Blog Los viajes de Dora Los 7 fantásticos y el Capitán América visitan Oporto - Día 2 ~ LOS VIAJES DE DORA
Ir al contenido principal

Los 7 fantásticos y el Capitán América visitan Oporto - Día 2

Nos levantamos temprano y bajamos a desayunar para empezar cuanto antes la última parte del viaje hasta Oporto. Evidentemente por la mañana y con luz, las cosas se ven de otro color y nos encantó el enclave en el que estaba situado el hotel, justo al lado de un lago. 






Como la hora de check-in en el hotel de Oporto no era hasta las 13:00, decidimos hacer un par de breves paradas de camino a la ciudad. 

Nuestro primer punto en el mapa fue la iglesia de Válega, un pueblo a escasos kilómetros de la autopista, tan solo conocido  por su iglesia. Y la verdad es que fue impresionante, tanto por dentro como por fuera, y gracias a la labia de un de los miembros de la expedición, pudimos visitar su interior. Toda llena de azulejos. Una de las iglesias más bonitas que hemos visitado.


     



La segunda parada en el castillo de Santa María de Feira para visitarlo por dentro. Nos gustó bastante, está muy bien conservado y es una visita que recomiendo. No teníamos tiempo para más, así que simplemente visitamos el castillo.

     




     

Oporto estaba ya bien cerca, así que en nada de tiempo, llegamos al hotel. Vemos con alegría que sí podemos aparcar en el parking del mismo, de precio 9€ al día. Ya no volveríamos a coger el coche hasta nuestra salida, ya que a la tarde el parking ya estaba completo. 

Hicimos el check-in con gran celeridad, muy amables en recepción y afortunadamente una de nuestras habitaciones estaba ya lista, así que dejamos las maletas en la misma. 

En otra entrada tenéis toda la información del hotel, habitaciones amplias, todo muy limpio, desayuno extraordinario y además al llegar en Jueves Santo, te daban en la habitación unos pequeños huevos de pascua de los que dimos buena cuenta. 

Una vez aseados un poco, salimos ya a la conquista de Oporto, no sin antes comer en el centro comercial de al lado del hotel. 


Ya que teníamos que comprar la tarjeta Andante para los medios de transporte de Oporto, nos acercamos a la estación de metro más cercana al hotel, Casa da Musica, para lo cual tuvimos que pasar por un precioso parque. 






En unas pocas paradas con transbordo incluido, llegamos a la estación de metro de Sao Bento, que ya visitaríamos otro día. Nuestro primer destino iba a ser la catedral, ya que cerca se encuentra la Oficina de Turismo y queríamos dejar zanjado el tema del crucero por el Duero y la visita a la bolsa. 



Tras unas calles estrechas, no muy recomendables, llegamos a a explanada en la que se encuentra la Catedral. Preciosas las vistas de todo el Duero y de Oporto, al igual que de Vilanova de Gaia, el pueblo en la otra orilla. 








El acceso a la catedral es gratuita, pero para ver el claustro y el museo hay que pagar 3€, merece la pena sin duda. 











Una vez hecha ya la compra de los billetes para el crucero por el Duero para el viernes, ya que el sábado la previsión del tiempo era de lluvia, y de la Bolsa para ese día, continuamos descubriendo la ciudad. 

Como siempre que organizamos un viaje, los horarios de los monumentos visitables nos van marcando el recorrido, así que volvimos a perdernos entre las calles estrechas y empinadas de Oporto para volver a la estación de Sao Bento en donde se encuentra la Iglesia de San Antonio de los Congregados.





Y de paso entramos en la estación. Impresionante sus azulejos. 






Ascendemos por otra calle empinada hasta la Iglesia de San Ildefonso. 




Y desde allí empezamos a recorrer una de las arterias de la ciudad, la Rua Santa Catarina llena de tiendas y de cafés. Uno de ellos el famoso Café Majestic, cola para entrar, así que solo dejaron pasar al fotógrafo oficial del grupo.





Mucha vida por toda la calle, y ya que la idea de tomar un café en esa famosa cafetería no fue posible, nos fuimos a otra. No sé como estaría el café en el Majestic, pero el que tomamos con un croissant nos supo a gloria después de tantas horas sin parar. 

Al final de la Rua de Santa Catarina, llegamos a la Capela das Almas.




A pesar de que ya está anocheciendo hay que seguir adelante. Así que continuamos nuestro recorrido hasta la Iglesia da Trinidade, que afortunadamente pudimos visitar otro día abierta, pasando por el Mercado do Bolhao, que a estas horas ya estaba cerrado. 




Nos vamos acercando a la estación de metro de Sao Bento bajando por toda la calle Aliados. Precioso el Ayuntamiento de noche. 






En una de las aceras de la calle, se encuentra un famoso McDonalds por ser un palacio, así que entramos a verlo. 





Decidimos terminar el día a lo grande y en un restaurante cercano a la Avenida de los Aliados entramos a cenar la famosa Francesinha. Un plato muy potente para la noche, menos mal que algunos preferimos que no nos la sirvieran con la salsa, que si no, no dormimos en días.




Hora ya de volver al hotel. A esas horas toda iluminada la estación de Sao Bento está incluso más bonita. 



Comentarios