Nuestro viaje en Semana Santa 2017: Día 3

Da gusto levantarse y desayunar unas cuantas risas y carcajadas, más tortitas, huevos fritos, bacon y demás bollos que nos habíamos llevado para este viaje. Teníamos que recargar las pilas para el día que nos esperaba que estaba lleno de muchos planes. 

Para empezar, teníamos reserva de una visita guiada por la localidad de Labastida pero como era a las 12:00, hora que habíamos acordado con la oficina de turismo por email, y en vista de lo rápido que nos habíamos preparado ese día, decidimos acercarnos a la Ermita de San Felices, votado el Mejor Rincón en 2014 en la Guía Repsol. A pesar de que nos habían confirmado en la oficina de turismo de Haro que la ermita estaba cerrada, de nuevo teníamos ganas de aventura.

Y afortunadamente el lugar no nos defraudó para nada. La ermita se ubica en los riscos de Bilibio y es donde se celebra todos los años la famosa mundialmente Batalla del Vino el 29 de Junio.

Llegas en coche hasta una zona de merendero donde hay mesas y barbacoas y luego hay que subir unas cuantas escaleras o bien por una rampa. Nosotros nos decantamos por las escaleras que están perfectamente acondicionadas, incluso para niños, tan solo hay que tener más cuidado en los dos últimos tramos, que son metálicas. 

Las vistas desde lo alto de los riscos y de los montes Obarenes. Precioso. Qué paz. 

Bajamos ya algo cansados, y tomamos dirección a Labastida. Aparcamos a la entrada al casco histórico y rápidamente llegamos al Ayuntamiento y a la Oficina de Turismo, en donde habíamos quedado con nuestra guía. No soy amante de las visitas guiadas, pero he de decir que en esta ocasión me encantó la explicación de Marta, nuestra guía. Nos hizo un recorrido muy completo por toda la villa y la visita fue muy amena. Por 4 euros por persona, merece la pena, sin duda. 

Empezamos la visita subiendo a la Ermita del Cristo, lástima que no pudimos ver la talla del cristo pues estaba siendo restaurado, pero las vistas desde lo más alto de la villa y las explicaciones de nuestra excepcional guía fueron más que suficientes para disfrutar del lugar. 

Nos contó la historia de la villa desde su fundación hasta hoy en día, cómo el rey le concedió un fuero, cómo se fue repoblando, cómo siempre había sido considerada lugar fronterizo y por lo tanto lugar de enfrentamientos entre los reinos de Navarra y Castilla, nos enseñó y nos mostró todos los alrededores de Labastida y finalmente cuando ya bajamos  a la plaza, entramos en la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, cuyo interior nos sorprendió gratamente. 

Así que desde el blog os recomendamos la visita guiada a Labastida, y agradecemos a Marta su buen hacer y su profesionalidad. 

Con la hora larga que había durado la visita, ya nos tocaba hora de comer, así que estuvimos buscando un restaurante pero como era domingo, casi todos los precios se disparaban, por lo que nos decantamos con tomar un suculento y enorme bocadillo de chorizo, panceta, lomo, de lo que fuera, con tal de reponer fuerzas. Riquísimo, por cierto.

Al ser domingo, las opciones a visitar se reducían bastante, afortunadamente la Catedral de Santo Domingo de la Calzada, en pleno Camino de Santiago, estaba abierta, así que nos dirigimos a esta localidad a dar un paseo por ella y de paseo visitar la catedral. Impresionante, lo más destacable, el féretro del santo y su torre exenta. 

A destacar también la Plaza principal de Santo Domingo. El cansancio iba haciendo mella en nosotros, pero aún les quedaban ganas a algunos de hacer el ganso, jejeje

Hora de volver a la casa rural, y foto de rigor de los 7 fantásticos. 

Qué rápido pasa el tiempo cuando uno está disfrutando a tope. Última noche en la Posada del Santo y a disfrutar de nuestro último día en La Rioja.