Blog Los viajes de Dora Marchando una de espetos - Día 6 ~ LOS VIAJES DE DORA
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Marchando una de espetos - Día 6

Para este día habíamos planificado una mañana playera y una tarde de paseo por Nerja, una de nuestras máximas a la hora de planificar un viaje es ir mezclando días tranquilos con días más ajetreados. Así que después de un desayuno potente con unas preciosas vistas, nos dirigimos a la Playa el Playazo en la localidad de Nerja pero alejada de la muchedumbre. La playa nos gustó bastante, poca gente, un buen parking, se podía guardar la distancia de seguridad, todo lo que queríamos para pasar unas horas de tranquilidad disfrutando del mar. 







Después de unas horas de asueto y relajación absoluta, nos acercamos a un restaurante en la misma playa para comer, Miguel el Manga, en donde pedimos unos espetos, una ensalada, unos calamares y un pescaíto frito para compartir, y luego una paella (que estaba un poco pobre), el pequeño se comió unos nuggets que tenían muy buena pinta. 









Comimos bastante tranquilos que era lo que queríamos, en la terraza del local, también es verdad que era pronto que después de la sesión de baño, teníamos hambre. Una pena la paella que como podéis ver en la foto no tenía muchos tropezones, la verdad es que fueron 9 euros por ración así que me imagino que tampoco podíamos pedir mucho. Los entrantes bastante mejor. 


Una vez alimentados, volvimos al coche y nos acercamos al centro de Nerja, en donde aparcamos el coche en un parking subterráneo justo en la Plaza de España, no era cuestión de aparcar más lejos y tener que ir andando porque a esas horas el sol picaba con ganas. Además nuestra intención era acercarnos al famoso Balcón de Europa. De camino entramos en la Iglesia El Salvador que nos encontramos abiertas por estas casualidades de la vida que no suelen repetirse con mucha frecuencia. 





El Balcón de Europa se encuentra situado sobre el acantilado que separa las playas del Salón y Calahonda, donde estuvo situado el Castillo Bajo de Nerja, construido a comienzo del siglo XVI, fue remodelado en el siglo XVIII para dotarlo de una batería para cañones.

Durante la Guerra de la Independencia fue completamente destruido por los ingleses.

El rey Alfonso XII visitó Nerja en 1885 con motivo del terremoto del año anterior, y alabó la belleza del lugar exclamando que se encontraba en el Balcón de Europa por las vistas. De hecho ahora hay una estatua del rey, obra del escultor Francisco Martín. 






Hacía tanto calor que nos sentamos un rato a a probar un helado de una de las heladerías más famosas de Nerja: Albi, riquísimo.


Como era bastante pronto y ya habíamos tenido una buena sesión de playa por la mañana, en vez de volver a la casa, decidimos así sin planificar ni nada, acercarnos a las cuevas de Nerja. Para que luego digan algunos que no dejamos lugar a la improvisación, jejejeje. Compramos las entradas por internet y en unos minutos llegábamos a la entrada. Medidas COVID puesto que te medían la temperatura, teniendo que llevar la mascarilla en todo momento y echándote gel a la entrada y con guantes durante todo el recorrido. Aún así, en algunos momentos había bastante gente en el interior y sobre todo a la salida la gente se agolpaba pero bueno eran tan solo unos minutos. 



El recorrido dura aproximadamente unos 50 minutos, dependiendo del ritmo al que vayas. Es muy cómodo y accesible para cualquier persona aunque haya algunos tramos de escaleras. 

Os dejo algunas fotos simplemente de ejemplo de lo que podéis ver en su interior. Una visita obligada en Nerja. 







Y con esta visita, volvimos a la casa a darnos un baño en la piscina, cenar y a dormir que teníamos planes interesantes para el día siguiente. 

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