Blog Los viajes de Dora Hotel H10 Porto Poniente en Benidorm ~ LOS VIAJES DE DORA
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Hotel H10 Porto Poniente en Benidorm

Después de un año muy duro y a pesar de haber disfrutado de unos días de descanso total durante las Navidades en Fuerteventura (por lo que nos hemos considerado unos afortunados), necesitábamos un fin de semana playero, de esos que se van convirtiendo en un ritual en este blog. Para ello elegimos un Hotel en donde pudiéramos disfrutar de la playa, de relax, de todo hecho (elegimos Pensión Completa), sin ninguna pretensión de hacer turismo cultural, tan solo tumbarnos en la playa y descansar. El hotel elegido fue el Hotel H10 Porto Poniente situado justo frente a la Playa de Poniente en la localidad alicantina de Benidorm. Aprovechamos un día de no mucho trabajo para llegar cuanto antes al hotel y así empezar cuanto antes a dejar la cabeza vacía de tantos problemas y de tantos sinsabores. 

El Hotel tiene aparcamiento, así que fue llegar, acercarnos a recepción y meter el coche en el parking para poder empezar el fin de semana de playa absoluta. 

El Hotel está catalogado de cuatro estrellas y la verdad es que su ubicación es perfecta, justo frente a la playa. Además al llegar nos hicieron un upgrade con lo que la habitación normal de los chicos pasó a ser una junior suite, mucho más grande y con un sofá. La nuestra ya era una habitación grande (la llaman XXL) con terraza pero tuvimos la mala suerte de que no daba a la playa si no a una especie de callejón y uno de los días pensamos que no íbamos a poder dormir puesto que unos jóvenes eligieron justo bajo nuestra ventana el lugar perfecto para charlar y hacer botellón. Menos mal que a la hora de dormir ya se habían ido. 

Tanto el vestíbulo como el comedor y la zona de recepción son muy agradables y no tuvimos ningún problema al hacer el check-in. 







Reservamos dos habitaciones dobles, una para nosotros y otra para los chicos. Ambas eran prácticamente iguales después del upgrade. Una cama doble, un sofá amplio, con armario, televisión, y un mueble. También nos dejaron por cortesía una botella de agua y unos bombones. 






Dentro de las instalaciones del hotel, hicimos uso del gimnasio (el sábado nos llovió y no pudimos ir a la playa por la mañana), y del SPA (en donde había que reservar), en él pasamos un buen rato probando los chorros de diferente temperatura, la sauna y bañándonos en la piscina interior con burbujas. 




Pero sin duda la instalación de la que más disfrutamos fue de la piscina en el ático (en realidad había otra piscina pero solo era para adultos así que aunque el pequeño a sus 17 años sí tenía acceso a la misma, no fuimos). Era una piscina panorámica con tumbonas y sombrillas y un bar donde pedimos dos cócteles a los que nos invitaron al hacer el check-in. Las vistas desde esta piscina de todo Benidorm espectaculares. 






Por último el parking, si mal no recuerdo, 8 euros al día. Bastante amplio y donde dejamos el coche todo el fin de semana porque lo único que hicimos fue dar un paseo por Benidorm y disfrutar de la playa y la piscina. 


Como habíamos reservado Pensión Completa, desayunamos, comimos y cenamos en el hotel. El primer día al llegar a la hora de la comida, lo primero que hicimos fue entrar en el comedor después de hacer el check-in por indicación de recepción. Este primer día, viernes, la comida nos pareció un poco escasa y con platos un poco raros para los niños, que luego mejoró el sábado y el domingo e incluso el viernes en la cena aunque el sábado en el desayuno hubo un problema de aforo. Resulta que había una zona show-cooking en la que te preparaban tortitas, huevos fritos y bacon, pues bien había tanta gente que se empezó a formar una cola considerable porque los dos cocineros que estaban atendiendo no daban a basto sobre todo porque algunas de las personas alojadas en el hotel les pedían tortillas de diferente tipo. La verdad es que para un hotel de cuatro estrellas nos pareció una mala organización sobre todo teniendo en cuenta que a través del móvil tenías que reservar la hora en la que querías acceder al restaurante tanto al desayuno como a la comida o la cena. 

El desayuno a pesar de ese incidente que el domingo se había solucionado (no sabemos muy bien por qué) era bastante completo. Os dejo unas fotos del mismo. 









Y además el show-cooking donde te preparaban tortillas con jamón o queso, huevos fritos y bacon. 

Por lo que respecta a la comida y a la cena, había sobre todo muchos tipos de ensaladas, muy bien preparadas, un plato de carne o de pescado preparado y luego también de show-cooking, que te freían en el instante. También un arroz (que la verdad es lo que menos nos gustó), y algo de pasta para los niños. Os dejo también fotos de los diferentes días. 














Quitando el inconveniente del primer desayuno del sábado y de la primera comida del viernes, el resto de días nada que objetar al buffet. Mejor organizado y con más variedad, sobre todo para los chicos. 

El comedor sí que era bastante amplio, quizás deberían ampliar la zona donde estaba el buffet, porque en temporada alta, o bien controlan más la asistencia a través de las reservas, o las colas pueden ser kilométricas. 



En líneas generales lo que más nos gustó del hotel fue su ubicación (frente al mar), su diseño moderno y sus instalaciones (el spa, la piscina y el gimnasio). Las habitaciones amplias y sin ruido, el aire acondicionado funcionaba perfectamente, el cuarto de baño también era bastante amplio. La comida mejorable y sobre todo la organización. El personal atento y servicial. Un 8, aunque nos esperábamos algo más. 


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