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Visita a Santiago de Compostela

Nos centraremos en Santiago de Compostela y su maravillosa Catedral, archiconocida por ser el destino de todos los peregrinos que, después de largos días de viaje, llegan hasta la famosa Plaza del Obradoiro a darle las gracias a Santiago Apóstol por haberles permitido recorrer algún tramo o varios del Camino de Santiago.

Al no poder dedicar más de una mañana a la ciudad de Santiago de Compostela, me centraré principalmente en la Catedral.

Llegamos temprano por la mañana y aparcamos a las afueras del casco histórico para no tener que pagar aparcamiento. De camino a la Plaza del Obradoiro pasamos por la Iglesia de San Fructuoso que estaba cerrado porque sólo abre en horario de culto. Del siglo XVIII y de estilo churrigueresco fue proyectada por Lucas Ferro Caaveiro. La fachada está concebida para ser contemplada desde un plano superior, desde la plaza del Obradoiro, por lo que la decoración se concentra en la cornisa superior. Allí se sitúan las imágenes de las cuatro virtudes cardinales: Prudencia, Templanza, Justicia y Fortaleza. Completan la fachada un campanario adornado con volutas y pináculos y una hornacina con la imagen de la Virgen de las Angustias.



 

Llegando ya a la plaza, en el lado Norte de la misma se encuentra el Hostal de los Reyes Católicos también llamado Hospital Real, actualmente Parador Nacional de Turismo, que se empezó a construir después de la visita realizada por los Reyes Católicos a Santiago en 1486. Se inauguró en 1492.

Su función fue curar las heridas de los peregrinos que por la época recorrían el Camino de Santiago y que en muchos casos llegaban en un estado lamentable, por lo que tenían que pasar varios días en el hospital antes de poder ir a la Catedral.

Ya existían en Santiago otros hospitales para peregrinos, pero se decidió erigir un nuevo más grande y más cerca de la Catedral para que los peregrinos sintieran la cercanía del Apóstol.

Posee una hermosa portada plateresca obra de los maestros franceses Martín de Blas y Guillén de Colás.

En las pilastras de esta portada podemos ver de abajo arriba, las figuras de Adán, Santa Catalina y San Juan Bautista en la izquierda y las de Eva, Santa Lucía y María Magdalena en la derecha.

En el friso de la puerta, estructurada a modo de arco triunfal romano aparecen alineadas las figuras de los doce apóstoles. En las pechinas sobre el arco admiraremos los medallones que recogen los bustos de los reyes Isabel y Fernando.

Sobre el friso, en el cuerpo superior se abre la ventana del Aposento Real, reservado para hospedar a los monarcas cuando acudieran a Santiago y flanqueada por las imágenes de Cristo, la Virgen, Santiago, San Juan Evangelista, San Pedro y San Pablo.

La portada está flanqueada por dos enormes escudos con las armas de Castilla.

Actualmente la entrada como turista cuesta dinero.

Visita Individual: Pueden visitarse los patios interiores y la capilla.

Horario:

Lunes a viernes, domingos: 12:00-14:00 / 16:00-18:00 h.
Precio: 6 € <12 años: gratuito





El espacio interior está estructurado en una planta rectangular con cuatro patios. El más artístico de estos patios es el primero que encontramos entrando a la izquierda, en el que destaca sobre todo, la puerta que conduce a la antigua sala de San Luis. El interior del Hostal alberga una hermosa capilla ojival, declarada Monumento Nacional en 1912. La parte más interesante de esta capilla de planta de cruz latina, situada entre los cuatro patios, es el crucero al que se accede a través de un enrejado de hierro de hermosa factura, obra del cerrajero francés Guillén. La bóveda del crucero, confeccionada en piedra litográfica de Coimbra, es de una bellísima filigrana.



