Blog Los viajes de Dora AN TÉ A BHÍÓNN SIÚLACH, BÍONN SCÉALACH - Día 8 ~ LOS VIAJES DE DORA
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AN TÉ A BHÍÓNN SIÚLACH, BÍONN SCÉALACH - Día 8

Nunca me han gustado las despedidas, aunque en el caso de Irlanda sé que más bien ha sido un "See you soon" pero el caso es que llegamos a nuestro último día de estancia en Dublín. Como nos recogen sobre las 2 y media del hotel, aún tenemos tiempo para arañar algunas horas por la ciudad. 

Bajamos a desayunar con suma tranquilidad y después ya dejamos las maletas en recepción para cuando ya llegue la hora de ir al aeropuerto. 

Los chicos están demasiado cansados de la paliza que les hemos dado en la semana y deciden quedarse en el hotel en recepción. Los papis salimos por la ciudad con un punto estrella en el recorrido: la iglesia de St. Michan a ver sus famosas momias. 





La iglesia de San Michan fue fuendada en el año 1095. Sin duda la joya de la iglesia es su cripta que se ve en visita guiada en inglés, pero no te preocupes si no tienes nivel alto de inglés, el guía es muy simpático y entre inglés, español, italiano, y muchos gestos, te enteras de la explicación. En la cripta se pueden ver momias que se han mantenido así por la temperatura y humedad de la misma. 







Una vez visita la cripta de la iglesia que era nuestro destino preferente en esta última mañana en Dublín, nos fuimos dando un paseo hasta  el Jardín del Recuerdo (Garden of Remembrance) que se inauguró para celebrar el 50 aniversario del Alzamiento de Pascua. 






     

     

Al fondo del parque se encuentra una escultura en bronce llamada "Children of Lir", en la que unos niños se convierten en cisnes, símbolo del renacimiento y la resurrección. 

Volvimos ya al hotel para recoger a los chicos e irnos a comer, cosa que hicimos en un restaurante de comida rápida muy cerca del hotel en O'Connell Street: Wings en donde lógicamente tomamos unas alitas, un sandwich y hamburguesa. 





Aún tuvimos tiempo para un café, mejor dicho, un barreño de café y a esperar en el hotel a que llegara nuestro transfer que fue muy puntual y además en vez de venir en un taxi normal como a la día, vino en furgoneta. Todo perfecto en el aeropuerto y de vuelta a casa. 




Y con esto terminó nuestra aventura en Irlanda en familia. Un año de cambios en el que nos hemos propuesto ir cumpliendo sueños viajeros. Ya lo hicimos en Bilbao visitando San Juan de Gaztelugatxe, en este viaje conociendo por fin Dublín y enamorándonos de Irlanda, y aún tenemos unos cuantos meses para seguir haciendo realidad algunos sueños más. Irlanda es un país que nos ha encantado, a donde sin duda volveremos a nuestro ritmo alquilando un coche para poder visitar toda la isla. Espero que os haya gustado esta aventura por Irlanda. 

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