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Visita a Salamanca

Salamanca es una ciudad española, capital de la provincia homónima, situada en la comunidad autónoma de Castilla y León. Tiene una población de 154.462 habitantes, y su área metropolitana alcanza los 213.399 (datos de 2010), lo que la convierte en la segunda área más poblada de la comunidad tras Valladolid. Está situada en la comarca del Campo de Salamanca, junto al río Tormes.

Salamanca alberga la universidad, en activo, más antigua de España, la Universidad de Salamanca, y la primera de Europa que ostentó el título de Universidad por el edicto de 1253 de Alfonso X de Castilla y la bula del Papa Alejandro IV en 1255. Durante la época en la que fue una de las universidades más prestigiosas de occidente se hizo popular la frase: Quod natura non dat, Salmantica non praestat, que significa «Lo que la naturaleza no da, Salamanca no presta».

Salamanca está ligada a la Historia Universal por nombres propios como: Antonio de Nebrija, Cristóbal Colón, Fernando de Rojas, Francisco de Vitoria y la Escuela de Salamanca, Fray Luis de León, o Miguel de Unamuno. Incluso Miguel de Cervantes Saavedra afirma en su libro El licenciado Vidriera:
“Salamanca que enhechiza la voluntad de volver a ella a todos los que de la apacibilidad de su vivienda han gustado”

En 1988 la ciudad fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Cuenta con un importante patrimonio arquitectónico, entre el que destacan sus dos catedrales, la Catedral Vieja y la Nueva, la Casa de las Conchas, la Plaza Mayor, el Convento de San Esteban y las Escuelas Mayores. Desde 2003, la Semana Santa en Salamanca está declarada de Interés Turístico Internacional.

Dos visitas a nuestras espaldas de este maravillosa ciudad, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, en el 2007, aprovechando nuestra estancia en Ciudad Rodrigo y en febrero de 2011. Monumentos aparte, de los cuales haré un repaso de los mismos en este hilo, Salamanca nos ofrece una ciudad llena de vida, de universitarios por la calle o sentados en su espléndida Plaza Mayor, posiblemente, y en mi modesta opinión, una de las capitales de provincia más bonitas de España.

Y así, empezaremos nuestro recorrido por las calles de Salamanca con la Plaza Mayor, centro político de la ciudad, centro social y el lugar principal de reunión. Desde el punto de vista urbanístico, es el espacio abierto más importante del casco histórico de Salamanca. Supone la culminacion estética de las plazas mayores castellanas. Es de estilo barroco, pero bebe directamente de fuentes herrerianas y renacentistas.

Unamuno la llamó "corazón henchido de sol y aire". Es el centro neurálgico de la ciudad, el corazón al que afluyen todas las arterias. En ella late la vida salmantina, es el lugar donde se dan cita salmantinos y foráneos.

Desde 1755, fecha de su construcción por Alberto de Churriguera, la plaza Mayor ha albergado el Consistorio, ha sido mercado, coso taurino, sala de conciertos, escenario teatral, punto de encuentro y lugar de paseo, además de ser testigo de los cambios políticos, socioeconómicos y religiosos que se han producido en España y en Salamanca desde entonces.









Nuestro siguiente destino es la Universidad de Salamanca. En primer lugar, las Escuelas Mayores. La imagen más difundida de la Universidad de Salamanca es la de la fachada principal de las Antiguas Escuelas Mayores que albergaban la Antigua Universidad.

Se trata de una filigrana plateresca en la piedra dorada de Villamayor, tan característica de la arquitectura salmantina, dividida en tres cuerpos. En el centro del primero aparece un emblema con los Reyes Católicos y una inscripción en griego: "Los Reyes para la Universidad y la Universidad para los Reyes". A la derecha, en la más ancha de las columnas verticales, aparecen tres calaveras, la de la izquierda coronada con la famosa y misteriosa rana que, según algunas interpretaciones, representa el pecado.

El segundo cuerpo presenta un escudo de España con las armas del emperador Carlos V y, a su izquierda y derecha, los escudos de Habsburgo y del Reino de España. Sobre ellos, una serie de figuras de la mitología griega. En el cuerpo superior la talla representa a un Papa dirigiéndose a clérigos y prelados. Parece tratarse de Benedicto XIII, el Papa Luna, que proporcionó a la Universidad sus estatutos y constituciones, pero también puede tratarse del Papa Martín V, asimismo protector del Studium Salamantini. A ambos lados hay alusiones a la mitología, con Venus a la izquierda y Hércules a la derecha. La fachada, concluida en 1529, se adosó a una estructura gótica anterior, construida entre 1415 y 1433 por mandato del Papa Luna.