 





 

Pazo de Raxoi. Se sitúa en la Plaza del Obradoiro justo frente a la catedral, y en la actualidad es la sede del ayuntamiento de Santiago y del gobierno autonómico. Responde por completo al corte neoclásico francés. Su fachada principal se estructura siguiendo un esquema simétrico ordenado a través de un frontón central triangular y dos frentes semicirculares laterales que descansan sobre columnas jónicas. El frontón central posee un relieve en el que se representa la batalla de Clavijo y que cubre el tímpano sobre el que se asienta la figura de Santiago 'O Matamouros' esculpida por José Ferreiro.

El edificio fue obra de un ingeniero francés del siglo XVIII y su construcción se debe a un encargo del arzobispo de Compostela Bartolomé Raxoi y Losada.




El colegio de San Jerónimo fue construido en el siglo XII por orden del arzobispo Alonso III de Fonseca y originalmente no estaba situado en esta plaza. Era una residencia para estudiantes sin recursos económicos, pero durante la expansión del monasterio de San Martín Pinario, los monjes benedictinos lo compraron y lo dedicaron a la oración. El nuevo edificio fue construido en la Plaza del Obradoiro en el siglo XV.

La portada, ricamente decorada, presenta las imágenes de Santiago, San Juan y San Francisco a la izquierda y las de San Pedro, San Pablo y San Mauro a la derecha. Presiden la arquivolta las representaciones de Sta. Ana, la Virgen y el Niño. En el tímpano aparece la Virgen con el Niño apoyada en una media luna y un Ánel a su lado con el escudo del arzobispo Fonseca.



   

La Plaza del Obradoiro (obrador en gallego) es sin duda el símbolo de Santiago de Compostela y una de las plazas más emblemáticas del mundo, no sólo por la majestuosidad de los edificios que la rodean si no por su significado como punto final del Santiago de Compostela.

La historia de la plaza del Obradoiro comienza sobre al año 1100, cuando el arzobispo Gelmirez decide trasladar la diócesis a Santiago y construir una gran basílica románica sobre la iglesia que guardaba los restos del apóstol Santiago. A partir de ese momento, la gran plaza se usa como almacén y taller para los materiales necesarios en la construcción de los emblemáticos edificios que la rodean.

El centro de la plaza está marcado con el kilómetro cero del camino de Santiago, y es allí donde se pueden encontrar peregrinos visualmente emocionados al acabar su largo camino. Otros peregrinos optan por sentarse en algunos bancos de piedra a los lados del palacio de Raxoi, recogidos en sus pensamientos u observando el bullicio de la plaza. Pero lo que es seguro, es que todos los visitantes cuando llegan a esta plaza por primera vez, alzan la cabeza hacia las torres de la catedral y quedan asombrados por un momento ante su belleza.


Palacio de Fonseca. Actualmente Biblioteca Xeral de la Universidad, es un edificio renacentista del siglo XVI, realizado por maestros de la escuela castellana. Fue la primera sede dela Universidad de Santiago, fundada por Alonso III de Fonseca en 1495. La fachada es renacentistta, de columnas jónicas, entre las cuales se haya un balcón con un escudo de piedra con cinco estrellas en su interior.

En el interior destacan su claustro, su capilla y su Salón de Grados. En el centro del claustro hay una escultura dedicada al fundador Alfonso III, en medio de los jardines.








Monasterio de San Martiño Pinario. Situado en la Plaza de la Inmaculada y fundado por un grupo de benedictinos que poco después del descubrimiento de los restos del Apóstol se establecieron en el lugar llamado Pignario, donde celebraban sus oficios. El mayor desarrollo comienza cuando en 1494 pasa a depender de la congregación benedictina de Valladolid. El monasterio es de gran sencillez y frialdad de líneas, sólo interrumpidas por la fachada.

Ésta se divide en tres partes con un eje central flanqueado por dos grandes lienzos de cuatro pisos. La portada enmarcada por severas columnas dóricas acoge a San Bieito, rematando con la estructura añadida de Fernando de Casas en la que está el escudo de España entre vieiras y la figura de San Martiño de Tours.




