Blog Los viajes de Dora Parque del Buen Retiro de Madrid ~ LOS VIAJES DE DORA
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Parque del Buen Retiro de Madrid

Orígenes

Fue en el año 1630 cuando el Conde Duque de Olivares, ministro del rey Felipe IV, pensó que la familia real necesitaría un lugar de descanso para olvidarse de las cuestiones políticas. Ese espacio creado para el retiro de los monarcas fue inaugurado un año después, con un palacio real en su interior, un estanque, lagos y fuentes.

Prácticamente todo fue devastado durante la Guerra de la Independencia, salvo el Observatorio, el Salón de Reinos, el Casón del Buen Retiro y un ahuehuete traído de México que hoy en día pasa por ser el árbol más antiguo de Madrid. Fernando VII restauró el parque, aunque no sería hasta finales del siglo XIX cuando el público pudo disfrutar de él.

Mapa


En Septiembre aprovechamos un día soleado para acercarnos al Parque del Buen Retiro en pleno centro de Madrid. Parece mentira que mis hijos conozcan el Museo del Louvre de París, o el Palacio de Versalles, pero el pequeño Rubén no hubiera estado en el Parque del Retiro con ya 9 años cumplidos, así que con tal idea nos acercamos al mismo para fotografiar cada rincón de este bellísimo lugar en el centro de Madrid. Espero que sea de vuestro agrado.  

Accedimos al interior del Parque del Buen Retiro por la Puerta del Ángel Caído.



Continuamos andando por el Paseo del Duque Fernán Núñez para llegar a la Fuente del Árbol Caído. Consta de una escultura realizada por el madrileño Ricardo Bellver en 1877 (y fundida en bronce al año siguiente) e inspirada en unos versos de El paraíso perdido (1667) de Milton, y un pedestal de granito, bronce y piedra diseñado por el arquitecto Francisco Jareño. En su parte inferior, los caños por los que mana el agua representan caras de seres infernales.













De ahí nos dirigimos a la Rosaleda. Cecilio Rodríguez, jardinero Mayor del Retiro y Director de departamento de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Madrid, realiza en 1915 la Rosaleda del Retiro.

La idea partió del alcalde Carlos Prats, quien le sugirió la necesidad de hacer una rosaleda a la moda de las existentes en diversos parques europeos.

La Rosaleda de Bagatelle, en el Bois de Boulogne de París, creada por Jean-Nicolas Forestier, se convirtió en el modelo a seguir. Cecilio Rodríguez viajó a París para estudiarla y traer las primeras rosas. Durante su estancia estalló la guerra mundial y pasó muchas dificultades para poder volver a España.

El emplazamiento elegido fue la zona donde se levanta la magnífica estatua del Marqués de Salamanca, trasladada a este emplazamiento en 1876 desde su primitiva ubicación en el jardín del palacio que poseía el marqués en el Paseo de Recoletos. En torno a este invernadero se desarrolló la rosaleda. Este desaparecería en la Guerra Civil.

Con anterioridad a la colocación del invernadero en esta zona se encontraba el lago de patinar, un lago artificial que se helaba en invierno.

La rosaleda se diseñó sobre una base elíptica, limitada por setos recortados de arizónica, la forman una gran variedad de rosas traídas desde los más famosos jardines de Europa. Aunque quedaron totalmente destruidos en la Guerra Civil, en 1941 se plantaron 4.000 rosales. A pesar de su belleza falta una ordenación sistemática y un claro carácter expositivo de las distintas rosas que lo componen. Para remediar esta carencia, el 24 de mayo de 1956, se inauguraba una nueva rosaleda en el Parque del Oeste de Madrid, ejecutada con arreglo a un riguroso criterio botánico para que en ella se celebrase anualmente el concurso de rosas.













Nuestro siguiente destino son los Jardines de Cecilio Rodríguez.Estos jardines constituyen uno de los recintos más hermosos del parque del Retiro. Están decorados con arcos, pérgolas cubiertas de ramas y estanques, y donde la maestría de los jardineros da forma a su variada vegetación. Fueron abiertos en 1972 y están dedicados a don Cecilio Rodríguez, Jardinero Mayor de la Villa.


























