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Visita a Miravet

Durante Diciembre de 2015, y aprovechando unos días que pasamos en PortAventura conociendo la temporada de Navidad del parque, nos acercamos a la localidad de Miravet en Tarragona para nuestro paseo de siempre.

Miravet es un municipio de Cataluña, España. Perteneciente a la provincia de Tarragona, en la comarca de Ribera de Ebro, situado al sur de ésta, a la derecha del río Ebro, y en el límite con las de Bajo Ebro y la Tierra Alta.

Aparcamos el coche en el Camí de les Illetes, una calle muy cerca de las mejores vistas de la localidad de Miravet y con mucho aparcamiento gratis.

En cuanto llegamos al río, enseguida nos dimos cuenta de la belleza de esta localidad, sin duda, lo mejor de la misma, su emplazamiento, a orillas del río Ebro.











El monumento más destacado de Miravet es su Castillo, así que pusimos rumbo por calles empinadas y un camino no bien asfaltado, sino más bien difícil y rocoso, hasta la entrada del Castillo.

Pasamos por la Iglesia Vieja, templo renacentista, que se encontraba cerrada.


























Te aconsejo que durante la subida, te tomes tu tiempo para echar la mirada atrás, y contemplar la belleza del río Ebro. Tus piernas te lo agradecerán también.
















Fortaleza templaria del siglo XII, construida sobre un cerro que controla todo el territorio, el río Ebro que pasa por sus pies y domina toda la población de Miravet. En buen estado de conservación, siendo uno de los grandes ejemplos de su estilo en Europa occidental. Se pueden visitar las murallas y diferentes estancias como caballerizas, cisterna, cocina, refectorio, almacenes o la importante iglesia románica. Está gestionado por el Museo de Historia de Cataluña.

Encima de un acantilado los árabes decidieron establecer el pueblo de Miravet, y coronando el risco un imponente castillo, convertido en fortaleza-monasterio por los templarios tras su conquista en 1153.

Construido sobre un poblado íbero y sobre la antigua fortaleza musulmana, el conjunto de los siglos XII y XIII está considerado uno de los mejores ejemplos de arquitectura románica de transición, religiosa y militar, de la Orden del Temple, en todo Occidente. Fue sede de los templarios en la Corona de Aragón y ente 1307-1308 sufrió un largo asedio a manos de Jaime II.

La Orden del Temple fue eliminada y el castillo pasó a manos de los hospitalarios, señores del castillo hasta la desamortización de Mendizaval en 1835. El castillo tiene un buen estado de conservación, a pesar de las numerosas guerras que han sucedido, Guerra de los Segadores, Guerra de Sucesión, Guerra de la Independencia, Guerras Carlistas y la Batalla del Ebro; además de intentos de demolición.

Pero el castillo de Miravet ha superado estos conflictos y hoy en día aún podemos verlo en majestad, siendo uno de los monumentos más visitados de las Tierras del Ebro.

Guía de la visita

Recinto inferior

El recinto inferior es la antesala del castillo propiamente dicho.




Caballeriza

Los templarios concedían una gran importancia a los caballos y a sus usos bélico y agrícola. Aunque no se sabe cuál fue el uso de este espacio en la época templaria pues pudo ser un gran almacén.


Terraza inferior

El recinto inferior está dividido en tres terrazas para salvar los desniveles. En la inferior se situaban diversas edificaciones modestas, como almacenes y corrales, probablemente hechas de madera y donde también se encontraban un huerto y un olivar destinados al consumo interno de los habitantes del castillo.


La torre

Además de las cinco grandes torres que defienden el recinto superior, el castillo disponía de cuatro torres más para defender la cara norte del recinto inferior, que estaba protegido por los acantilados del lado del río. Una de ellas se sitúa en la terraza inferior. Su función principal es la cobertura del camino que conduce a la puerta de entrada al recinto.




Terraza Sur

Esta terraza tiene tres funciones principales. La primera era salvar el creciente desnivel, la segunda, impedir el acceso a la fortificación desde el acantilado y la tercera, comunicar con la terraza inferior del castillo.