Iglesia de San Francisco

El Convento de San Francisco de Valdediós fue fundado por San Francisco de Asís en su visita a Santiago de Compostela en 1214, en el lugar de Val de Dios.

Del edificio original sólo se conservan cinco arcos góticos en el claustro y el sepulcro de Cotolay. El actual templo barroco se construyó entre 1742 y 1749 y es de gran simplicidad y pureza formal. Posteriormente una reforma neoclásica retocó la fachada, que cuenta con una imagen de San Francisco realizada por el escultor Ferreiro.



 


Catedral de Santiago de Compostela. Empezaremos describiendo cada una de las fachadas de la misma, para pasar posteriormente a describir el interior.

Fachada Plaza del Obradoiro. Para proteger el Pórtico de la Gloria del deterioro que estaba sufriendo por las inclemencias meteorológicas, en el siglo XVIII se decidió construir la actual fachada barroca, obra de Fernando de Casas Novoa. La fachada tiene unos grandes huecos acristalados que permiten iluminar la antigua fachada románica. Arriba, en el centro está Santiago Apóstol. Un nivel más abajo, sus dos discípulos, Atanasio y Teodoro, todos vestidos de peregrinos. En medio, la urna (representación del sepulcro encontrado) y la estrella (representación de las luminarias que vio el ermitaño Pelayo) entre ángeles y nubes. En la torre de la derecha está María Salomé. En la torre de la izquierda, el Zebedeo.


Fachada Plaza de Platerías. La plaza de Platerías está delimitada por la catedral y el claustro en dos de sus lados. Tiene dos puertas románicas, con tímpanos historiados. En el tímpano de la izquierda nos encontramos con un relieve de la Tentación de Jesús en el desierto. Relieve de una mujer semidesnuda que lleva una calavera en su regazo. Se puede referir a una leyenda de origen templario y tal vez de raíces cátaras. La leyenda dice que hubo una vez una doncella que quedó preñada aún cuando ella aseguraba que no había tenido contacto con varón. Sus padres la mataron para ocultar la vergüencza y la enterraron y una vez enterrada parió una cabeza parlante que predecía el futuro de los humanos. Esta figura no está orando de rodillas sino que está sentada sobre dos leones.

En el tímpano de la derecha hay escenas de la Pasión y la Adoración de los Reyes Magos.


Esta fachada tiene adosada a su izquierda la Torre del Reloj, también conocida  por Torre de la Berenguela (en recuerdo de quien la mandó construir, el arzobispo Berenguel de Landoria). Es una torre con una base de construcción románica a la que el arquitecto Domingo de Andrade añadió importantes modificaciones, convirtiéndola en una de las obras más señaladas del barroco compostelano.


Fachada norte o de la Azabachería. Esta fachada, antiguamente, Puerta del Paraíso, es por la que entraban los peregrinos. Corresponde a la zona norte de la Catedral, y fue, durante mucho tiempo, la puerta principal del templo. En la plaza, los peregrinos lavaban sus manos y harapos. El nombre de esta fachada viene dado por el gremio de los "azabacheros" en cuyo material Compostela era destacada.




Fachada este o de la Quintana. Tiene dos puertas. La Puerta Santa, generalmente cerrada con una reja. Fue una de las siete puertas menores y estuvo dedicada a San Pelayo. La función que tiene ahora data del siglo  XVII, cuando se concedió a la catedral el privilegio del jubileo. Sobre la puerta está Santiago y a sus costados sus discípulos Teodoro y Anastasio. A ambos lados de la puerta están colocadas veinticuatro figuras sedentes de Apóstoles, patriarcas y profetas, todos ellos procedentes del coro románico del maestro Mateo, que fue desmantelado. Por esta puerta de accede a un pequeño patio y al fondo está la verdadera Puerta Santa por la que se entra al ábside. Se abre el 31 de diciembre del año anterior al Año Santo. El privilegio del Año Santo data del siglo XII, mediante bula del papa Alejandro III, sobre una idea anterior del papa Calixto II, y se celebra cada vez que el 25 de julio (festividad de Santiago) coincide en domingo. Y la Puerta Real, se llama así por el escudo real que tiene sobre ella.