Casa de Fieras

La Casa de Fieras (zoológico), creada por Fernando VII y mejorada por Isabel II estuvo en lo que hoy son los jardines de Herrero de Palacios hasta 1972, año en que se trasladó a la Casa de Campo de Madrid.




Seguimos avanzando por el Paseo del Duque Fernán Núñez hasta llegar al Florida Park.




     

Florida Park

Fernando VII, a principios del siglo XIX, encargó construir para recreo de Isabel II, un edificio de estilo persa, que la reina utilizó como pabellón de caza y reuniones en la entonces finca de la Casa Real. Al donar la Corona al pueblo de Madrid el Parque del Buen Retiro, aquel antiguo pabellón pasó a ser primero capilla, a principio del siglo XX balneario y a mediados del mismo, sala de fiestas. Desde entonces, es un lugar donde se puede disfrutar tanto de un espectáculo de flamenco como de la celebración de cualquier tipo de evento.





Ermita de San Pelayo y San Isidoro

La Ermita de San Pelayo y San Isidoro (popular y erróneamente, de San Isidro) es un templo católico de origen medieval, de estilo románico. Fue edificada como iglesia en la ciudad española de Ávila y trasladada en el siglo XIX a Madrid. Se encuentra en ruinas y sólo se conservan algunos muros, la cabecera y una portada.





Casita del Pescador

La Casita del Pescador es una pequeña edificación recreativa situada en el ángulo noreste de los jardines. Fue levantada durante el reinado de Fernando VII a modo de capricho como los del Palacio Real de Aranjuez.






Continuamos paseando por el parque en dirección al embarcadero.





Casa de Vacas

Enfrente de la entrada del embarcadero del parque del Retiro de Madrid hay un centro cultural llamado Casa de Vacas, que debe su nombre a que cuando se construyó en 1874 su uso principal era el de vaquería y despacho de leche.

Ya en el siglo XX se hizo famosa por convertirse en bar de copas y después de un gran incendio se decidió destinarlo a centro cultural de exposiciones y espectáculos. Es perfecto para ver una exposición interesante después de un paseo por el parque, además es gratis.



Llegamos ya al embarcadero en donde se pueden alquilar barcas para dar un paseo por el lago.




También se puede uno acercar a un templete de música y a la Fuente de los Galápagos.




De ahí tomamos la calle paralela al Estanque para observar el impresionante Monumento a Alfonso XII, un conjunto escultórico situado casi en el centro del parque del Retiro.

En 1902 se convocó un concurso nacional para construir un monumento al rey Alfonso XII, a iniciativa de la reina madre María Cristina. El ganador fue el arquitecto José Grases Riera con un grandioso proyecto en uno de los lados mayores del Estanque del Retiro, compuesto por una gran columnata con gran número de esculturas que rodearía a la estatua ecuestre del rey, inmediata al estanque, todo ello en bronce y mármol. Al fallecer, fue sustituido en la dirección por Teodoro Anasagasti, que no introdujo modificaciones. El monumento, financiado por suscripción popular, fue inaugurado el 6 de junio de 1922.

Todo el conjunto mide 30 metros de alto, 86 metros de largo y 58 metros de ancho, y participaron en su elaboración más de veinte escultores. Fue la primera estatua conmemorativa de las que durante el pasado siglo fueron poblando los jardines: obras como las de Benlliure, Clará y Mateo Inurria entre otros.

En primer término aparece la estatua ecuestre del rey, fundida en bronce, realizada por Mariano Benlliure en 1904. En el basamento central, «La Paz» de Miquel Blay, «La Libertad» de Aniceto Marinas y «El Progreso» de Miguel Ángel Trilles. En el zócalo, tres relieves de bronce. Del monumento central avanzan unas escalinatas hacia el estanque, con cuatro leones de piedra que labraron Vallmitjana y Estany. Debajo de sus pedestales, en bronce, cuatro sirenas, obra de Parera, Atche, Coll y Alsina.

También hay dos leones con amorcillos en cada uno de los accesos laterales al hemiciclo, obras de Francisco Javier Escudero Lozano, Bofill, Arnau y Campmany. A ambos lados del acceso central en la columnata, «El Ejército» de Montserrat y «La Marina» de Mateo Inurria. En la cara interna, frente al estanque aparecen representadas, en bronce, «Las Ciencias» de Fuxá, «La Agricultura» de Alcoverro, «Las Artes» de Bilbao y «La Industria» de Clará. La ornamentación de frisos y basamento central fue realizada por Estany.








