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Museo Diocesano y Catedral de San Pedro en Jaca

Museo Diocesano de Jaca

Museo Diocesano de Jaca. Fue inaugurado en 1970, como museo de arte sacro medieval, con el doble objetivo de servir de testimonio de fe de las gentes de la diócesis de Jaca y convertirse en foco de cultura del Alto Aragón.

Su creación fue la consecuencia de una serie continuada de hallazgos de pintura mural medieval en iglesias de la diócesis que se iniciaron en la década de 1960 y continuaron en la siguiente; estas obras románicas y góticas constituyeron el  núcleo expositivo fundacional del Museo y siguen siendo uno de sus principales atractivos.

En 2003 las obras llevadas a cabo en aplicación del Plan Director de la Catedral obligaron al cierre del Museo y dieron lugar a la elaboración de un nuevo proyecto museístico que, respetando su carácter fundacional, pretende mejorarlo y adaptarlo a las necesidades del siglo XXI. La reapertura tuvo lugar el 9 de febrero de 2010.

Claustro. En origen tendría la disposición característica de los claustros románicos, pero debido a su estado de ruina fue desmantelado y transformado en el siglo XVII, adquiriendo el aspecto que hoy ofrece.





Bagüés. Las pinturas procedentes de la iglesia de los santos Julián y Basilisa en Bagüés (Zaragoza) fechdas h. 1080-1096 y realizadas por artistas vinculados a la pintura y la miniatura francesas, constituyen uno de los conjuntos más amplios e importantes de la pintura románica europea. Fueron arrancadas en 1966, traspasadas a lienzo, y para su exposición en el recién creado Museo Diocesano de Jaca se habilitó una dependencia situada junto a la galería septentrional del claustro, que fue adaptada para que adquiriera la misma configuración que la iglesia de donde procedían las pinturas.






Refectorio. En el antiguo refectorio gótico del Cabildo catedralicio, utilizado hasta 1963 como capilla dedicada a la Virgen de la Pilar, se muestra una selección de pinturas murales que fueron arrancadas en las décadas de 1960-170 de iglesias de la diócesis  y cubren el periodo comprendido entre los siglos XI y XVI.











Sala capitular. En este ámbito tenían lugar las reuniones del capítulo, donde se tomaban las decisiones importante referidas a la Catedral y su Cabildo.





Secretum. El Secretum es una sala de planta cuadrada, cubierta con bóveda de crucería simple, que en el pasado sirvió para guardar jocalías, documentos de especial importancia y monedas, que se introducían para mayor seguridad en arcones de tres llaves. De origen medieval, fue decorado íntegramente en la segunda mitad del siglo XVI con pinturas en grisalla que fueron restauradas y repintadas en el siglo XIX.




En la sala de la antigua biblioteca de muestran una serie de piezas que abarcan desde el siglo XIII hasta el XVIII. Del Gótico destaca el frontal del altar procedente de la iglesia de Santa María de Iguácel. Del Renacimiento se ha recuperado un grupo escultórico del Santo Entierro, compuesto por ocho figuras, destinado en origen a ocupar el fondo de una capilla. Al Barroco pertenece un lienzo de la Asunción de la Virgen procedente de la Catedral.



Catedral de San Pedro de Jaca

La Catedral de San Pedro de Jaca, es una de las construcciones más características y antiguas del románico en España. Comenzó a construirse casi al tiempo que la de Santiago de Compostela en el último cuarto del siglo XI como sede episcopal y cabeza del Reino de Aragón por iniciativa del rey Sancho Ramírez que había obtenido el vasallaje vaticano tras su viaje a Roma en 1068, a resultas del cual le fue concedida la sede episcopal.

La ciudad de Jaca recibe fueros de ciudad, por el rey Sancho Ramírez de Aragón, en 1077, ostentando la capitalidad del reino entre este año y 1096 y convirtiéndose en sede diocesana, lo que hace necesaria la construcción de una catedral. Si bien las fechas de la construcción no están claras, se pueden distinguir en ella dos etapas. Una primera, podría estar situada entre 1077 y 1082 y una segunda entre 1104 y 1130.

En la década de los años 20 del siglo XVI se incluyen algunos añadidos, como las bóvedas de las naves laterales, del gótico tardío, y las portadas de las nuevas capillas de San Sebastián, San Agustín, Anunciación y Santa Ana. Posteriormente, ya en el Renacimiento, se añaden las capillas de San Miguel y de la Trinidad, ambas de 1572. En 1598 se construye la bóveda de la nave central y se abren ventanales en ella.

En el siglo XVII se termina la construcción del retablo y se emprende la reconstrucción del claustro, que es sustituido por el actual barroco, terminado a finales de dicho siglo. En este mismo periodo se construye la capilla de Santa Orosia, principal elemento barroco del templo. También a finales del XVII se sustituye el ábside románico y se erige uno nuevo, decorado con pinturas de Manuel de Bayeu, cuñado de Francisco de Goya, entre 1792 y 1793.



La planta del templo es basilical de tres naves, de las que la central es más ancha y alta que las laterales, permitiendo de este modo abrir óculos en el muro de la nave central y por encima de las laterales para iluminar su interior. Un elemento destacable de su interior es la alternancia de soportes circulares y cruciforme.

Las naves se prolongan hasta los tres ábsides semicirculares. De mayor profundidad el central, debido a la reforma llevada a cabo en el siglo XVIII, lo que permitió que se colocase allí el órgano.

La zona del crucero se cubre con una singular bóveda semiesférica de planta octogonal sobre trompas. El interior de esta original cubierta está reforzado con nervaduras formadas por grandes arcos de medio punto que apean en el centro de cada uno de los lados de la base octogonal en sendos modillones de rollos de carácter mozárabe.

En época barroca se abrió la capilla de Santa Orosia (patrona de la ciudad), decorada con llamativas pinturas mostrando su vida, martirio y encuentro de su cuerpo.












Horario de visitas: De 11.00 a 13.30 y de 1.00 a 20.00 horas.

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