La localidad de Chinchón se encuentra al sureste de la región, en la Comarca de las Vegas y a 50 Kilómetros de la capital. Chinchón es considerado como uno de los destinos turísticos más consolidados de la Comunidad de Madrid y su Plaza Mayor está declarado conjunto histórico-artístico.
Desde Madrid se puede llegar a Chinchón por la A-3 tomando el desvío de la M-307, poco antes de llegar a Arganda. Desde allí se toman las carreteras M-311 y luego la M-313 hasta Chinchón. También se puede acceder por la A-4, tomando el desvío de la M-404, poco después de Valdemoro, que nos lleva por Ciempozuelos y Titulcia hasta Chinchón.
Enclavado en el Parque Regional del Sureste, Chinchón cuenta con parajes naturales de interés ecológico, lagunas y rutas naturales como la laguna de San Juan y el observatorio de aves de la laguna, las lagunas de Casasola y San Galindo, el Pingarrón, el Cerro de Valdezarza y el antiguo molino de Recas, todos ellos parajes de la Vega del Tajuña de rica vegetación, cultivos típicos –aceite, vino y ajos-, y fauna muy numerosa y variada.
Merece la pena recorrer las antiguas calles llenas de historia, de casas blasonadas especialmente protegidas, como las Casas de los siglos XV y XVII del Reloj y de la Cadena, o los Castillos de Los Condes y Casasola. Al igual que conocer la cultura, usos y costumbres de sus habitantes, disfrutando de una excelente gastronomía y una amplia oferta de alojamiento y restauración de calidad.
Historia
Chinchón, pueblo enclavado dentro de la Comunidad de Madrid y de una marcada personalidad, conserva su peculiar singularidad con sus paisajes pardos, grises y ocres; racimos de casas agrupadas en cerros que cobijan su singular Plaza Mayor; callejas intrincadas que recorren la vida y la historia del pueblo. En la actualidad Chinchón conserva y atesora su historia armonizándola con su presente.
A pesar de su cercanía a la gran urbe, nos brinda la posibilidad de contactar plenamente con la naturaleza. Su situación entre las cuencas del Tajo y el Jarama y una erosión diferencial muy acusada le han dotado de una gran variedad de paisajes y unos parajes con fuertes contrastes.
La cuenca del Tajuña ofrece gran interés a los arqueólogos por la riqueza prehistórica que encierra, como lo demuestra el abundante material lítico encontrado pertenecientes al neolítico. En el Cerro del Salitral se han hallado restos de una ciudad íbera con su necrópolis correspondiente. Más tarde queda reflejada la presencia romana en el hallazgo de una lápida sepulcral y en las vías de comunicación.
Esta comarca fue conquistada en el año 1060 por Fernando I El Magno y reconquistada definitivamente por Alfonso VI en 1082. Como consecuencia el pueblo de Chinchón queda fuera del dominio musulmán para pasar a vincularse al Concejo de Segovia. De éste se liberó cuando en 1480 los Reyes Católicos conceden el Señorío de Chinchón a los Marqueses de Moya por su cercanía y lealtad a Isabel La Católica. Posteriormente en 1520 Carlos I de España y V de Alemania concede el título de Conde de Chinchón al segundo hijo de los Marqueses por la Defensa del Alcázar de Segovia del ataque a los Comuneros.
En 1739 Felipe V concede a Chinchón el título de "Muy noble y muy leal" por la lealtad mantenida hacia la Casa de Borbón en la Guerra de Sucesión.
En la Guerra de la Independencia el pueblo de Chinchón sufre una fuerte represión, las tropas francesas asolaron la villa y ajusticiaron a un buen número de sus habitantes. Testigo de este asedio fue Francisco de Goya, vecino de la localidad por aquella época. En sus Desastres de la Guerra, en el grabado nº 37, en su reverso Goya escribió "El de Chinchón", lo que prueba que conoció al personaje y que presenció la patética escena. A mediados del siglo XIX la villa recobra toda su vitalidad y se funda la Sociedad de Cosecheros de Chinchón, la cual estaba formada por los productores de vino, vinagre y aguardiente. Esta importante institución patrocinó la construcción del Teatro Lope de Vega, el alcantarillado, los lavaderos, y el ferrocarril de vía estrecha de Colmenar a Madrid, además de velar por la calidad de sus productos, entre ellos, el aguardiente de anís, que fue reconocido en la Muestra Universal de París en el año 1900.
