Blog Los viajes de Dora Conjunto Monumental de Quejana ~ LOS VIAJES DE DORA
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Conjunto Monumental de Quejana

Quejana se encuentra en el valle de Ayala, en un paraje de gran belleza, entre pastizales y zonas boscosas.

Puede accederse desde Vitoria-Gasteiz por la carretera A-624, que cruza Amurrio. Poco después de pasar Respaldiza a menos de medio kilómetros a la izquierda, una estrecha carretera la A-3626, lleva directamente a este Conjunto Monumental, de gran valor histórico-artístico.

También se llega desde Bilbao por la A-625, que atraviesa las localidades de Llodio y Amurrio.

Horario visitas:

De  lunes a viernes: 11:00 a 14:00
Sábados: 11:00 a 14:00 y de 16:00 a 18:00
Domingos y festivos: 12:00  a 14:00

Conviene reservar la visita en el 945 39 92 64.

Oficina de turismo de Quejana (Álava)

Teléfono: 945 39 94 14
Horario:
Julio, agosto y septiembre todos los días de 9:00 a 14:00 y de 16:00 a 19:00 horas. Resto del año: de martes a domingo de 10:00 a 14:00.

El palacio de Don Fernán se alza a modo de atalaya dominando el valle de Ayala. Fue construido en el siglo XIV por Fernán Pérez de Ayala, cuando se hizo cargo del Señorío de la Tierra al morir sin sucesión en 1328, Juan Sánchez de Salcedo, su antecesor por vía legítima. Es el palacio la pieza más antigua de todo el conjunto, aunque modificada en el siglo XVIII. Originariamente constituyó una fortaeza - además de mansión de los Ayala - formada por un gran palacio cuadrangular de dos plantas, flanqueado en sus extremos por torres de tres plantas y patio abierto en el interior del recinto que, a modo de claustro, estaba provisto de bella arquería y sostenía la galería de las habitaciones de la planta principal.





La iglesia de San Juan Bautista es un templo de notables proporciones construido sobre el que mandó edificar en el siglo XII García Galindo, y en el que presumiblemente fue enterrado Galindo Velázquez, nieto del fundador del linaje, fallecido en el anterior siglo.

Aunque de aspecto barroco, conserva vestigios de anteriores épocas; sobre todo la cabecera, bóvedas y bellas claves con las armas de los Ayala, consecuencia de la ampliación efectuada en el XVI para cumplir lo mandado por doña María de Ayala en 1496.

El retablo principal y los cuatro laterales son barrocos. El central dedicado a San Juan y completado con bellas imágenes del XVII de los santos Vicente Ferrer y Antonio de Florencia, al igual que las contiguas de Nuestra Señora del Rosario y Santo Domingo. Los dos retablos dedicados a Santa Catalina de Siena y San José son del siglo XVIII.





Se accede al templo a través de una puerta de arco apuntado de cuatro arquivoltas lisas, que se abre en el pórtico del severo patio construido en el siglo XVIII y que sirve también de acceso a la casa-torre del Canciller, al convento y a dependencias del conjunto. 


En el muro frontal a esta puerta se encuentra el baptisterio, y en él la puerta que servía de entrada al templo desde el patio del palacio de don Fernán. Contiguas a éstas, se abren dos lucillos que constituyeron en su día las capillas de San Miguel y San Jorge, y que contienen, desde el XVIII, los sepulcros de Fernán Pérez de Ayala y el de su esposa María Sarmiento, muertos en el siglo XV, y que mandaron enterrarse a los pies del coro de la iglesia. 




El convento, fundado en 1378 por el padre del Canciller ha estado y sigue ocupado por una comunidad de monjas contemplativas de la Orden de Santo Domingo, que venera a Nuestra Señora del Cabello, que constituye la principal joya donada al convento por su fundador.

La Casa-Torre del Canciller. Es la pieza más monumental y uno de los ejemplares más bellos de la arquitectura cívico-militar de Álava. Es una fortaleza de severo y elegante aspecto, de planta rectangular, coronada por almenas sobre una bella cornisa, cubierta por tejado a cuatro aguas. 




Las vistas desde arriba son impresionantes.



Capilla de Nuestra Señora del Cabello. Sala ésta de amplias de proporciones, a la que dan luz un óculo ajedrezado, un ventanal en la cabecera y dos hermosas ventanas en el muro sur.

Se accede a esta sala por una portada de arco apuntado, y tres arquivoltas sobre columnas de capiteles con rostros humanos estilizados que se abre en el pórtico del conjunto.

El centro de la sala ocupa un magnífico mausoleo del más fino estilo plateresco. Se trata del panteón del Canciller y de su esposo Leonor de Guzmán. Sus figuras yacentes, de muy singular belleza, los representan vestidos al gusto de la época: él con armadura y espada de finas labores en los guantes y vaina; ella con manto, toca y guantes, sosteniendo un libro de rezos exquisitamente labrados. Ambos sobre una artística base sostenida por doce leones y adornada con figuras de santos, ángeles, monjes, damas y soldados.


En los muros laterales se abren dos lucillos sepulcrales con sendas estatuas yacentes, tan bellamente labradas como las anteriores. La de la izquierda es la del padre del Canciller; Fernán Pérez de Ayala, mientras que la otra corresponde a su esposa, doña Elvira de Ceballos.

Preside  la sala-capilla un retablo que ocupa todo el muro de la cabecera desde una altura de casi tres metros, pintado por Cristóbal González Quesada. Es réplica exacta del que hoy se exhibe en el Instituto de Arte de Chicago, y "que mandaron fazer don Pero López de Ayala e donna Leonor de Guzmán su mujer al servicio de Dios e Santa María en el anno del nacimiento de nuestro sennor Ihu Xpo de mill e trescientos e noventa e seis annos", como puede leerse en la banda inferior del mismo, orlado con las armas de los Ayala y Guzmán. Está compuesto por cuadros que representan diversas escenas de la vida de Cristo y María. El cuadro central de la banda superior muestra a Cristo en la cruz y a sus lados orando de rodillas, al nieto del Canciller y su esposa. En los extremos de la banda inferior, el Canciller y su hijo Fernán recibiendo la bendición de San Blas a la izquierda y a Leonor de Guzmán y su nuera María de Sarmiento la de santo Tomás de Aquino.

 



Ya en el exterior podemos ver un antiguo campanario semiderruido.

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