         






Claustro bajo. Se divide en cuatro cujías rectangulares con techumbre de inspiración mudéjar y alberga las aulas que se llamaron "generales" sobre cuyas puertas se conservan las lápidas que indican sus antiguos destinos.

            

La escalera de la Universidad da acceso a la planta alta. Está abierta en un espacio gótico cuya bóveda esta adornada con bellas arandelas con el Sello de la Universidad. Su pasamanos está decorado con relieves platerescos inspirados en grabados del holandés Israel Van Meckenem, que muestran virtudes que deben practicarse y vicios que deben evitarse.




Biblioteca antigua. Data de 1509 pero fue reconstruida tal como hoy la conocemos en 1749, contiene 2.744 manuscritos, 483 incunables y cerca de 62.000 impresos anteriores al siglo XIX.




Capilla de la Universidad. Del siglo XVII, está dedicada a San Jerónimo y presenta un retablo barroco y neoclásico de mármoles de colores. En el centro una pintura representa a los profesores dela Universidad jurando su fe en la Inmaculada Concepción el 17 de abril de 1618 antes de ser reconocida como dogma por la Iglesia. Se trata de un retablo con trucaje o tramoya y el lienzo puede enrollarse para exponer la sagrada forma. A la derecha está el cenotafio de Fray Luis de León.


Paraninfo. Es un amplio espacio reservado a la solemnidad académica, presidido por un gran dosel, que bajo las armas pontificias símbolo de la Universidad, cobija un estandarte donado a los estudiantes por el príncipe Juan, hijo de los Reyes Católicos.


Aula Fray Luis de Léon. Se conserva la cátedra desde la que Fray Luis impartió sus clases y los rudimentarios bancos de la época. "Como decíamos ayer...", frase que pronunció después de su encarcelamiento de cinco años.


También es reseñable el Aula Miguel de Unamuno.



Escuelas Menores.


En ellas se  impartían las enseñanzas previas a las universitarias. Su pequeña portada plateresca presenta una puerta de doble arco de medio punto y columnas de capital clásico. En el centro, el escudo de Carlos V y dos águilas bicéfalas a los lados. El claustro da acceso a las aulas en las que se impartían el trivium y el quadrivium que precedían los estudios superiores.







          

En otra dependencia se encuentra una parte de la bóveda de la antigua biblioteca, el llamado Cielo de Salamanca, pintado a principios del siglo XVI por Fernando Gallego.



Horarios de la Universidad (Escuelas Mayores):

De lunes a sábado: de 9:30 a 13:30 y de 16:00 a 19:00
Domingos y festivos: de 10:00 a 13:30
Venta de entradas suspendida media hora antes del cierre.
Entrada 4€, Reducida (jubilados, estudiantes y grupos de más de 20): 2€, gratuita: lunes por la mañana y menores de 12 años.

Horario del Cielo de Salamanca: De martes a domingo de 9:30 a 13:15; entrada gratuita.

Subiendo por la calle Libreros llegamos a la Universidad Pontificia donde destaca la Clerecía y en la esquina la famosa Casa de las Conchas.

La Clerecía. Edificio monumental barroco erigido por los jesuitas en el siglo XVIII como Seminario. Hoy en día es la sede de la Universidad Pontificia.

Las bases de la actual Universidad Pontifica de Salamanca, Universidad de la Conferencia Episcopal Española, las sentó el Rey Alfonso IX de León al fundar el Estudio Salmantino en el invierno de 1218-19. Pero el verdadero impulsor de esa naciente Universidad salmantina fue el Rey Alfonso X El Sabio quien le otorgó el estatuto de 1254, conocido también como la Carta Magna del Estudio Salmantino, que representa un cuadro legal y una base económica espléndidos. Con este estatuto, la Universidad quedó definitivamente constituida en su doble carácter de Real y Pontificia. Tras ser suprimidas las Facultades de Teología y Derecho Canónico en 1852, la Universidad Pontificia renace en 1940 y con este resurgimiento su objetivo se ha fijado en responder a las necesidades sociales a través de una oferta formativa que ha dado paso paulatinamente a nuevas titulaciones.