Recinto superior

El recinto superior es el castillo propiamente dicho y el reducto principal de defensa. Su construcción se estructura en torno a un patio en el que se construyeron las edificaciones anexas, de forma que estas forman un bastión inexpugnable.


Cuerpo de guardia

La única entrada al recinto superior está formada por un pasadizo que a su derecha forma una rampa cubierta con bóveda de cañón que conduce al patio de armas. A su izquierda se encuentra el pequeño cuerpo de guardia.


Cisterna

El carácter roquero de la inmensa mayoría de castillos catalanes impedía la excavación de pozos, de forma que el abastecimiento de agua se confiaba a grandes cisternas talladas en la roca, destinadas a recoger el agua de lluvia.


Patio de armas

El patio de armas era el espacio a partir del que se estructuraba la vida del castillo. Servía de comunicación entre las diversas partes del recinto superior. En el ala norte y en el piso superior de la galería, se observan las ventanas de la cámara del comendador, que actualmente no se visita.


Cocina

La cocina tuvo una importancia capital en la vida cotidiana de la comunidad templaria. Aquí se preparaba la comida para los caballeros, los sargentos y el personal adscrito al castillo, como los criados o los esclavos.


Refectorio

Esta gran sala cubierta con bóveda de cañún apuntada fue con toda seguridad utilizada como comedor durante el periodo templario.

    

Granero

La alimentación en la edad media tenía una fuerte base cerealística, de ahí que en todo castillo existiera una construcción dedicada exclusivamente a la protección del grano, ya fuera de las inclemencias del tiempo o de los animales.


Almacén

Este almacén es, junto con la bodega y el granero, una de las estancias inferiores del edificio donde se encontraba la cámara del comendador. Allí debían de guardarse las rentas que la señoría de Miravet percibía de los payeses de su término, posiblemente comestibles salados. El almacén está también cubierto con bóveda de cañón de medio punto.




Bodega

Esta gran estancia era llamada bodega en el siglo XVII, aunque por aquel entonces servía principalmente de prisión. Los reos recibían la comida mediante una trampilla situada en el techo. Como bodega, debía de albergar las botas y los lagares destinados al vino,que en la edad media era un complemento dietético inestimable.




Galería

Antiguamente, a semejanza de otras fortificaciones, a esta galería se accedía desde el patio, a través de una escalinata de madera que se podía desmontar para facilitar la defensa de la planta noble donde se encuentra la iglesia. La galería servía de pequeño claustro y aportaba iluminación a la entrada del templo.




Iglesia

La regla templaria establecía diversas horas canónicas y misas que tenían que cumplir en la iglesia conventual. Según documentos, estaba dotada de ricos elementos litúrgicos, pero tenía que ser muy austera. Posteriormente se utilizó como santuario consagrado a Nuestra Señora de Gracia, cuyo altar barroco estuvo bajo su advocación, actualmente desaparecido.

De planta basilical, la nave está cubierta con bóveda de cañón ligeramente apuntada. En el ábside, de forma semicircular, se encuentran la sacristía y el acceso a un estrecho pasadizo que llevaba a la torre del Tesoro.






Azotea

Actualmente muy rehecha, sirvió especialmente como punto de observación, construcción defensiva y canal de comunicación entre las otras defensas superiores.

Sus muros probablemente estaban dotados de troneras, desde las que se podían batir todas las inmediaciones del castllo.




Cisterna

Esta cisterna, de la que sólo podemos observar el orificio de entrada, tiene unas dimensiones mucho más grandes que la que se sitúa bajo la cocina.


Muralla

Se pueden distinguir tres tipos de muralla, la primera es la del recinto superior, la segunda es la que protege el lado norte del recinto inferior,y el tercer tipo es el muro que cubre las vertientes próximas al acantilado, mucho más débil y en algunos lugares ya desaparecido.


A lo largo de la visita del Castillo, de nuevo, uno de los puntos fuertes de la misma, son las vistas del río Ebro y de toda la localidad de Miravet. Impresionantes.












Terminamos ya nuestra visita a Miravet, bajando desde el castillo y volviendo sobre nuestros pasos por el centro de la villa, hasta el coche. Una última vista a la silueta de Miravet sobre el Ebro antes de continuar con nuestro siguiente destino.













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