Un antes y un después se verán reflejados en la villa de Chinchón desde que en el año 1916, el rey Alfonso XIII le otorga el título de Ciudad y en 1974 es declarado Conjunto-Histórico-Artístico.
Su casco urbano nos brinda imágenes de otros siglos que se han conservado intactas: balconadas de madera, angostas callejuelas, típicos soportales, iglesias, conventos, ermitas y dos castillos.
¿Qué podemos ver?:
Plaza Mayor:
De arquitectura popular, la Plaza Mayor de Chinchón es una plaza clásica de la Edad Media. Las primeras casas con soportales y balcones se construyeron en el siglo XV, y quedó totalmente cerrada en el siglo XVII. Tiene una forma irregular y una estructura sencilla, clara, ordenada y jerarquizada. Los edificios son de tres plantas, con galerías adinteladas y 234 balcones de madera denominados claros, sustentados por pies derechos con zapatas. Desde su construcción, la plaza ha albergado numerosas actividades: fiestas reales, proclamaciones, corral de comedias, juegos de cañas, corridas de toros, ejecuciones, autos sacramentales, actos religiosos, políticos y militares, plató de cine (por ejemplo, en la escena taurina de la película "La vuelta al mundo en 80 días", espectáculo circense en "El fabuloso mundo del circo"), etc.
Fuente de Arriba o El Pilar:
Fue proyectada en el año 1966, en el contexto de las obras de ordenación de la plaza, y terminada hacia 1970, y era en realidad, el lavadero público de la villa. Está integrada por un pilón de planta rectangular, que se encuentra alimentado por una serie de caños.
Se trata de una fuente mural, ubicada en el lado este de la plaza, que está formada por un pilón de tipo abrevadero y un gran frontal de forma rectangular, con dos caños. Una cornisa corrida recorre toda la parte superior rematada con seis bolas de piedra, una por cada pilastra, y con un frontón circular en el centro, en el que se aloja una venera. Esta última pieza sirve de coronación al escudo con las armas de Chinchón que hay instalado en la sección central.
La Fuente de Arriba recibe esta denominación para diferenciarla de la Fuente de Abajo, situada también en la plaza, aunque dentro de un recinto cerrado, delimitado antaño por la cárcel de la villa y distintas dependencias municipales, que se usan en la actualidad como Oficina de Turismo.
Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción:
Se inició su construcción en 1534 como capilla adosada al palacio condal con un proyecto de arquitectura gótica, de manos de Alonso de Covarrubias, y se terminó en 1626, tras haber estado 48 años paradas las obras, con la colaboración del patrimonio del Condado de Chinchón. Esto se debe a que los condes de Chinchón sólo financiarían la iglesia con tres condiciones, a saber: tener una vista privilegiada en la misa, exhibir los escudos condales en la fachada principal y que se enterrase a todos los condes en la iglesia (debajo del altar es donde están enterrados debido a que éste es el lugar más privilegiado de la iglesia) y hasta pasados 48 años no se pusieron de acuerdo. Diego Fernández de Cabrera y Bobadilla, tercer Conde de Chinchón y Mayordomo de Felipe II y de su Consejo de Estado, contrató para su finalización a los mejores maestros que habían trabajado en El Escorial. En 1808 las tropas francesas incendian la iglesia, que fue restaurada 20 años después. Debido a la revolución del 2 de mayo se mató en la Plaza Mayor a 2 franceses (junto a la columna llamada de "los franceses") y una unidad cercana del ejército francés acampada en Aranjuez se vengó matando a 86 personas de Chinchón y quemando los edificios con mayor valor histórico y espiritual. La iglesia actual es una gran reconstrucción que combina los estilos gótico, plateresco, renacentista y barroco. Cabe destacar, en el centro del retablo principal, el magnífico cuadro de la Asunción de la Virgen pintado hacia 1812 por la mano de Francisco de Goya por encargo de su hermano Camilo, capellán de los Condes.