La fachada de la iglesia, con sus potentes columnas adosadas, el friso, los escudos, la edícula, que representa la Venida del Espíritu Santo está llena de prestancia. Las torres, comenzadas por Andrés García de Quiñones, son de las más bellas que ha creado el barroco en España. La iglesia es la más señorial y la más perfecta, desde el punto de vista arquitectónico de las iglesias jesuitas. La puerta de entrada al Seminario es churrigueresca, fastuosa y recargada.



Aula Magna. Recientemente restaurada, es también un magnífico barroco dorado. Se trata de una crujía estrecha y alargada, sus cuatro tramos se cubren con bóveda de cañón rebajado que apea sobre arcos fajones sostenidos por repisas de placas recortadas. Tanto los estucos como la brillante decoración de las yeserías alcanzan un gran originalidad y riqueza. Una belleza artística.





          

El Claustro de los Estudios es una de las creaciones barrocas más perfectas de todos los países gracias al vigor y grandiosidad del conjunto y al refinamiento y riqueza de los detalles. Lo primero que impresiona al contemplar el claustro es su enorme fuerza  plástica debida a la sucesión de gigantescas columnas, las cuales imponen un ritmo de majestuosidad andante a todo el conjunto.










La Escalera Noble es otro ejemplo de barroquismo para la que se tomó como modelo la escalera del Convento dominico de San Esteban, llamada Escalera del Soto. Las rampas colgantes se apoyan sobre arcos rebajados cuyo intrádos está decorado en cada tramo por tarjetas con alegorías simbólicas y con pequeños casetones rellenos de variedad de motivos.

         






Iglesia del Santo Espíritu de estilo barroco.




          

         

Horario:

De Miércoles a Viernes: de 10:30 a 12:45 y de 16:00 a 17:30
Sábados y festivos: de 10:00 a 13:00 y de 16:00 a 17:30
Domingos: de 10:00 a 13:00
Domingos tarde, lunes y martes cerrado.
Entrada: 3,00€. Visitas guiadas.

Catedral Nueva

Un historiador, con bastante acierto, la llama "El Último suspiro del gótico" porque comenzó a edificarse el 12-V-1513, cuando este estilo estaba ya agonizando.

Su primer arquitecto fue Juan Gil de Hontañón (1513-1531), también lo fueron Juan de Alava (1535-1537) y Rodrigo Gil de Hontañón (1538-1577). Arquitectos superiores fueron José, Joaquín y Alberto Churriguera.

En 1550 se llega al crucero trabajando a un ritmo muy acelerado. En 1560 se habilita para el culto lo construido desde el pie de la iglesia hasta el crucero. A partir de este año hay largos periodos en los que se paralizan las obras por falta de medios económicos. Durante este periodo, al surgir los estilos posteriores al gótico surgen discusiones sobre si seguir las obras en el estilo comenzado o si cambiar de estilo.

Fue decisión y mérito del Cabildo el decidir que se continuaran las obras, en lo arquitectónico, en el estilo gótico, si bien en lo ornamental se advierten claramente las influencias del plateresco y barroco, que se van acentuando a medida que las obras iban avanzando.

Esta superposición de estilos en lo ornamental pueden apreciarse por el turista, principalmente en la nave del tras-altar.




         


En el exterior cabe destacar la fachada principal, tremendamente profusa en detalles entre los que destacan los relieves de las escenas principales del Nacimiento y la Epifanía. En lo alto de ambas se encuentra Cristo crucificado, flanqueado por las figuras de los Santos Pedro y Pablo.

La Portada de Ramos despliega el conjunto expositivo de la Entrada de Jesús en Jerusalén de interesante factura. La Puerta del Patio Chico, tercera en importancia, en el crucero sur, se cubre de adornos naturalistas, repisas y doseletes, para estatuas, a semejanza de su homologa del lado septentrional.


          



         



         

Interior. La planta y alzado del edificio mantienen una uniformidad gótica y la presencia exterior de arbotantes y contrafuertes, así como el alzado interior de las naves lo atestiguan.