Paseando paralelos al estanque llegamos a la Fuente de la Alcachofa. Diseñada por Ventura Rodríguez y decorada con esculturas de Alfonso Giraldo Bergaz, que realizó los tritones y la sirena, y de Antonio Primo, que hizo los amorcillos y la alcachofa. Fue construida en 1781 y ubicada en las inmediaciones de la Puerta de Atocha, desde donde fue trasladada en el año 1880 por el arquitecto José Urioste y Velada a su actual emplazamiento en el ángulo sudoeste del estanque.

La fuente está realizada en piedra caliza, siendo la alcachofa de granito. Consta la fuente de dos cuerpos, el inferior con tritones sosteniendo el escudo de Madrid y el superior con cuatro putti y encima la alcachofa que le da nombre, todo ello en el centro de un pilón circular.

Tras la reforma de la Glorieta de Atocha se ha colocado en ella una reproducción en bronce de la original.




De ahí nos acercamos al Palacio de Velázquez con una exposición de arte moderno del Reina Sofía. El Palacio de Velázquez se encuentra situado en el Parque del Retiro de Madrid (España). Fue construido entre los años 1881 y 1883 con motivo de la celebración de la Exposición Nacional de Minería llevada a cabo en la ciudad entre los meses de mayo y noviembre de 1883. El arquitecto Ricardo Velázquez Bosco, de quien toma el nombre el palacio, dirigió el proyecto entre los que participaron Alberto del Palacio, ingeniero, y Daniel Zuloaga, ceramista.

Se trata de un edificio cubierto con bóvedas de hierro acompañadas de cristal que permiten iluminar las salas naturalmente, y está inspirado en el Crystal Palace de Londres. Con unas dimensiones de 73,80 por 28,75 metros fue construido en ladrillos de dos tonos, así como con azulejos de la Real Fábrica de La Moncloa.

El edificio fue concebido para que una vez finalizada la exposición de 1883, pudiese albergar otra actividad en vez de derribarlo. En 1887 fue aprovechado para la Exposición de Filipinas que se celebró en el Retiro, y una vez finalizada la exposición el gobierno lo destinó a Museo de Ultramar. Actualmente pertenece al Ministerio de Cultura, y se encuentra dedicado a sala de exposiciones temporales del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.














Y por supuesto, el Palacio de Cristal. Es sin lugar a dudas el edificio más sobresaliente de los jardines. El Palacio de Cristal, junto con el lago artificial, fue levantado en 1887. Ambos nacen con vocación internacional, con motivo de la Exposición de las Islas Filipinas, donde se dieron a conocer flores diversas de ese lugar. Fue la respuesta española a los magníficos invernaderos ingleses, como la Palm House de los Kew Gardens.


En el lago, a los pies del Palacio de Cristal (existe una escalera que se sumerge dentro de él), se pueden encontrar varios ejemplares del ciprés de los pantanos (Taxodium distichum), con la particularidad que tienen sus raíces y parte del tronco sumergido. El edificio está rodeado de castaños de Indias (Aesculus hippocastanum) de envergadura considerable, que acrecientan esa atmósfera de romanticismo de principios de siglo.


Desde hace años contiene exposiciones temporales del arte contemporáneo.

















Nuestro paseo por el Parque del Retiro va llegando a su fin, no sin antes adentrarnos en el Bosque del Recuerdo, anteriormente conocido como Bosque de los Ausentes, es un monumento construido como homenaje a las 191 víctimas de los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid y al agente de las fuerzas especiales muerto cuando siete autores de los atentados se suicidaron con bombas el 3 de abril de 2004 en Leganés. El Bosque del Recuerdo se encuentra en la Chopera, en el madrileño parque del Retiro, cerca de la estación de Atocha, y consta de 118 áreas con 192 árboles (22 olivos y 170 cipreses), uno por cada asesinado.








Sin lugar a dudas,la visita mereció la pena, disfrutar de la naturaleza en pleno centro de Madrid en un lugar alejado de las muchedumbres, ideal para descansar, pasear y disfrutar de la compañía y de una tarde soleada de Septiembre. No se olvide incluir unas horas para pasear por el Parque del Buen Retiro en vuestra visita turística a Madrid. 

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