Restaurante Ingazu en Alcorcón

Aprovechando los cumpleaños del mes de Octubre en los que prácticamente toda la familia añadimos un año más y teniendo en cuenta que la situación epidemiológica de momento nos permite reunirnos con los nuestros, decidimos volver a acercarnos al restaurante Ingazu a probar sus exquisitos cachopos. Decir que el restaurante ha cambiado su ubicación desde la última vez que estuvimos. Ahora se encuentra ubicado en la Plaza Castilla 7, así que no resultó un gran problema aparcar el coche en la renfe de Alcorcón y desde allí a tan solos unos minutos andando llegar al restaurante. 

El comedor del restaurante es amplio y sobre todo me gustó el hecho de que las mesas están separadas aunque ya no hay restricciones al respecto y es tranquilo, no hay mucho jaleo, además nos ubicaron en una mesa del fondo con lo que teníamos más privacidad. 

Nos ofrecieron tomar algo mientras que decidíamos qué pedir pero rehusamos la idea. Por eso supongo que no nos pudieron ningún aperitivo y es una pena porque es una de las pocas cosas que pondría como negativas en el restaurante. 

La carta es amplia, para todos los gustos, e incluso con menú para niños que siempre se agradece. En este enlace os podéis descargar la carta. La especialidad del restaurante son los cachopos, así que de segundo teníamos claro la gran parte de los comensales lo que íbamos a comer. Tienes la opción de tomar cachopo para dos o bien individualmente. 

De primero, nosotros cuatro pedimos dos entrantes para picar, huevos rotos con jamón y calamares a la romana, preferimos no pedir muchas cosas para poder terminar el cachopo que ya sabíamos por experiencia que era consistente. 

Personalmente me gustaron más los calamares, los huevos muy normales. 

El resto de los comensales pidieron sopa y una ensalada templada junto con otra ración de huevos rotos. 

La benjamina del grupo eligió el menú de niño, filete de pollo empanado con patatas fritas. 

De segundo prácticamente todos nos decantamos por el cachopo, el ingazu (con jamón ibérico y queso de Vidiago), bastante suave por lo que nos gustó bastante y otros dos comensales eligieron el cachopo especial con bacon, queso cabrales, pimientos de piquillo y setas (les encantó pero no pudieron con todo así que lo que sobró se lo llevaron para casa sin problemas). Nuestro pequeño se pidió unas chuletas de cordero, una buena cantidad. El cachopo es aproximadamente de un kilo, así que para dos personas más que suficiente. 

De postre no pedimos mucho porque ya no podíamos comer tanto, pero alguno elegimos leche frita o tarta de queso. 

Antes de marcharnos y para digerir la comida, nos invitaron a un licor. 

Éramos 9 comensales y en total no llegamos a los 30 euros por persona, es verdad que no todos comimos primero y segundo pero no me pareció caro teniendo en cuenta que habíamos comido de carta y no de menú de fin de semana. El cachopo a 24 euros dos personas sale económico por lo que la relación calidad precio del restaurante es bastante alta.