El interior de la catedral es muy semejante al de la Catedral de Sevilla. Sin embargo, a pesar de que las naves laterales no están a la misma altura que la central, siguiendo el esquema «ad triangulum» típico del gótico, la iglesia da impresión de gran amplitud y luminosidad por la compensación en altura y la consecución del espacio interior. El triforio, típico de las construcciones desde el tardorrománico, se sustituye por dos tribunas corridas en todo el perímetro de la catedral y a dos alturas, lo que permite elevar aún más las naves laterales. Los pilares recogen el peso de las bóvedas donde cada uno de los nervios de las mismas descienden hasta el suelo por el pilar en una delgada columnilla que le ayuda a descargar el peso. Las bóvedas tienen todo tipo de combinaciones de nervios, combados y terceletes, que las hacen muy atractivas por su variedad y complejidad de obra.


         



          

Altar mayor. Sin retablo, pues se destruyó en 1743 el que diseñó Alberto Churriguera. Actualmente, escultura de la Asunción, titular de la catedral, rodeada de graciosos ángeles. Dos grandes arcas de plata con las reliquias de San Juan de Sahagún, patrono de Salamanca, y de Santo Tomás de Villanueva.



Capilla dorada. Fundada por el arcediano de Alba don Francisco Palenzuela, con hermosa reja, obra de Esteban de Buenamadre, y 110 esculturas, no despreciables, de santos, ángeles, virtudes y profetas; en el retablo, un calvario de gran tamaño y buena factura. Sepulcro del fundador y de sus padres.

     

Coro. La obra de arquitectura fue diseñada por Joaquín Churriguera en 1724, y realizada por su hermano Alberto, a quien se debe, además, juntamente con su cuñado José Lara, buena parte de la sillería alta del coro: Cristo, apostolado y otros santos. La sillería baja, inferior en mérito, fue obra de Juan Múgica. Toda ella se realizó entre los años 1725-1730.

La crestería del coro, formada por graciosos ángeles con diversos instrumentos músicos, forma un bello conjunto.

De los dos órganos del coro, el de la nave del evangelio es extraordinario, tanto por la belleza de su exterior, como por su sonoridad; es obra de Pedro de Echevarría, realizada en 1745. Goza de fama, merecida, entre los órganos españoles.





En el crucero se yergue un magnífico cimborrio formado por cuerpo ochavado sobre pechinas, tambor cilíndrico liberado por amplios ventanales y cúpula semiesférica, remata en linterna; fue finalizado por Juan Sagarbinaga en 1765. Rodeando el interior hay relieves con ocho escenas de la Virgen.








Catedral Vieja.

Se comenzó a edificar en el segundo tercio del siglo XII, y consta documentalmente que en el año 1152 trabajaban 25 obreros, que estaban exentos de pagar tributos.

La planta, columnas, capiteles y arcos exteriores son de estilo románico, los arcos interiores y las bóvedas son de estilo gótico.

En el centro de éste se levanta, sobre pechinas, el cimborrio y sobre él la cúpula de singular hermosura, que es semiesférica en el interior y perialtada en el exterior, sobre cuyo cupulino hay una veleta que remata con un gallo, que da nombre al torre.





El retablo del altar mayor consta de 53 tablas que representan escenas de la Virgen, pero la mayoría se refieren a la vida de Jesucristo. Fue terminado en el año 1445, o poco antes. Su autor es desconocido, aunque hay razones para atribuirlo a Nicolás Florentino. Es obra de un taller, en él trabajaron varios pintores de diversa categoría.


Sobre el retablo, en el cascarón de la bóveda, está representada la escena del Juicio Final, obra, ciertamente de Nicolás Florentino.


Otras capillas importantes de la Catedral Vieja son la Capilla de San Martín o la Capilla de Santa Bárbara.





          






El claustro. Se puede decir que el claustro primitivo ha desaparecido casi por completo, excepto las paredes de dos galerías de las capillas, a consecuencia del terremoto de Lisboa del año 1755. En el 1785 el arquitecto Jerónimo García de Quiñones, sustituyó las antiguar arcadas románicas exentas, que cerraban el patio, por unas paredes con motivos ornamentales del neoclásico, que pueden apreciarse desde el interior del patio.

         

         

         






Horarios de la Catedral Nueva:

De lunes a sábado: de 9:00 a 13:30 y de 16:00 a 18:00
Domingos: de 9:00 a 13:00.
Entrada gratuita.

Horarios de la Catedral Vieja:

De lunes a sábado: de 10:00 a 12:00 y de 16:00 a 17:30
Domingos: de 10:00 a 12:30
Entrada: 4,75€ tarifa general; 3,25€ escolares españoles.

