Castillo de Manzanares el Real

Es el castillo más emblemático y mejor conservado de la región madrileña. Se edificó en estilo Gótico Isabelino en 1475 gracias a Diego Hurtado de Mendoza. Su artífice fue Juan Guas, arquitecto de los Reyes Católicos.

En 1931, fue declarado Monumento Histórico Artístico y es la Dirección General de Turismo de la Comunidad la encargada de su gestión.

La visita al Castillo se realiza sobre la base de dos conjuntos expositivos: el centro de interpretación y las salas palaciegas. A lo largo del año se suceden numerosas actividades como visitas teatralizadas, exposiciones temporales... con el objetivo ofrecer a quienes lo visitan una variada oferta de turismo cultural.

Este castillo-fortaleza, transición del Gótico al Plateresco, es uno de los más reconocidos y mejor conservados de la geografía española. Su construcción se fecha a finales del siglo XV, promovida por Don Diego Hurtado de Mendoza, que buscaba un palacio digno de la alta cuna de su familia y que, a su vez, fuese más práctico que el antiguo castillo. Parece que la construcción quedó en suspenso a su muerte, en 1479. Las obras se reanudaron en 1482, auspiciadas por su hijo Don Íñigo, que transforma la fortaleza en palacio fortificado.

Parte de los materiales utilizados se extrajeron del Castillo Viejo (lo que explica su estado de ruina), y al igual que éste, tiene una planta rectangular con tres torres cilíndricas, más la del Homenaje, que es prismática, todas ellas decoradas con bolas de estilo isabelino y escudos de la familia de los Mendoza. La construcción está rodeada por una barbacana almenada para su defensa, cuyas saeteras abocinadas llevan esculpida la cruz del Santo Sepulcro de Jerusalén, en honor al título que ostentaba el cardenal Don Pedro González de Mendoza.

 

Nada más pasar por la puerta de acceso al interior del castillo, y pasar el zaguán, nos encontramos con unas salas de exposición de restos arqueológicos y de paneles que nos cuentan la historia del castillo.

Patio de armas

Desde el zaguán subimos unos peldaños y nos situamos en el Patio de Armas. Desde su centro podemos observar 3 torres cilíndricas y una torre octogonal.

 

Vestíbulo

Nos rodean tres tapices flamencos firmados por los talleres donde fueron fabricados en el siglo XVII y tratan de la Vida de Julio César.

Sala Maea

Alberga obras de corriente neoclásica del pintor José Maea.

Sala de Santillana

También llamado Salón de Honor. Destaca la tabla del Marqués de Santillana. Los dos tapices siguen siendo flamencos del siglo XVII.

 

Sala Infantado

Pieza principal de la casa en donde se reciben las visitas de cumplimiento.

Estrado

Lugar o sala de ceremonias en donde se sientan las mujeres y reciben a las visitas.

Alcoba y oratorio

 

Galería de Juan Guas

 

 

Sin duda uno de los lugares más impresionantes del castillo.

Almenas

También podemos dar un paseo entre las almenas (el adarve) del cstillo.

Unas imágenes más del Castillo:

Dirección: C/ Castillo s/n

HORARIOS DE VISITA:

Horario de invierno (del 1 de octubre al 31 de mayo):
Aforo limitado.
Edificio principal: de martes a domingo, de 10 a 18.00 horas.
Horario de taquilla: de 10 a a las 17.00 horas.
Jardín renacentista y recinto exterior: de 10 a 19 horas.

Horario de verano  (del 1 de junio al 31 de septiembre):
Aforo limitado.
Edificio principal: de martes a domingo, de 10 a 18.00 horas.
Horario de taquilla: de 10 a a las 17.00 horas.
Jardín renacentista y recinto exterior: de 10 a 19 horas (de martes a jueves, domingos y festivos). De 10 a 24.00 horas (viernes y sábados)
PRECIOS CASTILLO:

Entrada individual: 5 € por persona. Personas mayores de 60 y menores de 14 años: 3 € por persona.
Menores de 3 años y discapacitados: entrada gratuita. Familias numerosas: 50% descuento.

Junto con el Castillo podemos también ver un jardín renacentista, que por el momento es gratuito junto con la visita al castillo.

Las especies utilizadas para la recreación de los diferentes paisajes de la explanada oriental del castillo responden a una detallada caracterización histórica en la que se han recuperado las plantaciones propias de finales del siglo XV.

Las especies que se muestran son heredadas de la época romana y de la ocupación musulmana. Otro hecho característico va a ser la práctica inexistencia de la frontera entre huerto y jardín  con el establecimiento de espacios productivos pero también para el disfrute de los sentidos. Planteles de hierbas medicinales con trazados propios de un jardín, o flores ornamentales creciendo junto a las especies hortícolas eran frecuentes en este momento lo que se puede apreciar en el recorrido propuesto a través del Bosque Animado, Jardín Alquímico, el Dédalo, el Pomar, el Viñedo, el Huerto y el Bosque Sagrado.