el Festival. rememora el lugar donde se desarrollaban los torneos de caballeros que fueron durante la Edad Media la principal diversión popular.






En la muralla visitamos el interior de una bodega. Había una especie de museo de herramientas de tortura que fue del agrado de mis dos hijos.  Laughing  Laughing 





 




Y lógicamente terminamos la visita en la Casa-Museo del Arcipreste de Hita. Encontramos en su interior la sala de arqueología, de etnografía y del Libro del Buen Amor.

Horario de atención al público:

Sábados de 10:30 h. a 14:30 h. y de 17:00 h. a 20:00 h. (16:00 a 19:00 en invierno)
Domingos y festivos de 10:30 h. a 14:30 h. y de 17:00 h. a 19:00 h. (16:00 a 18:00 h. en invierno)
Precio de entrada individual: 2 EUROS por persona a partir de los 16 años de edad.
Precio para grupos: 1 EURO por persona a partir de los 16 años.



 










Y para terminar os dejo alguna foto más de la villa de Hita, que podréis descubrir en profundidad con las visitas guiadas del Ayuntamiento.


















Espero que os haya gustado.  cheers cheers

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