Blog Los viajes de Dora Colegiata de Santillana del Mar ~ LOS VIAJES DE DORA
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Colegiata de Santillana del Mar

La transformación del antiguo monasterio en Colegiata se produce a mediados del siglo XII, época en que se edifica el templo actual, en estilo románico, que es el más amplio de la cornisa cantábrica. Su estructura de tres ábsides y tres naves sigue el modelo de Frómista (Palencia) y del románico internacional que penetra en Castilla por el Camino de Santiago.

La estructura de su portada, capiteles y canecillos evocan los temas fundamentales de la religiosidad medieval, en particular la lucha entre el Bien y el Mal y la necesidad de la penitencia y el perdón para salvarse de las penas del infierno. Este mensaje se muestra a través de alegorías y símbolos animales (leones, pelícanos, palomas, cuervos, serpientes, cabras....) y vegetales (manzanas, helechos, acanto, lirios, vid, uvas, piñas...) así como algunas escenas humanas.


Entrada.

La portada románica con arquivoltas sobre capiteles figurados muy toscos y erosionados une el templo con el atrio (antiguo cementerio), cuyos leones fueron tallados por un artista local en el siglo XVI.



    







Frontis.

El Pantocrátor y los apóstoles coronan la portada románica y sobre ellos la imagen de Santa Juliana en una hornacina barroca.






Claustro

El claustro, adosado a la fachada norte de la iglesia, muestra en sus 42 capitales de variada temática una completa evolución de la escultura románica.

Su importancia a nivel internacional radica en que su escultura muestra una síntesis de la iconografía románica: temas de procedencia oriental, animales fantásticos, temas bíblicos, profanos, entrelazos geométricos árabes y normandos y simbología vegetal.








Capiteles.

Los valiosos capiteles románicos del claustro muestran motivos decorativos, figurados, geométricos y vegetales, destacando los temas bíblicos junto a temas profanos o alegóricos.






























El esquema constructivo responde al de una iglesia de tres naves de cuatro tramos y transepto, tres ábsides semicirculares, una torre cilíndrica, y cimborrio sobre el crucero.




El retablo mayor es una excelente obra de estilo hispano-flamenco de finales del XV, con tablas pictóricas relativas al martirio de la santa y esculturas de apóstoles y evangelistas.


En el coro se conserva un notable órgano barroco y en la capilla bautismal, además de la pila románica, un excepcional pantocrátor realizado en torno al año 1200.








En el centro del crucero se erige el sepulcro de Santa Juliana, cuyas reliquias se guardan en la arqueta del retablo con los escudos de la Casa de la Vega.

Se puede visitar de martes a domingo 10:00 a 13:30 y de 16:00 a 19:30.

Coste de la visita 3€.

Absolutamente recomendable, en concreto el claustro. Esos capiteles románicos tan bien conservados son una prueba viva de nuestro pasado. Impresionante.

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