Monasterio de Santa María de Palazuelos en Cabezón de Pisuerga

Santa María de Palazuelos o Nuestra Señora de Palazuelos fue un monasterio cisterciense del primer tercio del siglo XIII, construido en el valle del río Pisuerga, muy cerca de su orilla derecha, en lo que fue la villa de Palazuelos —hoy despoblado—, entre los términos actuales de Corcos del Valle y Cabezón de Pisuerga (provincia de Valladolid, España).

Aprovechando nuestra visita a Valladolid en Semana Santa, nos acercamos a este monasterio cisterciense, que en estas fechas abría todos los días por el programa de Castilla y León: Abrimos en Semana Santa.

Y la verdad es que la visita fue muy agradable. Es visita guiada, ya que el monasterio está en obras de restauración.

Los edificios monásticos se extendían hasta casi llegar a la orilla derecha del río Pisuerga. De todos ellos no queda en pie más que la iglesia, muy mutilada, y algún vestigio de lo que allí hubo. La iglesia fue convirtiéndose en ruina poco a poco, sobre todo durante la segunda mitad del siglo XX pues hasta entonces y a partir de la Desamortización sirvió como parroquia y se mantuvo abierta al culto todos los días festivos, a pesar de que la villa de Palazuelos no existía ya como tal y el lugar se había transformado en despoblado, apareciendo en los documentos como «Granja de Palazuelos». Incluso en 1931 se declaró como Monumento Histórico.

El ábside central tiene una bóveda gótica en cuyo centro se destaca una clave a la que llegan las nervaduras.

Hay 2 escudos del emperador Carlos I pintados en el primer tramo recto del presbiterio.

En el segundo tramo que limita con la nave sur se abre un gran vano de arco apuntado interrumpido por una columna, que correspondería a un arcosolio funerario. La arquivolta se apoya en unas pequeñas columnas cuyos capiteles están decorados con temas propios de un enterramiento: cabezas que se mesan los cabellos.

También podemos ver unas cuantos sarcófagos.

Lo que más nos impresionó fue la girola que rodea el ábside formando una especie de capilla que se utilizó como sala capitular. Este espacio está techado por bóvedas de crucería.

Los muros están decorados con pinturas murales manieristas, con la técnica de grisalla; las escenas son muy variadas, siempre sobre el tema de la vida de Cristo.  Hasta finales del siglo XX se desconocía el autor especulándose sobre diversas posibilidades. Al salir a la luz a lo largo de una investigación el testamento del pintor italiano Antonio Stella, afincado en Valladolid, pudo establecerse su vinculación con este monasterio y la autoría de las pinturas murales. En diversas cláusulas del testamento el pintor hace alusión a «un trabajo en el Monasterio bernardo de Palazuelos de Valladolid».

Resulta bastante doloroso ver cómo esas pinturas están tan deterioradas no sólo por el paso del tiempo y sino por la gente que se dedica a escribir tonterías en la pared. Esperemos que con el tiempo, la administración pueda restaurarlas y así podamos contemplarlas en todo su esplendor.

Precio de la visita: 2€

Horario de Visitas:

Viernes: 17h – 19:30h

Sábados y Domingos: 10:00 h - 13:30 h y de 17:00 h a 19:30 h.