Convento de San Esteban

Los dominicos se instalaron en Salamanca entre 1255 y 1256. En el actual solar del convento, ocupado por la iglesia parroquial de San Esteban, levantaron el primitivo convento, luego derruido para construir el actual, en 1524 por iniciativa del cardenal Fray Juan Álvarez de Toledo.

Su construcción se extendió hasta 1610, participando en ella Fray Martín de Santiago, Rodrigo Gil de Hontañón, Juan Ribero de Rada y Pedro Gutiérrez. No obstante, la planta y diseño son de Juan de Álava, quien comienza la obra en 1524, como demuestra el plano conservado de este mismo maestro. Rodrigo Gil de Hontañón se ocuparía del crucero con el cimborrio y de la cabecera. Aunque se le considera un excelente ejemplo del estilo plateresco, lo prolongado de sus fases constructivas explica la mezcla de estilos que van desde el gótico final hasta el barroco, estilo éste poco apreciable en su arquitectura pero bien presente en el retablo mayor obra de José de Churriguera.

Según la tradición, Colón se alojó en este convento (en realidad en el anterior, destruido para construir éste) cuando fue a Salamanca para defender ante los geógrafos de la Universidad la posibilidad de llegar a las Indias navegando hacia Occidente.

Durante la Contrarreforma fue un importante centro donde se forjaron los padres dominicos que fundaron la Escuela de Salamanca, con Francisco de Vitoria a la cabeza, y se prestó ayuda a Santa Teresa de Jesús y a San Ignacio de Loyola.



Fachada de la iglesia. Verdadero tapiz renacentista realizado en piedra y enmarcado bajo un gran arco triunfal, cuya bóveda de medio cañón lleva una decoración en artesonado de estilo milanés. En el centro se destaca el martirio de san Esteban, titular de la iglesia, obra de Juan Antonio Ceroni, de principios del siglo XVII; esta representación es como el núcleo central alrededor del cual convergen, sirviéndole de cortejo triunfal, estatuas de santos y beatos, en su mayoría de la Orden dominicana. La parte inferior de la fachada, más renacentista, separada de la inferior por unos finísimos relieves, se centra en torno a un Calvario debido a la mano de Ceroni. Nos encontramos ante una obra maestra en la que se combinan sin fricciones estridentes de estilo los arcos renacentistas, los doseles flamígeros del gótico, con los grutescos y medallones característicos del mejor renacimiento español.



         






Pórtico del convento. Es un conjunto renacentista de inspiración toscana al estilo de las logias italianas de la época. Es obra de Juan de Ribero Rada. Los medallones de las enjutas se deben al escultor Martín Rodríguez. La fecha de realización se sitúa entre 1590 y 1592. Contrasta por su sencillez y sobriedad con la rica decoración de la portada renacentista con la que forma ángulo.



Claustro de procesiones o de los Reyes. La obra se inició hacia 1528 y se concluyó en 1544. En la parte baja tiene 20 grandes arcos renacentistas, pero tratados al estilo gótico tardío. Los pilares están decorados con medallones de profetas del Antiguo Testamento. En cada ángulo hay una hornacina con representaciones de la infancia de Cristo. La bóveda de crucería, de estilo gótico tardío, está construida a base de nervios sencillos que arrancan de ménsulas decoradas hasta llegar a entrelazarse.


         

         


Escalera de Soto. Se llama así por haber sido costeada por Fray Domingo de Soto, gran teólogo y confesor de Carlos V. La obra se inició en 1553 y concluyó en 1556. El arquitecto fue Rodrigo Gil de Hontañón. A la belleza y grandiosidad de esta obra se une una técnica atrevida y revolucionaria: la novedad consiste en que el tramo inferior soporta a todos los demás, que no descargan su fuerza sobre los muros, sino que éstos contrarrestan su empuje. Es tal vez la primera que se construyó siguiendo esta técnica. Los tres tramos visibles están decorados a base de casetones floreados.





Iglesia. Monumental recinto en forma de cruz latina, de una sola nave, majestuosa y muy luminosa. Sus dimensiones son de 84 metros de largo por 14,50 metros de ancho, 27 de alto en la nave y 44 en el cimborrio. El mecenas de la iglesia fue el cardenal Fray Juan Álvarez de Toledo, hijo de los segundos duques de Alba. En 1610 se inauguró con gran solemnidad.