Interior. El interior del templo se divide en tres naves. La central posee un ancho de 10 metros y alcanza una altura de 2, cubriéndose con bóveda de cañón. Las naves laterales, de menor altura y unos 5 metros de anchura lo hacen con bóvedas de aristas. Sobre dichas naves laterales se alzan tribunas que asoman a la nave central mediante arcos geminados. Sus vanos exteriores proporcionan iluminación a la parte superior de la nave central, lo que contrasta con la mayor penumbra de la zona inferior.

  


Capilla de Santa Fe. Capilla de planta octogonal. El retablo, renacentista, se relaciona con Juan de Álava. Está presidido por la Virgen del Buen Consejo, con Santiago y San Bartolomé a sus  lados.


Capilla de Mondragón. Fundada en 1521 por el canónigo Juan de Mondragón. Destaca el retablo que preside la capilla, obra sevillana de Miguel Perrín de 1526, realizado en terracota representando la Lamentación ante Cristo muerto.


Capilla de San Pedro. Destacan las pinturas murales de 1571 aparecidas tras una restauración en 1998.


Capilla del Salvador. El retablo, de piedra policromada, es obra de Juan de Álava del 1532. Lo preside una imagen gótica del Salvador enseñando sus llagas.


Capilla de los España o de Nuestra Señora la Blanca. Fundada por Juan de España a finales del siglo XIII. La imagen barroca de Nuestra Señora la Blanca fue realizada por Gregorio Fernández en 1744.


Capilla del "Sancti Spiritus". Capilla vinculada a la familia Moscoso. El retablo barroco de la Soledad está presidido por una imagen de la Virgen realizada en taller madrileño en 1666.


Capilla del Pilar. Inicialmente concebida como nueva Sacristía de la Catedral, Domingo de Andrade inició su construcción. Fernando de Casas le sustituyó en 1711; y dos años después, el arzobispo Monroy decidió cambiar la Sacristía por la Capilla del Pilar, asumiendo los costes. En 1719 finaliza la construcción, cuya ciudad decoración no finaliza hasta 1723.




Capilla Mayor. Aunque con abundantes modificaciones, la Capilla Mayor mantiene su estructura románica, condicionada por la ubicación en la parte inferior, de la tumba de Santiago Apóstol. En la actualidad la Capilla está protagonizada por dos elementos principales: El platal barroco realizado por el salmantino Juan de Figueroa a finales del siglo XVII. El conjunto enmarca la imagen pétrea de Santiago Sedente, obra del taller del Maestro Mateo de principios del siglo XIII, revestido con la esclavina de plata, al que los peregrinos y fieles abrazan accediendo por las escaleras situadas en la girola; y el Baldaquino, sustentado por ángeles, es obra de Domingo de Andrade.







 

Tumba de Santiago Apóstol. Los discípulos de Santiago metieron su cuerpo en un sarcófago de mármol y éste en una barca cuyo único timonel era Dios. La embarcación surcó el mar hasta Gallaecia y remontó el río Ulla hasta llegar al puerto de Iria Flavia, capital de esta provincia romana. Allí enterraron su sarcófago en el cercano bosque de Liberum Donum. Pero su tumba fue olvidada hasta que, en el año 813, el eremita Pelayo vio un resplandor en el campo, en el lugar donde se encontraba la tumba del Apóstol. Se iluminó con el brillo de una estrella, hecho del que derivó el nombre del Campus Stellae (Compostela). Pelayo avisó al obispo de Iria Flavia, Teodomiro, que destapó el sarcófago. En la lápida había una inscripción que indicaba quién se encontraba allí enterrado. El obispo confirmó que verdaderamente se trataba del Apóstol Santiago. Informaron del hecho al rey Alfonso II, que acudió al lugar y proclamó al Apóstol Patrono del Reino, y construyó allí un santuario. Hoy es la Catedral de Santiago de Compostela.


