Blog Los viajes de Dora Santuario de Covadonga en Cangas de Onís ~ LOS VIAJES DE DORA
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Santuario de Covadonga en Cangas de Onís

A unos 11 km de Cangas de Onís se encuentra el Santuario de Covadonga. Es un lugar de gran significado para los asturianos donde se unen naturaleza, religión e historia.

El complejo consta de la Basílica de Covadonga, la cueva con una pequeña capilla en su interior, algunos edificios eclesiásticos y diversos estableciemientos hosteleros. Además de un aparcamiento que en días con gran afluencia se queda pequeño.

Basílica de Santa María la Real

La Basílica de Santa María la Real es un templo religioso de culto católico romano situado en Covadonga, Principado de Asturias (España), declarado como Basílica el 11 de septiembre de 1901.

El templo fue ideado por Roberto Frassinelli y levantado entre 1877 y 1901 por el arquitecto Federico Aparici y Soriano, de estilo neorrománico, construido íntegramente en piedra caliza rosa.

La basílica presenta una gran unidad estilística, dentro de los cánones del estilo neorrománico en el que fue concebida. El edificio se asienta sobre una gran terraza. Presenta tres naves, la central notablemente más alta que las laterales, con transepto y cabecera rematada por tres ábsides escalonados; las naves se cubren por bóvedas de arista. La fachada principal llama la atención por las esbeltas agujas que rematan las torres. El acceso se forma por un pórtico adelantado a la nave, con tres arcadas de medio punto. En todo el edificio destaca la tonalidad rosácea por el tipo de piedra caliza que contrasta con el verde del paisaje.

En el interior, destaca la imagen de Nuestra Señora, que recibe culto en el altar mayor, obra del escultor decimonónico Juan Samsó.

Horario ininterrumpido de 9:00 a 18:30 horas.



    


  • 1 Santa Cueva
  • 2 Basílica
  • 3 Museo
  • 4 Oficina de información
  • 5 Viviendas de los sacerdotes
  • 6 Oficina de correos
  • 7 Escolanía
  • 8 Aparcamientos
  • 9 Servicios (W.C.)
  • 10 Oficina guardia civil
  • 11 Merendero
  • 12 Campana Monumental
  • 13 Fuente del león
  • 14 Fuente de los 7 caños
  • 15 Hotel-Cafetería
  • 16 Estanque
  • 17 Casa de Ejercicios
  • 18 Colegiata San Fernando
  • 19 Monumento Rey Pelayo
  • 20 Estación de autobuses
  • 21 Entrada de los leones
  • 22 Casa Póveda. Ins.Teresiana
  • 23 Antiguo mesón
  • 24 Carretera a los Lagos
  • 25 Carretera a Cangas de Onís
  • 26 Parque del Príncipe


    







     

     




Santa Cueva

El origen de la Cueva como lugar de culto es controvertido. La tradición afirma que don Pelayo, persiguiendo a un malhechor que se habría refugiado en esta gruta, se encuentra con un ermitaño que daba culto a la Virgen María. El ermitaño ruega a Pelayo que perdone al malhechor, puesto que se había acogido a la protección de la Virgen, y le dice que llegaría el día en que él también tendría necesidad de buscar amparo en la Cueva. Algunos historiadores dicen que lo más verosímil es que Pelayo y los cristianos, refugiados en la Cueva de los musulmanes, llevaran consigo alguna imagen de la Virgen y la dejaran allí después de su victoria en la Batalla de Covadonga.

Las crónicas musulmanas sobre la Batalla de Covadonga dicen que en esta Cueva se refugiaron las fuerzas de Pelayo, alimentándose de la miel dejada por las abejas en las hendiduras de la roca. Las crónicas cristianas afirman que la intervención milagrosa de la Virgen María fue decisiva en la victoria, al repeler los ataques contra la Cueva.

La primera construcción en la Santa Cueva data de tiempos de Alfonso I, el Católico quien, para conmemorar la victoria de don Pelayo ante los musulmanes, manda construir una capilla dedicada a la Virgen María, que daría origen a la advocación de la Virgen de Covadonga (conocida popularmente como la Santina). Además del altar a la Virgen se construyeron otros dos para San Juan Bautista y San Andrés. Alfonso I hace entrega de esta iglesia a los monjes benedictinos.

La Cueva estaba recubierta de madera pero en 1777 un incendio destruye la talla original de la Santina. La actual talla data del siglo XVI y fue donada al Santuario por la Catedral de Oviedo en 1778. La talla de la Virgen es de madera policromada, de dulces facciones, sostiene al Niño y una rosa de oro.

Durante la guerra civil la imagen de la Virgen desaparece, y es encontrada en la embajada de España en Francia en 1939. La capilla actual, de estilo neorrománico, es obra de Luis Menéndez-Pidal y Álvarez.

     















Museo

El actual museo acoge la mayor parte de las piezas expuestas en la exposición del año dos mil uno además de los fondos propios del museo.

Estructurado en diez apartados, el visitante podrá conocer, a través de pinturas, grabados, fotografías, imágenes, piezas de orfebrería, etc. El origen, evolución del Santuario y el amor de esta tierra a la Santina.



     


La Colegiata

El edificio más antiguo del Santuario de Covadonga, de planta rectangular distribuido en torno a un patio, con una torre cuadrada, bóveda de crucería y coro. Fue construida durante los años 1.585 a 1.599, siendo Obispo D. Diego Aponte de Quiñones.

En su claustro se encuentran los sepulcros de dos abades del S.XI.
También hay que destacar el retablo barroco de su Iglesia, procedente del Monasterio de Santa Maria de Valdedios.

Su interior no se puede visitar, pero se puede apreciar en el exterior su gran belleza que realzan los escudos y la fuente que adorna el patio de entrada.




Monumento a Pelayo

     

Fuente de los Siete Caños.  Construida por Luis Menéndez-Pidal Alvarez después de finalizada la Guerra Civil Española. El chorro que sale entre los brazos de la cruz cae sobre una pila hexagonal y por siete chorros cae a una balsa de piedra. La fuente recibe el nombre del matrimonio porque según una tradición recogida en el folclore popular asturiano dice " La Virgen de Covadonga tiene una fuente muy clara, la niña que de ella bebe dentro del año se casa".


Casa capitular


La Campanona, campana de tres metros de altura y 4.000 kilos de peso construida en 1900 en La Felguera, donada por el conde italiano Sizzo-Norris y Luis Gómez Herrero.


Puede que el interior de la Basílica no sea especialmente llamativa u ostentosa, pero lo que está claro es que no puedes dejar de paso la ocasión de visitar este lugar lleno de un aire místico y unos paisajes impresionantes.

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