          


Retablo del altar mayor. Concluido en 1693, es la obra más colosal de José de Churriguera. Entre las grandiosas columnas salomónicas hay dos estatuas: una de Santo Domingo de Guzmán y la otra de San Francisco de Asís; como coronación de todo el conjunto el cuadro de Claudio Coello que representa el martirio de San Esteban.


Coro. La sillería, obra de Alonso de Balbás (concluida en 1655) es de estilo clasicista.


Horario:

Todos los días: de 10:00 a 14:00 (última entrada) y de 16:00 a 18:15 (última entrada).
Precio: 3€ / 2€ (grupos de más 20, estudiantes y jubilados).

Casa de las Conchas

Se trata de uno de los palacios más populares de Salamanca y una de las  mejores muestras de la arquitectura gótica civil española. La hizo construir, en los últimos años del siglo XV y primeros del XVI, Don Rodrigo Arias Maldonado, afín a los Reyes Católicos y caballero de la Orden de  Santiago. Las conchas son el principal motivo ornamental de la fachada. Emblema utilizado en la heráldica de su esposa, símbolo del amor y motivo de la orden de Santiago a la que él pertenecía, quizá motivos que podrían justificar la utilización de dicho símbolo.




          

           





          

          



         

          




Horario:

De Lunes a Viernes de 9:00 a 21:00
Sábados: de 9:00 a 14:00 y de 16:00 a 19:00
Domingos y festivos: de 10:00 a 14:00 y de 16:00 a 19:00

Entrada gratuita.

Convento de las Dueñas

Fundado en 1419 por Doña Juana Rodríguez Maldonado, esposa de Don Juan Sánchez Sevillano, contador del rey Juan II de Castilla, que donó su casa palaciega a la comunidad de Religiosas Dominicas. El Palacio era de estilo morisco, del que se conserva un arco apuntado con zócalo y finos alicatados.







El claustro constituye una de las obras más conseguidas del plateresco español. Construido en la primera mitad del siglo XVI, se halla admirablemente conservado. Es de planta pentagonal irregular y consta de dos cuerpos. El inferior lo forman unos arcos rebajados, muy sencillos, entre los que se intercalan bellos medallones. El sobreclaustro, más rico, es de estructura arquitrabada. Los capiteles se decoran con grutescos sumamente originales. Su exuberancia hace que unos capiteles casi se unan a los otros, viniendo a formar una serie de falsos arcos, en un número doble a los del piso inferior. En el piso superior, tanto exteriormente como por dentro, corre un friso ricamente adornado con medallones, flores y escudos de la Orden Dominicana. Se cree que este claustro es obra de los escultores que trabajaron en la decoración del palacio de Monterrey, dirigidos por Rodrigo Gil de Hontañón.


















         








Horario:

De Lunes a sábado: de 11:00 a 12:45 y de 16:30 a 17:30
Domingos y festivos cerrado.
Entrada: 2 euros


Convento de las Úrsulas

La iglesia de una sola nave se cubre con tres bóvedas de crucería, resaltando el blasón con las armas de Fonseca que luce la clave de la capilla mayor de base ochavada. Todo el templo se adorna con la impronta de su fundador en los blasones de los Fonseca, Acevedo, Ulloa y Maldonado.

Los muros de la Epístola y el Evangelio albergan en sus lucillos los sepulcros de los condes de Monterrey. La traza de los dos elementos centrales, el retablo y el sepulcro, se encomienda a Diego de Siloe en 1529. La pintura del primitivo retablo será obra de Juan de Borgoña. A los pies del túmulo, construido en 1531 sobre mármol blanco de Filabres (Almería), con una técnica similar a la mostrada en la ejecución del sepulcro de los Reyes Católicos de la catedral granadina, hará inscribir su hijo, el arzobispo toledano Alonso de Fonseca II un epitafio latino en honor a su padre. Resaltan asimismo los medio relieves ornamentales: en la cabecera se esculpe el escudo de los Fonseca, y en los frontales la Anunciación y Santiago como marca de identidad. Durante el siglo XVIII el sepulcro fue desmantelado por considerarlo molesto para las celebraciones religiosas. En 1928, a instancias del Duque de Alba, según consta en la inscripción conmemorativa, se restaura el túmulo a su lugar primigenio.