Los órganos. Ocupan la parte alta de los primeros tramos de la nave, sobre el espacio en el que se encontraba el Coro Catedralicio. Fueron realizados entre los años 1705-1709 por Miguel de Romay y Antonio Alfonsín, condicionados por premisas y soluciones aportadas por Domingo de Andrade.


Botafumeiro. El término en gallego "Botafumeiro" significa "el que echa humo" y se refiere al gran incensario existente en la Catedral compostelana. La primera referencia documental que se tiene del Botafumeiro es una anotación en una hoja del Códice Calixtino.

A lo largo de la historia hubo varios botafumeiros; actualmente hay dos ejemplares, uno en latón que data del 1851 y es obra de José Losada, que sustituyó al robado durante la ocupación francesa y es el que se utiliza habitualmente. El segundo es una réplica en plata del anterior y fue regalado al Apóstol por los Alféreces Provisionales en 1971. Únicamente se coloca en el crucero de la Catedral cuando funciona, guardándose habitualmente en la Biblioteca Capitular. Se utiliza en las solemnidades litúrgicas de la Catedral, durante la procesión de entrada, o al finalizar la Eucaristía. Simboliza la verdadera actitud del creyente. Así como el humo del incienso sube hacia lo alto, las oraciones de los peregrinos deben alzarse hacia el corazón de Dios. Y así como el olor del incienso perfuma la basílica, el cristiano con sus virtudes debe impregnar del buen olor de Cristo, la sociedad en la que vive.

 

Capilla de Nuestra Señora de la Corticela. Antigua fundación, del siglo IX, originariamente separada de la Catedral  y actualmente unida por un corredor del siglo XVIII; la capilla fue reedificada en 1213 en relación con el taller del Maestro Mateo, destacando su portada, presidida por una Epifanía. Sustituyendo a la Capilla de San Nicolás, es la parroquia de extranjeros desde 1527.

  

Horario:

De Lunes a Domingo
Horario ininterrumpido
De 7:00 a 21:00

Pórtico de la gloria. Desgraciadamente no pudimos disfrutar de esta maravilla del arte románico, pues en las fechas en las que visitamos la Catedral de Santiago de Compostela, el Pórtico estaba en proceso de restauración.


Cripta del Pórtico de la Gloria. Situada bajo las escalinatas de la fachada del Obradoiro, fue construida por el Maestro Mateo dentro del completo programa iconográfico desarrollado en el Pórtico, salvando así el importante desnivel de la catedral con la plaza. Así mismo se exponen obras escultóricas y la reconstrucción de los instrumentos del Pórtico de la Gloria.


Museo - Tesoro. Ocupan cuatro plantas del lienzo occidental del Claustro catedralicio. Se realiza un completo recorrido por la historia y testimonios artísticos de la Catedral, desde las primeras basílicas y los restos arqueológicos, el románico, la obra del Maestro Mateo, con la reconstrucción del Coro Pétreo de la Catedral.



 

Claustro renacentista. Data del 1521 al 1590 y es obra de Juan de Álava y Rodrigo Gil de Hontañón.



 

 

En la Capilla de las Reliquias y Panteón Real se encuentran las tumbas reales esculpidas en los siglos XII y XIII con sorprendente realismo, en la que están enterrados varios reyes, entre ellos Alfonso IX de León y Doña Berenguela.

 


Horario del museo:

JUNIO - SEPTIEMBRE: Lunes - Sábado de 10:00 a 14:00 y de 16:00 a 20:00 h. Domingo de 10:00 a 14:00 h.
OCTUBRE - MAYO: Lunes - Sábado de 10:00 a 13:30 y de 16:00 a 18:30 h. Domingo de 10:00 a 13:30 h.

Tarifa general: 5€
Tarifa reducida: 3€
Entrada gratuita el 18 de mayo.
El museo cierra los días 1 de enero, 6 de enero, 25 de julio, 15 de agosto y 25 de diciembre.
El museo cierra por la tarde los días Jueves Santo, Viernes Santo, Martes de Carnaval, 19 de marzo, 1 de noviembre, 8, 24 y 31 de diciembre.