Torre del reloj:
Esta torre fue parte de la antigua iglesia parroquial de Nuestra Señora de Gracia, construida en el siglo XV. La torre fue restaurada mucho tiempo después de que los franceses destruyeran todo el conjunto (en 1808), pero no así la iglesia, que ha quedado totalmente enterrada con el tiempo. Por eso existe el dicho de que Chinchón tiene una torre sin iglesia y una iglesia sin torre ya que la contigua y actual iglesia de la Asunción carece de ella.
Castillo de los Condes:
Edificado en la segunda mitad del siglo XVI por orden de Diego Fernández Cabrera III, conde de Chinchón. Su aspecto responde a las características propias de la arquitectura renacentista. Robusto y muy horizontal, buscaba evitar el fuego de artillería enemigo. Los muros en talud obedecen a la intención de dificultar el acceso de zapadores. El castillo fue abandonado en el siglo XVIII tras ser residencia de los condes de Chinchón durante doscientos años. La guerra de Sucesión supuso el comienzo de su deterioro final ya que las tropas imperiales del marqués de la Mina lo asediaron y destruyeron. Su último uso en el siglo XX fue como fábrica de licores.
Teatro Lope de Vega:
Fue construido por la Sociedad de Cosecheros en 1891 sobre lo que fuera el antiguo Palacio de los Condes. Al ser en dicho Palacio donde Lope de Vega escribió y firmó la comedia "El Blasón de los Chaves de Villalba" se decidió bautizar el teatro con el nombre de tan insigne autor. Con un aforo de 400 personas, ha pasado por varias remodelaciones, siendo la última en 1987. De sencilla estructura y clásica en su organización, esconde en su interior un magnífico telón de boca, es una pintura atribuida a Luis Muriel, con motivos de la Plaza Mayor y escenas alegóricas.
Ermita de San Roque:
Está dedicada a San Roque, patrono de la ciudad y su construcción data de la primera mitad del siglo XVI. De arquitectura barroca, con muros de ladrillo con cajas de mampostería similar a la de Ntra. Señora de la Misericordia.
Esta ermita tiene dos retablos en su interior, uno con la imagen de Ntra. Señora de Gracia, patrona de la ciudad, y otro mayor con una excelente talla de San Roque de 1716. También destaca un magnífico estandarte de 1744, bordado en oro y plata, con la imagen del Santo.
Casa de la cadena:
Fue el lugar de hospedaje del Rey Felipe V, a su paso por Chinchón, la noche del 25 de febrero de 1706. Es un edificio barroco de finales del siglo XVII con la fachada ordenada de tres cuerpos, puerta de acceso adintelada y encima de la misma un escudo que contiene una mano sujetando una cruz con la siguiente inscripción:
"IHS - MARIA ABRAÇANDOME CON ESTA ME LIBRO DIOS DE LA ENBIDIA"
En el interior, patio de dos pisos con galerías, columnas toscanas en la parte baja y pies derechos con zapatas en la parte superior.
Convento de San Agustín:
Actualmente alberga el Parador Nacional de Turismo de Chinchón, tras haber sido reconstruido y restaurado por el arquitecto Juan de Palazuelo en 1982 y después de haber sido donado por el Excmo. Ayuntamiento de Chinchón al Estado. El primer convento de Agustinos Calzados lo fundan a finales del siglo XV Andrés de Cabrera y Beatriz de Bobadilla. El actual se construyó hacia 1626 y durante la guerra de Sucesión estuvo hospedado el archiduque Carlos de Austria. Durante los siglos XVIII y XIX fue centro de formación humanística donde se impartía teología, gramática y latín. Tras la desamortización de Mendizábal, en 1842, se convirtió en juzgado y cárcel del Partido Judicial. En el siglo XX se establecieron los juzgados de Instrucción y Comarcal.
