Hotel Exe Las Adelfas en Córdoba

Cuando empieza a volver a aparecer el bichito del Wanderlust por nuestras venas, tenemos que ir organizando otro viaje aunque se trate tan solo de un fin de semana por España. Y en esta ocasión, como teníamos muchas ganas de visitar Écija en Sevilla y el yacimiento arqueológico Medina Azahara (a donde no íbamos desde que no teníamos niños), nos hospedamos en un hotel de Córdoba capital no situado en el centro para así evitar tener que pagar parking porque al fin y al cabo ya conocemos la ciudad de anteriores visitas. 

Como siempre, nos ponemos a la búsqueda de hotel con una serie de parámetros típicos como Desayuno Incluido, cancelación gratuita, parking gratuito y en este caso también encontramos un hotel con Media Pensión a un precio razonable, así que como las opiniones no eran malas, reservamos para pasar dos noches en el Hotel Exe Las Adelfas (o Eurostars).

Llegamos el viernes por la tarde noche sobre las 7 y media, hora perfecta para relajarnos y un poco y bajar a cenar. 

La entrada del hotel correcta, nos dio buena impresión, con bastante zona de aparcamiento (nosotros teníamos incluido en el precio parking interior pero no llegamos a usarlo), el hall de entrada bastante luminoso y trato correcto en el check-in. 

Como podéis ver en alguna foto, el hotel necesita una buena mano de pintura sobre todo en algunas zonas. Igualmente, la zona de la piscina (que estaba aún abierta a mediados de Octubre) necesita una remodelación, se la veía muy antigua. 

Habíamos reservado una habitación estándar con cama queen size. Esta tenía también televisión, una pequeña mesa, un armario amplio con mini-bar (de pago) y cuarto de baño con bañera (me encantaron los mensajes de los botes de champú o gel). 

Como habíamos reservado MP, salimos a dar una vuelta por el hotel antes de ir al comedor, ya que abrían a las 8. La sala era bastante amplia y muy poca gente había reservado la cena, así que estuvimos muy tranquilos. El menú fijo (con bastantes primeros y segundos a elegir), el único problema es que no cambiaban de menú, menos mal que nosotros solo estuvimos dos noches. Esta primera  noche elegimos para comer salmorejo y picadillo campero de primero y huevos con patatas y bacalao con verduras de segundo. De postre piña y flan de huevo con nata. 

La cena no estaba mala, quizás se echó en falta un poco más de elaboración en los platos.

Hasta aquí salvo la pequeña reforma que necesitaba el hotel, todo correcto, buena relación calidad-precio pero el problema apareció por la noche cuando nuestros vecinos, unos energúmenos, decidieron que si ellos no dormían, nosotros tampoco. A la mañana siguiente, antes de ir a desayunar, protestamos en recepción y nos cambiaron de habitación, es más nos hicieron un upgrade (nos ubicaron en una suite, mucho más grande y en una esquina con lo que no teníamos vecinos) y además nos trajeron una botella de champán a la habitación. Hemos de decir que la respuesta del hotel ante nuestra queja fue ejemplar, bien es verdad que deberían tener las habitaciones más insonorizadas porque no creo que fuéramos los únicos que protestamos. Eso sí, ni en la habitación estándar ni en la suite podíamos poner el aire acondicionado (que ya en Octubre no fue necesario) porque hacía mucho ruido (sobre todo en la primera habitación), algo que deberían cuidar en los hoteles porque el descanso de los clientes tiene que ser una de sus máximas prioridades. 

Os dejo fotos de la suite. Mucho más grande con zona de salón con un sofá y una mesa. 

El desayuno era tipo buffet, y era bastante variado como podéis ver en las fotos.

Como no había mucha gente en el hotel, se desayunaba tranquilamente y sin colas. 

Para la segunda cena, elegimos algo ligero porque habíamos comido bastante bien en Écija, una ensalada y una tortilla francesa, eso sí con un toque dulce de postre. 

Como impresión general del hotel, diremos que la relación calidad-precio es aceptable. Necesita mejoras tanto en el exterior como en el aire acondicionado de las habitaciones (no quiero ni imaginarme cómo dormir sin aire en verano en plena Córdoba), la ubicación lejos del centro pero eso ya lo sabíamos, zona tranquila de chalets (a no ser que tengas la mala suerte que nosotros tuvimos), trato correcto tanto en recepción como a la hora de la cena y los desayunos. Un cuatro estrellas un poco justo.