Blog Los viajes de Dora Los 7 fantásticos y el Capitán América visitan Oporto - Día 1 ~ LOS VIAJES DE DORA
Ir al contenido principal

Los 7 fantásticos y el Capitán América visitan Oporto - Día 1

Empezamos el relato de nuestro viaje por Portugal en donde visitamos Viseu, Aveiro, el castillo de Santa María da Feira, la impresionante iglesia de Válega y por supuesto Oporto, ciudad a orillas del río Duero, que nos cautivó. 

Como ya es una costumbre en los viajes de los 7 fantásticos, el día empezaba con un madrugón. Breve parada en Salamanca para recoger al Capitán América. 

Una vez que pasamos la frontera, por la autopista de camino a Viseu, aprendemos cómo funcionan los famosos peajes automáticos, de los cuales os damos una detallada explicación en otra entrada del blog. 

Llegamos a Viseu y aparcamos en un parking al aire libre situado al final de la calle Doutor Antonio José de Almeida en una glorieta donde hay una gran zona de aparcamiento. Y desde allí nos dirigimos por toda esa calle en dirección a la catedral de Viseu. 


Llegamos al Jardín de Maes, en donde se encuentra la Cámara Municipal de Viseu. Ya podemos ver los famosos azulejos de Portugal por todos los lugares. 





Subimos hacia la Catedral y llegamos a la Plaza en la que se encuentra junto con la Iglesia de la Misericordia. Por fuera impresiona más esta iglesia que la catedral. 





Accedemos en primer lugar a la Catedral, mucho más bonita por dentro que fuera y luego a la Iglesia de la Misericordia. 



Como el viaje se nos ha dado bien y tenemos la intención de comer en el propio Viseu, aún hay tiempo para seguir dando una vuelta por la ciudad. Así que con el mapa en la mano, seguimos descubriendo sus rincones. Me quedo con la calle principal, la Rua Direita, llena de tiendas y de restaurantes. De hecho comimos en uno de esa calle. 


     


En concreto en el restaurante O Pateo en la calle Rua Direita 48. Los mayores nos decantamos por el menú del día por 8,50 que incluía sopa, un plato de segundo y postre. 






Por el precio comimos bien y el lugar era decente, porque buscando llegamos a entrar en un comedor social del que nos salimos porque no nos gustaba el ambiente. 

Continúamos dando un paseo de vuelta al coche para seguir nuestro camino hasta Aveiro, segundo punto de este viaje por tierras portuguesas. Algunos todavía tenían ganas de hacer alguna que otra perrería, jejeje. 




Al llegar a Aveiro aparcamos justo frente al gran canal en el Cais de San Roque. 

En el mismo, ya pudimos ver alguno de los barcos moliceiros que hacen el recorrido por los canales. Aunque no teníamos la intención de montar en ellos, nos resultaron curiosos y muy bonitos.





Y aprovechamos un precioso puente para hacernos unas cuantas fotos. 




Aveiro no es una ciudad con grandes iglesias o edificios históricos, pero tiene un encanto especial con sus canales y sus paz. Nos gustó mucho y aunque solo dispusimos de unas horas para pasear por sus calles, lo supimos aprovechar a fondo.














Sus plazas llenas de gente, su antigua fábrica de cerámica, su catedral y de manera especial, su estación de tren, impresionante con los azulejos.

Cenamos en el centro comercial Forum Aveiro con bastantes opciones de comida rápida, pizza, hamburguesas, bocadillos. Y después volvimos al coche para ya dirigirnos al hotel en donde pasaríamos una noches para continuar nuestro viaje a Oporto. 

Por la noche, la belleza de Aveiro se acentuaba aún más. 






Después de un suculento bocadillo en el Forum Aveiro, nos dirigimos al hotel, situado en la localidad de Fermentelos, a unos 20 minutos de Aveiro. El hotel correcto con un desayuno abundante y el persona amable y servicial. 







Comentarios