Horario:

De martes a domingo: de 11:00 a 13:00 y de 16:30 a 18:00
Entrada: 2 euros.

Cueva de Salamanca

Todas las ciudades tienen lugares especiales en los que la historia y la leyenda se cruzan y en las que el peso de esta última se impone al de los hechos históricos. Esto ocurre con la antigua iglesia de San Ciprián o San Cebrián conocida como la Cueva de Salamanca. Sobre su origen, unos afirman que fue fundada por Hércules, otros la relacionan con los árabes y con los celtas; aunque hay quien sitúa en la cueva la entrada a un laberinto de túneles y paisajes que recorría todo el subsuelo de la ciudad. La Salamanca oculta, maldita pero necesaria para que la otra, la dorada, la plateresca, exista.

Su fama fue tan relevante que interesó a literatos y estudiosos. La visita diurna a la Cueva posibilitará recorrer la cripta de la iglesia de San Cebrián, el lugar donde dice la leyenda estaba ubicada la escuela de ciencias ocultas, la cerca vieja o la torre de Villena y un trozo de la ciudad medieval, renacentista y plateresca, lleno de historia. Y a nocturna, a través de la luz, la imagen y el sonido, nos adentrará en la atmósfera de esa ciudad subterránea, creadora de mitos y leyendas, que fue referente universal también en el conocimiento mágico, alquímico, nigromante y hermético, aquel que busca el conocimiento en la parte oscura de la realidad.




        

            

Horario:

De lunes a jueves: de 10:00 hasta 22:00 hora estimada de cierre.
Viernes y sábados: de 9:30 a 22:30.
Juego de Luces y Sombras: 3 pases de 21:00 a 22:30
Domingos: de 10:00 a 22:00
Entrada gratuita.

Torre del Clavero

En uno de los ángulos de la plaza de Colón, esta torre del siglo XV, llama la atención por su carácter de fortaleza octogonal. Pertenecía a un antiguo palacio y es la única muestra de arquitectura militar que se conserva del siglo XV.

         

Palacio de la Salina

Fundado en el siglo XVI por Doña Mayor de Fonseca y su esposo, debe su nombre a que fue un almacén de sal hasta 1880, cuando lo compró la Diputación para transformarlo en su sede. Es de estilo plateresco y se atribuye a Rodrigo Gil de Hontañón.












           


Horario:

Todos los días de 11:00 a 23:00. Entrada gratuita.

Iglesia de San Pablo






         

Plaza de Anaya

En esta plaza se dan la mano el pensamiento científico y el religioso a través de un espacio ajardinado construido por el mariscal Thiébault, en el periodo de la ocupación francesa. Para facilitar la contemplación del conjunto catedralicio se destruyeron las casas del cabildo que ocupaban el espacio de la plaza. Enfrente de la catedral se encuentra el Palacio de Anaya que sustituyó al primer colegio Mayor de la Universidad de Salamanca, el Colegio de San Bartolomé, fundado en 1401.





Huerto de Calixto y Melibea

Un pequeño jardín de tradición musulmana construido sobre la muralla, es el posible escenario de los encuentros amoroso de Calixto y Melibea, protagonistas de la Celestina, una de las obras más universales de la literatura española, escrita por el estudiante de la Universidad de Salamanca, Fernando de Rojas.





Abierto de lunes a domingo de 10:00 hasta la puesta del sol. Entrada gratuita.

La Casa Lis

Esta mansión modernista llama poderosamente la atención en un enclave como Salamanca. Es una obra de 1905 del arquitecto y matemático Joaquín de Vargas. La obra pertenece al racionalismo constructivo y a la era de los nuevos materiales, ya que utiliza el hierro de fundición, empleado desde mediados del XIx en la Europa industrial. Actualmente alberga el museo de Art Nouveau y Art Deco de la Fundación Ramos Andrade.

Horario:

De martes a Viernes: de 11:00 a 14:00 y de 16:00 a 20:00
Sábados, domingos y festivos: de 11:00 a 20:00
Entrada: 3,00€



Con todo lo visto hasta aquí, espero que no os quede ni la menor duda de que Salamanca es una de las ciudades más bonitas de España, que bien se merece una visita o dos o tres, para disfrutar de todos sus monumentos, de su encanto, de sus calles, de sus gentes y de su vida universitaria.

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