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Visita a Calaceite

Calaceite se encuentra situado a 183 kilómetros de Teruel y 154 kilómetros de Zaragoza. Desde Valencia se deben recorrer por carretera 256 kilómetros y desde Madrid y Barcelona, 467 y 199 kilómetros respectivamente.

El principal eje de comunicación es la carretera N-420 dirección Tarragona-Alcolea del Pinar, y la carretera comarcal hacia Cretas y Valderrobles.

Desde Teruel , la N 420 y la N 211 son las dos vías que conectan la capital de provincia con la localidad de Calaceite.

La población de Calaceite es uno de los conjuntos urbanos mejor conservados del Matarraña, con numerosas casas señoriales, capillas, ermitas, portales y un ayuntamiento del siglo XVII, y está declarado Conjunto de Interés Histórico Artístico. Para conocer la población, es indispensable pasear por la Calle Mayor, Plaza de España y Calle Maella; recorrer la cárcel, y visitar la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción y el Museo Juan Cabré, dedicado a este insigne arqueólogo calaceitano, que impulsó las excavaciones arqueológicas en la comarca. El museo se divide en varias salas, en las que se puede encontrar una colección de utillaje antiguo de labranza, la colección privada de arqueología de Cabré y exposiciones temporales de arte contemporáneo.

Empezamos nuestro recorrido por la medieval y tranquila localidad de Calaceite por la Plaza de España.

Esta plaza es en la actualidad el centro neurálgico de la población, aunque no se sitúa en el núcleo más antiguo sino que forma parte del área de ampliación urbana a partir del siglo XIV.
         
Es el lugar de la población que ha cambiado más veces de nombre. En la documentación más antigua aparece como plaza de Baix (de abajo) en relación a la desaparecida plaza de Dalt (de arriba) donde se situaba la antigua iglesia gótica sobre la cual se construyó la actual iglesia parroquial. Durante este período, las dos plazas se comunicaban mediante dos calles, una de las cuales fue ocupada por el nuevo templo parroquial y, posteriormente, también por algunas casas. En el siglo XVII, se la denominaba plaza del Sitjar (de los silos), dado que debajo de la plaza, y con acceso desde el ayuntamiento, se situaban los silos donde se guardaban los cereales que se pagaban como tributos. Durante el siglo XIX y las primeras décadas del XX, es citada únicamente como la Plaza o la plaza Mayor.

En 1931, a partir de la promulgación de la constitución republicana, se llamó la plaza de la Constitución. En 1938, con la entrada de las tropas franquistas en la población, se bautizó como plaza de España que es su nombre oficial en la actualidad, aunque popularmente se la conoce simplemente como la Plaça.
       
Debajo de los porches de la Plaza se realizaba el mercado: estaba la carnicería, la parada del pescado, de la cuerda,... También era el lugar de reunión de la vecindad en asamblea municipal y donde el Justicia realizaba sus juicios a la vista de todos. Más tarde y durante unos años, también se celebraban aquí las vaquillas y para cerrar la plaza se hicieron los agujeros en los pilares del cubierto. En la actualidad, aún se hace aquí el mercado, cada miércoles.







          


Yendo por la calle de la Iglesia llegamos a la principal Parroquia de la localidad, la de la Asunción.

En el siglo XVIII Calaceite tuvo un importante desarrollo arquitectónico que se inició con la construcción de la actual iglesia, una de las obras barrocas más importantes de la comarca.  
     
Se edificó sobre los restos de la iglesia gótica de Santa María del Pla, advocación que trajeron a Calaceite los primeros pobladores cristianos. Este templo había sido construido a principios del siglo XIV y era de dimensiones más reducidas.
          
La construcción de un nuevo templo de grandes proporciones sobre el mismo solar provocó una reducción considerable de la plaza de “Dalt” o de Santa María, situada en el lado norte. La edificación en el siglo XIX de una casa solariega delante de la iglesia redujo también la perspectiva de observación de la fachada.         

La primera piedra se colocó en el año 1695 por el Capítulo Catedralicio de Tortosa, ya que era señor jurisdiccional de Calaceite; la parroquia perteneció a la Diócesis de Tortosa hasta el año 1957 en que pasó a la de Zaragoza. El maestro de obras fue el vasco Francisco de Ibargüens y fue consagrada en 1710.
         
