Palacio de la Duquesa de Parcent

Otro de los palacios incluidos en la iniciativa Bienvenidos a Palacio de la Comunidad de Madrid en el que, casi milagrosamente, conseguimos plaza para visitar fue el Palacio de la Duquesa de Parcent situado en la calle San Bernardo, 2. 

Parcent responde al modelo de palacio urbano con jardín trasero característico del siglo XVIII, aunque su edificio actual es el resultado de múltiples intervenciones llevadas a cabo por sus propietarios durante los siglos XIX y XX. 

A partir de 1728 la marquesa de Mejorada y de la Breña adquirió un conjunto de casas y terrenos entre la calle San Bernardo, San Vicente y el Espíritu Santo, con el objetivo de levantar una nueva residencia madrileña. En 1729 inició la construcción del palacio Gabriel Valenciano, discípulo de Pedro de Ribera. Hacia 1740 el marquesado se unió al de Guadalcázar manteniéndose el palacio prácticamente sin utilizar desde entonces al residir sus nuevos propietariios en Córdoba. De este modo, el inmueble fue deteriorándose hasta que, en 1846, el Ayuntamiento de Madrid llegó a exigir su arreglo ante la amenaza de ruina. 

Finalmente, entre 1860 y 1865, el marqués de Guadalcázar reconstruyó el palacio, convirtiéndolo en uno de los más destacados de Madrid. En un primer momento se encargó de las obras Manuel Seco Rodríguez, dirigiéndolas posteriormente Pedro Vidal. Es este último arquitecto quien realiza la unión del cuerpo principal de San Bernardo con las cocheras y eleva las crujías laterales, dando homogeneidad a la fachadas y una imagen unitaria al conjunto. 

Asimismo, el marqués contrató a uno de los decoradores europeos más afamados, Pierre Víctor Galland, para intervenir en las estancias principales abiertas a San Bernardo, disponiendo una decoración en estilo Luis XV con techos, puertas, paneles para chimeneas, espejos y pinturas realizadas por el propio Galland. 

En 1900 el palacio es comprado por el diplomático mexicano Manuel de Iturbe del Villar, esposo de la condesa de Belvis. Los Iturbe remodelaron el edificio basándose en modelos franceses, dentro de la tendencia neobarroca. El responsable del nuevo proyecto fue José Monasterio Arrillaga. En la planta principal destacaba la famosa Galería romana, compuesta por tres salas unidas entre sí con decoración clasicista de pilastras jónicas, mármoles y espejos. 

Tras el segundo matrimonio de la condesa de Belvis con Fernando de la Cerda y Carvajal, duque de Parcent, se produjo una nueva ampliación del palacio por la calle San Vicente, llevada a cabo por el arquitecto Luis Landecho. 

En 1945 la hija de la duquesa vendió el inmueble al Instituto Nacional de Previsión. Posteriormente, en 1982, el edificio fue adquirido por el Ministerio de Justicia para ampliar su sede, situada también en la calle San Bernardo. 

Además del interior del palacio, también se visitan los jardines con invernadero y todo. 

     

Sin duda, seguiremos intentando apuntarnos en futuras ediciones de Bienvenidos a Palacio para poder volver a disfrutar de una visita a uno de estos palacios madrileños incluidos en la iniciativa.