Alejados de la pandemia en Fuerteventura - Día 5 y 6

Iba terminando nuestra aventura canaria y para el día de hoy no habíamos planificado ninguna salida, los chicos preferían pasar el día tranquilos disfrutando de las instalaciones del hotel aunque para ser sábado no había ninguna actividad programada. 

Bajamos a desayunar un poco más tarde de lo normal y pasamos la mañana en la piscina. El tiempo había mejorado un poco porque al menos no había tanto viento y de nuevo pudimos constatar que la norma de no reservar las hamacas con toallas no es una regla que algunas personas estén dispuestas a cumplir. 

Una buena comida de despedida puesto que al día siguiente solo tendríamos tiempo de desayunar en el hotel antes de volver a Madrid.

¡Qué peligro tienen los buffets! No sabe uno ni dónde elegir, bueno, en realidad sí, de todo, jajajaja

Después de comer los chicos se marcharon a la habitación a descansar, mientras que mami y papi decidieron darse una vuelta en coche hasta Morro Jable, una localidad a escasos kilómetros del hotel y de paso arriesgarnos a meternos en el agua si las condiciones nos lo permitían. 

Y bien que pudimos hacerlo. Además dimos una vuelta por el paseo marítimo y vimos el faro de la playa del Matorral. Una vez más, esas playas extensas de arena fina nos enamoraron. 

Paseando por Morro Jable, pudimos ver apenados cómo el coronavirus se estaba llevando vidas e ilusiones, negocios cerrados, hoteles prácticamente en ruinas, una zona que seguro que hacía un año habría estado con vida y con turistas, en plena pandemia estaba prácticamente vacía. 

Volvimos al hotel a hacer las maletas, última cena y un par de partidas de billar para despedirnos de nuestra estancia en el hotel. 

El último día de estancia en Fuerteventura no dio para mucho. Desayuno y un poco más de una hora de recorrido de vuelta al aeropuerto. Un gran acierto reservar el coche con Cicar, sin duda volveremos a hacerlo en cualquier viaje a las islas. A las 2 de la tarde tomábamos el vuelo de vuelta a Madrid, mangas largas, abrigos y el resto de las vacaciones nos esperaban con los brazos abiertos y de paso de nuevo la subida de casos de coronavirus que pudimos olvidar por unos pocos días en la preciosa isla de Fuerteventura. Esperemos volver pronto.