Blog Los viajes de Dora De cómo la magia nos acompañó en nuestro viaje a Disney - Día 7 ~ LOS VIAJES DE DORA
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De cómo la magia nos acompañó en nuestro viaje a Disney - Día 7


Hoy nos toca Walt Disney Studios, por ello no tenemos que madrugar tanto, así que el despertador nos dejó dormir hasta las 7:30. Teníamos desayuno en el parque para evitar los agobios-empujones-colas del Cheyenne y fue un total acierto. Al ir a coger el autobús, vimos que Pluto ya estaba haciendo de las suyas en la puerta del hotel. 


Nos habían dado el Plaza Gardens y desayunamos muy tranquilos y sin prisas. En un principio solicité el desayuno a las 8:45 por ver si podíamos montar en algo pero preferimos llegar a desayunar un cuarto de hora antes para tener más tiempo para nuestro primer destino del día: Crush Coaster. 






Llegamos a la entrada de WDS un poco antes de las 9:30, ya había personas en la cola pero como mucho unas 10. Nos ubicamos en una de las entradas en las que vimos menos personas y en cuanto abrieron, mandamos a nuestro Usain Bolt particular (David) que casi jugándose la vida, se fue corriendo a coger un buen sitio en la cola de Crush Coaster. Por fin Rubén y una servidora nos habíamos armado de valor para montar en esta atracción. Hacía cuatro años, cuando descubrimos Disneyland París, Rubén estaba muy emocionado por entrar en esta atracción pero por desgracia no le dejaron por la altura. Hace dos años ni él mismo se lo planteó pero este año estaba convencido de que ya era todo un mayor y de que montaría en Nemo por primera vez. 



De la atracción recuerdo dar bandazos de un lado a otro y poco más, supongo que porque fui prácticamente todo el recorrido con los ojos cerrados y gritando, pero la verdad es que me encantó y para Rubén pasó a ser una de sus atracciones favoritas. 

Como no habíamos visto todavía el land de Toy Story, nos fuimos directos al mismo. 

     

Nuestra primera atracción en este land fue Parachutes, qué mal lo pasé, cada vez que los soldados gritaban aquello de Go, go, go, uf, si llegar a durar algo más la atracción, me da un patatús. Por supuesto Rubén aguantó como un mayor. 



A pesar de que en Slinky no había mucha cola, no montamos de momento porque los chicos tenían Fast Pass para la TOT, Rubén se había emocionado y decidió montar en la torre, más valiente imposible. 




Mientras los chicos demostraban su valentía, yo me acerqué a la tienda de Art of Disney Animation, que a pesar de ser pequeña es una de mis favoritas y me puse a pintar en la zona en la que te enseñan a dibujar algún personaje Disney. Afortunadamente nos tocó aprender a dibujar a Mickey. Ni qué decir que me lo pasé como una niña, disfruté muchísimo, lo recomiendo porque es muy divertido y guardo mi dibujo con mucho cariño. 





No hay muchas diferencias entre el dibujo del profe y el mío, ¿no? Después de mi demostración de dibujo artístico, nos acercamos a las Alfombras de Aladdin a ver sin no había mucha cola. Solo 10 minutos, venga chicos, a volar. ¿Quién pudiera pedir un deseo a esa gigantesca lámpara? ¿Qué pediríais vosotros?




Se iba acercando la hora de comer ya que queríamos ir a ver el espectáculo de Moteurs a las 14:15. Esta vez habíamos elegido para reponer energías el Café des Cascadeurs ya que queríamos probar nuevos restaurantes. 

Yendo ya de camino, vimos que la gente estaba entrando en uno de los pases de Art of Disney Animation y fuimos para adentro. Resulta bastante divertido y además está en español (con cascos). 




Nos costó un poco encontrar la roulotte del Café des Cascadeuros. Llegamos y apenas tuvimos que esperar, afortunadamente, porque es muy pequeño pero también tenía terraza ya que el día fue bastante caluroso y no llovió nada de nada. 

Al ver el menú, el pequeño empezó a decir que la hamburguesa llevaba queso y salsa y que no le iba a gustar, menos mal que le pedimos la del menú infantil que solo lleva carne y pan. Los demás pedimos la bacon cheeseburguer, riquísima y un perrito caliente. A comer deprisa que empieza Moteurs.






Nos vamos a Moteurs. Mientras estábamos esperando en la cola, David se fue corriendo a coger FP para la Rock n' Roll Coaster después de terminar el espectáculo y antes de las 16:00, hora en la que queríamos ver el espectáculo de Cinemagique. A veces hay casi que hacer encaje de bolillos para conseguir cuadrar todos los horarios de WDS. 

Sobre Moteurs, tenemos distintas opiniones en casa. A David le encanta, a Rubén el peque le aburre un poco, a mi marido le gusta pero no le emociona y yo, bueno, reconozco que esta vez me aburrí algo, creo que hablan demasiado, lo mejor el momento en el que sale Rayo Mc Queen por los enanos que se emocionan mucho, pero el resto, yo pondría más acción y menos charla porque a veces puede llegar a aburrir.








Salimos de Moteurs y nos dividimos, los valientes y mayores a la Rock n'Roll Coaster donde David había cogido FP antes y los no tan valientes y pequeños nos fuimos despacito hacia Cinemagique pues queríamos entrar a la sesión de las 16:00. 




Cuando ya estábamos todos juntos, a ver Cinemagique. ¿Os venís? Pero apagad el móvil, que no están permitidos en la sala. 


Fuimos a ver la cola de Cars, pero había más de media hora, así que volvimos a Toy Story Playland, y nos dividimos de nuevo, los valientes a RC Racer y los menos valientes a Slinky.






Como los valientes tardaron más en montar, los no valientes nos quedamos por el land haciendo fotos.

     

Todos juntos de nuevo nos fuimos ya hacia la entrada para hacer unas compras y tuvimos la fortuna de toparnos con la cabalgata de Stars and Cars que salía en ese momento. 











Como ya no se paran al final para firmar, con esto nos dimos por satisfechos y ahora a comprar que hay que volver al otro parque que a las ocho hemos quedado con unos amigos para cenar en el Plaza Gardens.


El parque estaba llenísimo de gente, así que decidimos que mejor vamos a atracciones que no tengan cola y como el otro día el fuerte estaba cerrado, probamos suerte y voilá, por fin mi marido en nuestro tercer viaje consiguió subir al fuerte Comstock. 





Y también nos acercamos a la Cabaña de los Robinson en Adventureland donde tampoco hay colas, todo es cuestión de organizarse. 









Aún nos dio tiempo a pasear por las cuevas de Adventure Isle, incluso subimos al barco y los peques aprovecharon para estar un rato en la Plage des Pirates. 



Hora de ir a cenar con nuestros amigos. Una cena maravillosa, hablando de todo y sobre todo de Disney. En comparación con hace tres años, me gustó más el buffet, me dio la impresión de que la calidad había mejorado y además nos colocaron en un sitio tranquilo en el que pudimos charlar largo y tendido. 




Estábamos agotadísimos después de todo el día en el parque y con bastante calor, así que nos despedimos de nuestros amigos y volvimos al hotel. Aún nos quedaban dos días más de emociones y momentos mágicos y había que descansar. Campanilla se despidió de nosotros hasta el día siguiente. 

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