Blog Los viajes de Dora Donde los sueños se hacen realidad - Día 6 y último ~ LOS VIAJES DE DORA
Ir al contenido principal

Donde los sueños se hacen realidad - Día 6 y último

Hoy era nuestro último día. Algo en el ambiente nos lo decía, no se nos acababan las vacaciones pues París nos estaba esperando con los brazos abiertos, pero... ¿cuándo volveríamos a Disney? Ni siquiera nosotros lo podíamos asegurar, lo más probable para el 20º Aniversario pero la vida da muchas vueltas y nunca se sabe lo que el futuro nos puede deparar. 

Habíamos decidido despedirnos de los dos parques, sobre todo porque no nos había dado tiempo a ver el espectáculo de Moteurs en WDS. Así que llegamos al mismo, y no lo dudamos ni un momento, había que fotografiarse delante de nuestro héroe, la persona que había hecho realidad nuestros sueños creando este mundo maravilloso del que estábamos disfrutando: Walt Disney.

     

Lógicamente volver a montar en Crush era tarea imposible, así que volvimos a hacerlo en Cars y en las alfombras, en las que el mayor y mi marido no habían montado la otra vez. 


     

     

Se iba acercando la hora del espectáculo, así que llegamos a la entrada y ya había gente a la espera por lo que nos pusimos a la cola unos 20 minutos antes de que empezara. El espectáculo dura unos 50 minutos con acrobacias con coches y en motos, fuego, explosiones y persecuciones asombrantes. Todo muy llamativo, digno de ver y divertido. Pura adrenalina.









Casi las 12:30, poco quedaba para la comida, así que el mayor se empeñó en volver a ver Cinemagique (la verdad es que la primera vez le impresionó) y el peque prefería ver Animagique, por ello los mayores nos dividimos. A la salida nos teníamos ya que marchar a comer, habíamos pensado hacerlo en el Village en el Rainforest ya que sin duda sabíamos que a los niños les iba a gustar mucho la ambientación y en efecto así fue.

Al llegar al restaurante nos ubicaron al lado de uno de los elefantes que mueve la trompa cuando se simula una tormenta. Mis hijos alucinaron, está muy bien ambientado y es precioso. Además prácticamente no había gente. De comida elegimos algo más ligero porque llevábamos cinco días comiendo a lo bestia, así que nos conformamos con una ensalada César. Los peques su menú infantil. 

     

Poco faltaba para tener que marcharnos a París, así que paseo por el Village, algunas compras y de nuevo entramos en Disneyland Park para despedirnos. Para ello decidimos montar en la única atracción en la que aún no habíamos montado, aparte de las dos de Fantasyland que cerraron: el tren que da la vuelta al parque, pero vimos que en Main Street había demasiado cola así que nos fuimos a ver en otra estación y efectivamente en Discovery la cola era mucho más corta, además mientras esperábamos pudimos ver desde lejos el espectáculo de Stitch.  

     



El tren llegó, nos montamos y dimos una vuelta completa y nos bajamos en Main Street, ya era hora de marcharnos, no podíamos alargar la estancia más tiempo. 

No me atrevía a decir adiós al castillo, no quise ni mirarlo, no podía, prefería guardar en mi memoria todos los recuerdos de los momentos maravillosos que habíamos vivido, flashes que en ese momento me venían a la mente. Era bastante seguro que volveríamos y claro que volvimos. Al año siguiente, pero  eso es otra historia. 




Comentarios