Visita a las cubiertas:

1.- Introducción

Las cubiertas de la Basílica Compostelana fueron, -desde los orígenes del edificio-, de granito y escalonadas; a las que se podía acceder a través de las torres de la fachada medieval del Maestro Mateo. (Solamente a finales del s. XVIII- comienzos del XIX fue cubierta de teja; devolviéndosele su carácter pétreo a mediados del s. XX). Forma parte del bello y ejemplar paradigmático templo románico, al que los siglos han ido revistiendo de un excepcional ropaje gótico, renacentista y, de modo especial, barroco.

Subir a las cubiertas del Santuario Jacobeo es tener acceso a un lugar privilegiado desde el cual se pueda rematar la visión de la Basílica, y, al mismo tiempo, contemplar Compostela: sus orígenes, evolución y crecimiento, así como el amplio panorama de la comarca que la rodea, del que forman parte las históricas montañas, llenas de tradiciones jacobeas y de la peregrinación.

Dice Aymerico Picaut, en el Codex Calixtinus, que el que esté melancólico, si sube a lo alto, bajará alegre.

Mirador excelente, -que desborda los sentidos con el disfrute de tanta belleza-, sirve también para introducir al visitante a la reflexión de los hechos históricos y artísticos, desde la Tumba del Apóstol Santiago el Mayor.

2.- Proyecto

Durante los últimos años, con múltiples experiencias acumuladas, ha ido tomando forma la posibilidad de ofrecer una visita de manera organizada.

El proyecto de apertura de las cubiertas al público que el Cabildo ha hecho, supone una rehabilitación y conservación de estos espacios: torres y cubiertas, y, al mismo tiempo, facilita el acceso y seguridad del gran público, con el intento de regular de manera conveniente esta demanda social, ofreciendo una visita inolvidable.

2.1- Características de la visita

Las visitas serán guiadas, en grupos de 25 personas como máximo.
Está prevista la atención a grupos muy numerosos como: congresos, convenciones; y a todos aquellos casos puntuales para los que sean necesarias respuestas específicas.

2.2.- Itinerario

El acceso se hará desde el Palacio de Gelmírez (Obradoiro), para continuar la ascensión a través de la Torre de la Carraca, pasando sobre el Pórtico de la Gloria y subiendo los últimos tramos a través de la Torre de las Campanas. De ahí se saldrá a la Cubierta, en donde se realizará un recorrido perimetral, descendiendo, finalmente, por la Torre de la Carraca, con salida por Gelmírez.

2.3.- Contenidos

Se adecuarán a las distintas tipologías de público y exigencias, según su edad y grado de formación.

Se contempla la posibilidad de la subida de niños, bajo la responsabilidad de los padres o acompañantes.
Duración de la visita: unos 45 minutos.

2.4.- Horario y venta de entradas

De lunes a domingo, habrá visitas cada hora entre las 10:00 y 14:00, y las 16:00 y 20:00 horas.

Se dispondrá de los medios necesarios para la reserva telefónica, así como para la atención y venta directa (en el Palacio de Gelmírez).

2.5.- Precio

Entrada General: 10 . Reducida (estudiantes y jubilados): 8 .

Modalidades de visita guiada:

1. Colección permanente
Entrada general: 6 euros. Reducida: 4 euros (*)
2. Colección permanente + Pórtico de la Gloria
Entrada general: 10 euros. Reducida: 8 euros (*)
3. Excavaciones arqueológicas
Entrada general: 10 euros. Reducida: 8 euros (*)
4. Cubiertas de la Catedral
Entrada general: 12 euros. Reducida: 10 euros (*)
5. Colección permanente + Cubiertas.
Entrada general: 15 euros. Reducida: 12 euros (*)
6. Tribuna de la Catedral.
Entrada general: 10 euros. Reducida: 8 euros (*)

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