Blog Los viajes de Dora Donde los sueños se hacen realidad - Día 3 ~ LOS VIAJES DE DORA
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Donde los sueños se hacen realidad - Día 3

Nos levantamos con muchísima ilusión. Nos esperaba un nuevo día en Disneyland París y además al ser lunes posiblemente con menos afluencia de gente y así fue. Además estaba lloviendo y eso al principio hizo que la gente no madrugara tanto. De nuevo a aprovechar las EMH y en tonor a las 8:30 hacíamos nuestra entrada en Disneyland Park y de nuevo el castillo al fondo nos daba la bienvenida. 

     

En el día de hoy habíamos planificado empezar con Fantasyland para montar en aquellas atracciones que abrían en las EMH (Peter Pan, Dumbo, las tazas y el Carrousel), nos dirigimos sin dudarlo a Peter Pan pero... estaba estropeada. Así que a Dumbo bajo una lluvia persistente (aunque no molesta, de momento). Y luego a las tazas y seguía chispeando, pero no importaba, nada iba a quitarnos la sonrisa de los labios. 








Las 9:30 y Peter Pan sin arreglarse aún, así que última atracción abierta: el Carrousel. Aunque sea la típica atracción de feria, este tiene una especial magia que te transmite alegría y te hace sentir como un niño montado en un caballo alado.

      



Como Peter Pan seguía estropeada, nuestros valientes caballeros intentaron convertirse en Arturo pero esta espada no hay quien la saque, por mucho empeño y fuerza que pusieran. 

     

Y.. por fin.. Peter Pan abierto y aún no son las 10:00. ¡Qué expectación! ¡Qué nercios!. Había leído y oído tanto de esta atracción y... una preciosidad. Los animatronics, los escenarios, el ambiente, y mi querido Londres, todo perfecto. 



Al salir de Peter, faltaban unos minutos para las 10:00 y vimos que la gente se  ponía a la cola para entrar en Blancanieves así que directos a ella. Ni 5 minutos de espera, impresionante. 




Como ya había dejado de llover, la gente empezaba a animarse a llegar al parque, así que nos dirigimos a Adventureland porque aún no lo habíamos pisado. Además David, el mayor, no paraba de decir que quería probar a ver si podía entrar en Indiana (le encantan las emociones fuertes) y se había pasado meses midiéndose para ver si llegaba a los 1,40 de estatura. Sin problemas, se pudo entrenar en todas las montañas rusas del parque. 





Una vuelta por Adventure Isle, de nuevo espectacular y la sensación de ser todo un aventurero paseando por sus cuevas, su puente colgante, sus recovecos..., y la Cabaña de los Robinson. 

     


     


     



Y entonces descubrimos Piratas del Caribe, hasta tres veces llegamos a montarnos en ella durante el viaje. Al igual que BTM, otra de las imprescindibles, pocas colas normalmente porque tiene mucha capacidad, gran duración y muy divertida.





Estamos en la cuarta fila. David con los brazos en alto, yo gritando, y el pequeño Rubén escondido en los brazos de su padre, aún era un pequeñajo. 

De vuelta a Fantasyland pasamos por delante del Blue Lagoon. Teníamos reserva en el restaurante para las 13:00 pero aún eran las 12:00, así que todavía teníamos tiempo para alguna atracción más. El Laberinto de Alicia fue nuestra elección, poca cola, y un paseo agradable entre cartas de poker, reinas muy pero que muy enfadadas, conejos con relojes y demás personajes del cuento, ideal para cuando las otras atracciones están llenas de gente. 



     

     


Nos dimos cuenta de que a las 12:30 empezaba el espectáculo de Winnie y sus amigos en el Fantasy Stage, preguntamos cuánto duraba y nos dijeron que unos veinte minutos, luego nos sobraban 10 minutos para ir al Blue Lagoon. 








Imposible olvidar al mayor levantado cantando y siguiendo las instrucciones de Winnie y  Robin para que Piglet perdiera su miedo y dejara de ser cobarde. 

