Hotel AH San Fermin Pamplona

Después de nuestras increíbles vacaciones por la Selva Negra y Alsacia, aún nos quedaban fuerzas para disfrutar unos días del norte de España. Si queréis saber dónde estuvimos hospedados y nuestras impresiones, sigue leyendo. 

Fachada Hotel AH San Fermin Pamplona

Estuvimos hospedados en el Hotel AH San Fermín Pamplona cuyas habitaciones son en realidad apartamentos ya que cuentan con sala de estar con sofá y TV de pantalla plana, cocina completa y un dormitorio con una cama doble o dos camas individuales más un baño. 

Entrada Hotel AH San Fermín Pamplona

No os voy a engañar, mi primera impresión no fue positiva. Al lado de una gasolinera, de una carretera con bastante tráfico y encima de una tienda, pensé que el descanso no estaría asegurado. Pero afortunadamente me confundí. 

Después del check-in, nos indicaron cómo acceder al aparcamiento. Un poco estrecha la entrada y con un giro para conductores experimentados pero la zona destinada a aparcar era inmensa, así que ningún día tuvimos problema en encontrar una plaza libre. El parking está incluido en el precio. 

La atención en recepción correcta. 

 

Habitación 412 y..... sorpresa. Empezamos por la sala de estar y la cocina, perfectamente equipada con todo el menaje necesario para comer, desayunar o cenar. Si a eso añadimos el hecho de que hay un Mercadona y un Supeco al lado del hotel, tenemos la combinación perfecta para no necesitar ni reservar alojamiento y desayuno. 

En la sala de estar una televisión enorme con un sofá-cama, mesita y una zona con taburetes para poder sentarte a comer. 

De detalle un par de cápsulas de Nespresso, y un pack para limpiar los platos y la encimera. Y un maravilloso frigorífico con congelador. También te tiraban la basura y te ponían una bolsa nueva y por supuesto te hacían la habitación. Una gozada llegar a cenar después de un día sin parar, calentar algo en el microondas (no estábamos por la labor de hacer nada) y a ver esa maravillosa televisión mientras planificábamos el día siguiente. 

Por lo que respecta al cuarto de baño, perfecto. Con ducha, lavabo, bidé y servicio. Nos pareció todo muy limpio como nuevo. 

Cuarto de baño

Por último la habitación, nos dieron una de dos camas individuales con un armario inmenso (también había otro en la zona de acceso al cuarto de baño) y otra televisión.

 

Nosotros habíamos reservado AD (que no habría sido necesario) así que nos dispusimos a bajar a desayunar. La sala de desayunos enorme y con muy poca gente (se notaba que la mayoría no la utilizaba). De desayuno lo normal: fruta, embutido, pan de diferentes tipos con tostadora, huevos revueltos, bacon y salchichas de caliente, bollos, yogures, cereales, máquina de café y té, macedonia 

Sin ser un desayuno espectacular, de esos que nunca olvidas, estaba más que correcto y si te proponías cada día cambiar, podías perfectamente hacerlo ya que había bastante variedad. 

Por lo que respecta a la ubicación, perfecta para visitar la ciudad Pamplona o para hacer excursiones tanto por Navarra como por el País Vasco. Y el descanso sin problema (el aire no hace ruido y al final no se oía tanto la carretera). 

Puntuación del hotel: 9 (tal vez el parking era lo peor). Las habitaciones de 10.