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Real Monasterio de Santa María de Poblet en Poblet

Real Monasterio de Santa María de Poblet forma parte, junto con el de Santes Creus y el de Santa María de Vallbona, del conjunto de monasterios cistercienses establecidos en la Cataluña Nueva durante la segunda mitad del siglo XII, como instrumento de reorganización y repoblación de las nuevas tierras conquistadas a los sarracenos por la monarquía catalano-aragonesa. La historia se remonta al año 1150 cuando el conde Ramón Berenguer IV donó unas tierras para fundar en ellas un monasterio cisterciense. De la primera comunidad plenamente constituida tenemos constancia desde 1153. En su momento de máximo esplendor, en el siglo XIV, Poblet extendía su jurisdicción sobre siete baronías.

El monasterio de Santa María de Poblet se halla en la comarca de la Conca de Barberà, resguardado por las montañas de Prades, en un paraje de aguas y bosques. El nombre deriva del equivalente latino de alameda, populetum. El conjunto se construyó entre los siglos XII y XVII, y ha sido modernamente restaurado.

El conjunto monástico de Poblet está formado por tres recintos cerrados por un muro,que incluyen también unos huertos. El más interior, precedido por un gran patio, constituye el recinto monacal propiamente dicho. Este se encuentra encerrado dentro del perímetro de las murallas del siglo XIV y se accede al mismo a través de la Puerta Real, flanqueada por dos torres poligonales.

Solo quedan fuera del perímetro amurallado el cuerpo del edificio de las "casas nuevas" de los monjes jubilados, en el ángulo noreste, y la imponente sacristía nueva, añadida en el lado sur. En esta parte, totalmente extramuros, se halla el palacio abacial.

A levante, alrededor de la capilla de Sant Esteve, se encuentran las dependencias más antiguas, que constituyen el núcleo del monasterio mientras se construían las estructuras definitivas.

Estas, perfectamente conservadas en sus partes esenciales, constituyen los mejores ejemplos de la arquitectura monástica cisterciense, con piezas, como el grandioso dormitorio de los monjes, que ocupan un lugar destacado dentro del conjunto de la arquitectura gótica catalana, o como el claustro donde se puede apreciar claramente la evolución de las formas románicas a las góticas. La iglesia sigue un plan muy peculiar dentro de las iglesias de la orden, puesto que adopta una cabecera con un ábside central y deambulatorio con cinco capillas radiales. En su interior se encuentran las tumbas reales, dado que Poblet es panteón de los reyes de la Corona de Aragón a partir de Pere el Ceremonioso, y el retable renacentista de Damià Forment.

Expoliado y devastado a raíz de la exclaustración de 1835, Poblet es un símbolo de la reconstrucción de un patrimonio, tanto desde el punto de vista de sus estructuras físicas como de la espiritualidad que ahora mismo les da vida. En 1991, el monasterio de Santa María de Poblet fue declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO.

En realidad, aunque en la entrada pongan "sin guía", para entrar en el edificio monacal hay que hacerlo en grupo, es decir no se puede hacer de forma individual y el guía te va abriendo y cerrando las dependencias dejándote tiempo libre para que disfrutes de cada estancia.

Para aparcar hay un aparcamiento situado justo frente al Monasterio bastante amplio con lo que no hay problema con el coche.














Visita al Monasterio

1. Atrio del Abad Copons

Cubre, con dos filas de bóvedas sostenidas por arcos ojivales, el espacio situado entre las dependencias de los hermanos conversos, constituidas por el dormitorio, a la derecha, y el refectorio, a la izquierda, y la puerta original de acceso al claustro, una puerta románica del siglo XIII.




2. Locutorio

En su origen fue un dormitorio de conversos y un almacén, todo del siglo XIII; después en el siglo XIV, se transformó en lagar y a esta época corresponde la sólida crucería con el escudo del abad Copons (1316-1348).


3. Claustro mayor y templete del lavabo

Empezó a construirse a finales del siglo XII, a partir del ala sur, con arcos de medio punto y se prosiguió a partir del siglo XIII, cuando se unificaron las cubiertas con bóvedas sostenidas por arcos ojivales. Sobre los muros se encuentran varias tumbas de familias nobles benefactoras del monasterio, cuyo ornamento varía según la época. El ornamento del claustro se adapta al espíritu de simplicidad de la arquitectura cisterciense y cabe destacar un conjunto de capiteles con motivos vegetales. Todas las dependencias del antiguo monasterio medieval, habitado por monjes se abren al claustro.