Esta construcción de sillería es de planta de salón con tres naves de la misma altura, lo cual da una sensación de gran amplitud en el interior. En el exterior destacan la torre y la fachada con tres puertas, de las que sobresale la principal a modo de retablo con las columnas salomónicas y las estípites características del barroco y los impresionantes clavos de forja de la puerta. La ambiciosa obra de la torre-campanario quedó inacabada en el segundo cuerpo. Durante la Guerra Civil el edificio fue quemado y quedó en muy mal estado hasta que entre 1946 y 1948 fue reconstruido. El año 2001 fue declarado Bien de Interés Cultural (B.I.C.).

          

Volviendo sobre nuestros pasos hasta la Plaza de España de nuevo, tomamos en esta ocasión la Calle Mayor.



          

Otra de las calles más importantes y emblemáticas de esta localidad de Teruel es la Calle Maella. Es, de hecho, la calle más señorial, por la arquitectura de sus edificios, de todas las que forman el recorrido de las procesiones, que siguen el trazado del núcleo antiguo.        

Podemos observar diferentes estilos constructivos y de decoración: interesantes balcones de forja, portales de piedra de sillería, escudos nobiliarios y, al final, la impresionante capilla de la Virgen del Pilar.         

Hay referencias de esta calle en la documentación del s. S XVII, pero el trazado ya existía anteriormente. Hay una casa con restos góticos y, por lo tanto, anterior a dicho siglo, aunque podrían ser piezas reaprovechadas de la antigua iglesia. Muchas casas son de estilo barroco, del siglo XVIII, posiblemente porque se construirían más tarde o se reformarían en esta época.
       
En el s. XVII se la conoce como calle de la Justicia, probablemente porque aquí estaba la institución encargada de impartir justicia en la villa. El nombre actual es del s. XIX, aunque el portal que cierra la calle siempre se había llamado portal de Maella, ya que comunicaba con el camino hacia esta población.
       
          

           






Os mostramos ahora otros lugares de interés de Calaceite que podéis encontrar dando un agradable paseo por sus calles.

Capilla de San Roque

Esta capilla la encontramos documentada desde 1555, pero el actual edificio es una ampliación de comienzos del siglo XVII cuando se alargó la nave hacia la desaparecida Balsa Podrida (hoy un parque infantil). Las obras fueron realizadas por el maestro picapedrero de Alcañiz Pedro Pizarro quien fue también el constructor de la Casa Consistorial. Un año después de acabarla inició estas obras (el 1613) con un presupuesto de 600 libras jaquesas para la mano de obra.

Es una obra renacentista de planta rectangular construida sobre una fuerte pendiente. Tiene una sola nave de dos tramos y cubierta de medio cañón con lunetos. Muy cerca se situaba el Portal de la Fuente (derribado en 1860) y la capilla quedaba en la parte extramuros; por ello, posiblemente, dispone de pocas aperturas y tiene ventanas en forma de aspillera. En este portal, que daba al camino de Caseras, había la “taula de la Carrasca”, nombre que recibía la aduana que Calaceite tenía como pueblo de frontera con Cataluña.        
 

          

          

Portal y capilla de la Virgen del Pilar

Los portales-capilla son uno de los elementos arquitectónicos más singulares de la comarca del Matarraña.   
Este portal, situado en la entrada norte de la villa, recibía el nombre de portal de Maella porque era la puerta de entrada desde el antiguo camino de comunicación con esta población. En su construcción original era uno de los cuatro portales de la muralla que cerraba el contorno de la villa. Posteriormente, en el siglo XVIII, se construyó encima una capilla elevada de estilo barroco dedicada a la Virgen del Pilar, con la que cambió su función defensiva por otra eminentemente religiosa.
          
Se trata de uno de los portales más complejos arquitectónicamente de la comarca: se ubica sobre un terreno inclinado y cada fachada es diferente a las otras. Además, desde sus cuatro arcos se pueden contar hasta ocho calles. Esta confluencia de calles es resultado del relieve accidentado del casco urbano de Calaceite que parte de dos núcleos elevados y se desarrolla ladera abajo con calles que se adaptan a la orografía del terreno y que se encuentran en diagonal. La calle de Maella y la d´En Rufa serían las más antiguas y coetáneas al portal, mientras que el resto corresponden a ampliaciones urbanas posteriores.    
 
En la actualidad, mantiene su función religiosa y sus puertas se abren durante la festividad de la Virgen del Pilar y la del Corpus.


Os dejamos por último unas cuantas fotografías más de Calaceite. Si os fijáis, podréis incluso respirar su tranquilidad y sosiego.  cheers  cheers

          

          







          

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