Y llegó el momento de la comida. Desde que empezamos a organizar el viaje, habíamos dudado en comer en el Blue Lagoon, nosotros no tenemos problemas, pero los niños... bueno, los niños ya cenarán mejor, de vez en cuando hay que pensar en los adultos, y la ambientación del restaurante es fantástica, ideal para parejitas, muy romántico, y la comida exquisita, no pudimos ni terminarla. Siento no poner ninguna foto del lugar pero estaba muy oscuro, para los niños tienen tres menús, los míos eligieron el de albóndigas con arroz, y luego un helado, nosotros elegimos diferentes cosas del menú para la media pensión plus, de primero jamón serrano con puré de melón en una copa para mí, y para mi marido cocktail de gambas, de segundo yo elegí los ravioli, y mi marido unas brochetas de pollo con acompañamiento, todo buenísimo, muy bien cocinado y de sabores exóticos. Diferente a lo que puedes encontrar en un buffet pero no por ello menos recomendable.



Ya con el estómago lleno, decidimos volver un poco al hotel a descansar, pero había tanta expectación por volver, que al final descansar no es que descansáramos mucho. De vuelta al parque, unas fotos más de Main Street y del castillo.


Después de echar un vistazo al panel de tiempos y de espera de las principales atracciones, y ver que había bastante gente, llegó el momento de subir al castillo, si las vidrieras de Notredame y de la Saint Chapelle cuando visitamos París nos dejaron con la boca abierta, no menos las del castillo de la Bella Durmiente. 

     

     


Y después "la guarida del dragón". ¿A qué no os imagináis quién se negó a acercarse a él, por si se enfadaba? Pues sí, habéis acertado, fue Rubén, el pequeñajo, no paraba de preguntar, ¿es de verdad?, ¿está atado? y de decirle a su hermano que no se acercara, que se iba a despertar y ya vería. Bendita inocencia. 


Y llegó uno de los momentos estelares del viaje: la cabalgata de la tarde. Empezaba a las 19:15 y nos sentamos en el bordillo de Central Plaza como una hora antes. La espera no se nos hizo pesada, primero pudimos ver el espectáculo de Mickey's Magical Party, un gran acierto, música pegadiza, y gracias al escenario se ve estupendamente bien desde cualquier lugar y un montón de personajes. 





Y casi sin darnos cuenta, fueron apareciendo las carrozas, pero... ¿adivináis quién se quedó dormido? Hay que tener delito, dormirse justo antes de que empezara la cabalgata... espero que la próxima vez no se la pierda. 

Ahí estaban todos los personajes con los que todos los amantes de Disney hemos crecido y ahora crecen nuestros hijos y en un futuro nuestros nietos: Alicia, Mickey, Minnie, Pluto, Goofy, Donald, todos los personajes de Toy Story, Winnie y sus amigos, Pinocho, Mary Poppins, Peter Pan, Wendy, el Rey León, El libro de la Selva, y las princesas con sus príncipes: Cenicienta, la Bella Durmiente, Bella, la Sirenita, Yasmine ... 



      











El siguiente paso era encontrar un banco para que Rubén siguiera durmiendo, mientras tanto mi marido y David fueron a que Aladdin y Jack Sparrow les firmaran en el libro de autógrafos. 

     



Se iba haciendo la hora de cenar, y nuestro destino era el Plaza Gardens. Buffet bastante completo, con gran cantidad de primeros, de segundos, carne, pescado, pasta, ensaladas y cómo no los postres culpables de haber vuelto con 3 kilos más, jejeje. 




Terminamos de comer sobre las 21:30, estábamos agotados de no parar pero algo dentro de nosotros nos impedía marcharnos. Como ya habíamos visto la cabalgata de la tarde, no queríamos saturarnos con otra cabalgata, Fantillusion, así que fuimos a ver si podíamos montar en alguna atracción en al que todavía no hubiéramos montado, y para seguir subidos en la nube mágica de Disney, nos fuimos hacia It's a small world. Ni 5 minutos de espera y ya estábamos dentro. Antes de montar David me preguntó como era la atracción y le dije que parecida a Fantasía del Parque de Atracciones de Madrid. ¡Qué sacrilegio! Si es espectacular y alucinante, nos quedamos con la boca abierta, no sabíamos a donde mirar. 








Apurando nuestros últimos minutos en el parque, vemos que hay solo 5 minutos en Piratas del Caribe, así que no nos lo pensamos dos veces, había que acabar el día en una de nuestras atracciones favoritas del parque. ¿Se esconderá esta vez Rubén en la bajada?




Pues sí, ahí estamos, esta vez en primera fila y Rubén, al que no se le ve, escondiendo su cabeza en los brazos de papi y cómo no David con las manos levantadas encantado de la vida y de estar en Disney. 

Y ahora sí que sí, dimos por concluido nuestro tercer día en la magia. Al día siguiente nos esperaba Walt Disney Studios. 

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