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Visita a Medina de Rioseco

Desde el primer asentamiento romano hasta nuestros días, Medina de Rioseco ha sido testigo y protagonista de los principales acontecimientos históricos. En el siglo XXI constituye una de las ciudades más atractivas para el turismo cultural y de calidad por su historia, arte, tradiciones y entorno medioambiental.

Sin duda, el momento de mayor auge coincide con el Almirantazgo de Castilla desde finales del siglo XV, en que Alfonso Enríquez establece su sede en la entonces villa hasta casi el siglo XVIII.

Los once miembros de la dinastía Enríquez, que ejercieron el señorío de la villa, marcaron la ascensión y el auge de la misma y son punto de referencia imprescindible de su memoria histórica.

Medina de Rioseco es un municipio y ciudad de España, en la provincia de Valladolid, comunidad autónoma de Castilla y León, que posee los títulos honoríficos de Muy Noble y Muy Leal, así como el de Ciudad. Conocida también por los sobrenombres de la Ciudad de los Almirantes y la Vieja India Chica.
Nada más aparcar en la Calle San Juan, nos dirigimos por toda la Calle Mayor hasta nuestro primer punto en el planning, el Museo de Arte sacro de San Francisco.

La Calle Mayor es el corazón de Rioseco centro de su vida social y comercial. Pasear por sus centenarios soportales es hacer un viaje en el tiempo a la época de las grandes ferias y mercados del siglo XVI.









En un rincón de la calle, podemos leer la leyenda del cocodrilo de Medina de Rioseco.


Museo de Arte Sacro de San Francisco
Instalado en la Iglesia del desaparecido convento franciscano de Nuestra Señora de la Esperanza, construida entre los siglos XV y XVI, se presenta al exterior con la austeridad propia de estos frailes, para impresionarnos después, en su interior, con la espléndida belleza que le imprimieron sus fundadores, los Almirantes de Castilla.



Destaca la magnífica arquitectura de la iglesia gótica, en la que sobresale de una manera especial la cúpula estrellada del cimborrio, las tribunas en yeso de los hermanos Corral de Villalpando, los retablos en piedra de Miguel de Espinosa,  o el retablo mayor de Fray Jacinto de Sierra (XVIII). Como piezas de la exposición no cabe duda que las más principales son los grupos escultórico que en barro cocido realizó Juan de Juni en 1537 por encargo del Almirante.











Afortunadamente pedimos permiso a la Oficina de Turismo de la villa para poder visitar la iglesia antes del espectáculo de luz y sonido con visita guiada que te muestran para poder acceder al interior de la iglesia.

Desde estas líneas dar las gracias a la Oficina de Turismo porque así os hemos podido mostrar la belleza de este magnífico edificio que aún se embellece más con el espectáculo de luz y sonido que os sugerimos que no os perdáis.

Iglesia de Santa María de Mediavilla y Capilla de los Benavente
A continuación, fuimos lo más rápido que pudimos a la Iglesia de Santa María ya que a las 12:00 empezaba la visita guiada que te permitía visitar no solo esta iglesia que estaba abierta sino la impresionante Capilla de los Benavente, de la que hablaremos más adelante y la Iglesia de Santiago, a la que accedías con el guía.





La iglesia se encuentra en el centro del casco histórico, con su esbelta y elegante torre barroca dominando el espacio.


Construida entre finales del siglo XV y el siglo XVI su estilo se corresponde con un gótico ya propio del renacimiento.








En el interior de la iglesia se encuentra la Capilla de los Benavente, auténtica obra maestra del renacimiento español, conocida como la Capilla Sixtina de Castilla.

Os recuerdo que solo se puede visitar esta Capilla con visita guiada, y desde luego no podéis marcharos de Medina de Rioseco sin disfrutar de esta maravilla, sobre todo por la explicación clara, concisa y didáctica del guía, al que desde estas líneas queremos felicitar.

La Capilla funeraria de la familia Benavente fue mandada construir por Álvaro de Benavente en 1544 y se encuentra en la Iglesia de Santa María de Mediavilla, en el lado del evangelio, separada por una magnífica reja de Francisco Martínez, fechada en 1554.

Las obras fueron realizadas por los hermanos del Corral con decoración de labores de estuco policromado y dorado al estilo miguelangelesco, así como pavimento de ladrillo y azulejo.

El magnífico retablo manierista es obra de Juan de Juni y narra la historia de la Virgen en cinco bajorrelieves.

Destacan tres sepulcros, con estatuas yacentes, en representación de su familia materna.

La valiosa reja que cierra el conjunto es de Francisco Martínez.

Disfrutad de las fotos.
















Impresionante, ¿verdad? Pues en persona es aún más increíble.

La Iglesia de Santiago lo visitamos también en visita guiada con el guía que nos había mostrado la Iglesia de Santa María y la Capilla de los Benavente.

Construida entre los siglos XVI y XVII, presenta una elegante síntesis de estilos, del gótico al barroco, tanto en el exterior como en el interior donde todo es armonía.



Destaca el impresionante retablo mayor churrigueresco y la altura de las naves y sus curiosas bóvedas realizadas por Felipe Berrojo.







Y para terminar con los monumentos visitables de Medina de Rioseco, desde la Iglesia de Santiago, de nuevo por la Calle Mayor nos acercamos al Museo de Semana Santa, ubicado en la Iglesia de Santa Cruz, de finales del siglo XVI.


El museo hace un recorrido desde el origen de la Semana Santa riosecana, declarada de Interés Turístico Internacional, pasando por la historia de las cofradías, la importancia artística y social de esta tradición mantenida durante cinco siglos. Así mismo puede admirarse otros elementos como el retablo mayor de la iglesia, el frontal de planta de Juan Sanz.







Como ya era la hora de comer, nos acercamos al Restaurante Vittoria Colonna en la calle San Juan, que también es hotel. 

Y después seguimos paseando por Medina de Rioseco hasta la hora de ir al paseo en barca por el Canal de Castilla.

Volvimos al Museo de arte Sacro para llegar hasta la Puerta de Zamora. De las ocho puertas que tuvo la muralla de la ciudad, aún se conservan tres realizadas en diferentes siglos que dan muestra de su esplendor histórico. Una de ellas es esta.


Desde allí la Plaza Mayor con el Ayuntamiento.




Y tomando la calle Antonio Martínez, llegamos a otra de las puertas que se conservan: el Arco de Ajújar.


Y tomando la calle La Doctrina, pasamos por el Teatro Principal, para volver a llegar a la Iglesia de Santiago. Y volviendo a la Calle Mayor, pudimos ver la Iglesia de Santa María por el otro lado.




Como todavía teníamos algo de tiempo libre, volvimos al coche y nos acercamos a la Ermita de Castilviejo a 4 kilómetros de distancia de Medina de Rioseco. Una lástima que estuviera cerrada porque el paraje era precioso.


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