4. Cocina

Sólo se visita una parte. Cabe destacar la cubierta y la elegancia de los arcos que la sustentan. El hogar y los fogones provienen de una restauración moderna. A ambos lados de la sala encontramos los pequeños orificios a través de los que se pasaba la comida al refectorio de los monjes y los hermanos conversos.


5. Refectorio de los monjes

Se trata de una sala rectangular cubierta por una bóveda ligeramente apuntada sostenida por tres arcos que se apoyan en ménsulas de una gran simplicidad, como el resto de la sala. Sobre la pared de la derecha, al fondo, se encuentra el púlpito del monje lector.


6. Calefactor

Tal como su nombre indica, los monjes lo utilizaban para calentarse, en los días fríos de invierno, cerca del gran hogar, actualmente desaparecido. La sala, muy simple, está cubierta por una bóveda ligeramente apuntada.


7. Locutorio de los monjes

Es una sala rectangular simple cubierta por una bóveda ligeramente apuntada de piedra. Es el lugar donde los monjes podían hablar y donde se distribuía el trabajo.


8.  Biblioteca actual

Se trata de una construcción del siglo XIII en perfecto estado de conservación, que constituye un magnífico ejemplo de arquitectura cisterciense. En la antigua sala de los monjes, convertida en biblioteca desde el siglo XVII (la actual biblioteca es moderna), se desempeñaban los trabajos que requerían un espacio cerrado. Destaca el scriptorium, donde los monjes se dedicaban a copiar y escribir libros.


9. Sala Capitular

Es una auténtica joya de la arquitectura cisterciense, perfectamente conservada, donde se mezclan con armonía el románico del último período y un gótico completamente desarrollado en las bóvedas. Pueden observarse las nervaduras estilizadas de la bóveda, en forma de palmera. La sala se utiliza para la reunión capitular de la comunidad, en la que se lee un capítulo de la regla benedictina. En las losas del suelo se distinguen las lápidas de numerosas tumbas de abades.





10. Iglesia mayor

Se trata de un edificio de planta basilical con tres naves, un crucero y un deambulatorio con capillas absidales, edificado a finales del siglo XII, aunque la nave de la epístola fue modificada en el siglo XIV para abrir las capillas. La estructura se caracteriza por presentar una gran simplicidad.







11. Tumbas reales

En el crucero, sobre los dos arcos rebajados, ambos originales, están los sepulcros originales del panteón real, reconstruidos en 1946 por Frederic Marès. Están enterrados ocho reyes de Cataluña y Aragón y seis reinas consortes, desde Alfons el Casto hasta Joan II. En el brazo del crucero, en dos pequeños sarcófagos empotrados en los muros, se distinguen varias tumbas de infantes reales.





12. Retablo de Damià Forment

Al fondo del ábside central se encuentra el retablo, restaurado, que esculpió en alabastro de Sarral, en el siglo XVI, el escultor Damià Forment y que supone el inicio del Renacimiento en estas tierras. La hornacina mayor acoge la imagen de Santa María de Poblet.



13. Sacristía nueva.

Es un edificio majestuoso que conserva todo el esplendor de su arquitectura, aunque sin el ornamento barroco original. En la cúpula y las pechinas se distinguen parte de los frescos originales. Actualmente, ne las paredes se encuentra un Santo Cristo de Francesc Ribalta y un apostolado de García Salmerón.



14. En el piso superior, vista del dormitorio, siglo XIII; cubierta del claustro, siglo XIII; sala gótica del abad Copons, siglo XIV; sala del abad Mengucho, siglos XIV-XV y palacio del rey Martí, siglo XV.









15. Escalera al aire libre

Destaca un sorprendente pasamanos, en forma de dragón, hecho de hierro forjado (1982), obra de Ramón Martí Biel, autor de la mayoría de detalles que pueden verse a lo largo de este recorrido.



16. Refectorio de los hermanos conversos

A partir del siglo XIV, se convirtió en bodega. Arquitectura elegante, sin ningún ornamento. Bajo el entarimado, situado al nivel original del pavimento de la sala cuando esta hacía las veces de refectorio, se halla el suelo correspondiente a las modificaciones practicadas en el siglo XIV, cuando la sala se transformó en bodega. A este uso corresponde el canal de piedra visible en numerosos tramos del muro, que servía para transportar vino hasta las barricas de madera, hoy desaparecidas.


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