Convento de las Clarisas:
Este edificio se comenzó a construir en el siglo XVI, aunque no fue fundado hasta el año 1653 por los V Condes de Chinchón. Se aprecia la arquitectura característica del Barroco Español. Está conformado por la iglesia de estilo herreriano y el convento. El edificio es de gran austeridad al utilizar materiales como el ladrillo y la mampostería cajeada.
Ermita de la Virgen del Rosario de Chinchón
Se encuentra anexa al actual Parador de Turismo, junto a la Plaza Mayor. Históricamente perteneció al Convento de los Agustinos. La parte que antiguamente ocupaban los monjes es actualmente el Parador. La ermita, de estilo barroco, consiste en una nave con capillas laterales que fueron utilizadas como celdas para presos cuando el convento se convirtió en cárcel durante la guerra civil.
A partir de 1846 la ermita se dedica a la veneración de la Virgen del Rosario. La ermita tenía un bello retablo barroco como altar mayor que sufrió un incendio en 1929. Milagrosamente, pese a arder todo el retablo, la imagen de Nuestra Señora del Rosario no sufrió ningún daño. Desde entonces, este hecho pasó a formar parte de la leyenda popular.
Desde Madrid se puede llegar a Chinchón por la A-3 tomando el desvío de la M-307, poco antes de llegar a Arganda. Desde allí se toman las carreteras M-311 y luego la M-313 hasta Chinchón. También se puede acceder por la A-4, tomando el desvío de la M-404, poco después de Valdemoro, que nos lleva por Ciempozuelos y Titulcia hasta Chinchón.
Enclavado en el Parque Regional del Sureste, Chinchón cuenta con parajes naturales de interés ecológico, lagunas y rutas naturales como la laguna de San Juan y el observatorio de aves de la laguna, las lagunas de Casasola y San Galindo, el Pingarrón, el Cerro de Valdezarza y el antiguo molino de Recas, todos ellos parajes de la Vega del Tajuña de rica vegetación, cultivos típicos –aceite, vino y ajos-, y fauna muy numerosa y variada.
Merece la pena recorrer las antiguas calles llenas de historia, de casas blasonadas especialmente protegidas, como las Casas de los siglos XV y XVII del Reloj y de la Cadena, o los Castillos de Los Condes y Casasola. Al igual que conocer la cultura, usos y costumbres de sus habitantes, disfrutando de una excelente gastronomía y una amplia oferta de alojamiento y restauración de calidad.
Historia
Chinchón, pueblo enclavado dentro de la Comunidad de Madrid y de una marcada personalidad, conserva su peculiar singularidad con sus paisajes pardos, grises y ocres; racimos de casas agrupadas en cerros que cobijan su singular Plaza Mayor; callejas intrincadas que recorren la vida y la historia del pueblo. En la actualidad Chinchón conserva y atesora su historia armonizándola con su presente.
A pesar de su cercanía a la gran urbe, nos brinda la posibilidad de contactar plenamente con la naturaleza. Su situación entre las cuencas del Tajo y el Jarama y una erosión diferencial muy acusada le han dotado de una gran variedad de paisajes y unos parajes con fuertes contrastes.
La cuenca del Tajuña ofrece gran interés a los arqueólogos por la riqueza prehistórica que encierra, como lo demuestra el abundante material lítico encontrado pertenecientes al neolítico. En el Cerro del Salitral se han hallado restos de una ciudad íbera con su necrópolis correspondiente. Más tarde queda reflejada la presencia romana en el hallazgo de una lápida sepulcral y en las vías de comunicación.
Esta comarca fue conquistada en el año 1060 por Fernando I El Magno y reconquistada definitivamente por Alfonso VI en 1082. Como consecuencia el pueblo de Chinchón queda fuera del dominio musulmán para pasar a vincularse al Concejo de Segovia. De éste se liberó cuando en 1480 los Reyes Católicos conceden el Señorío de Chinchón a los Marqueses de Moya por su cercanía y lealtad a Isabel La Católica. Posteriormente en 1520 Carlos I de España y V de Alemania concede el título de Conde de Chinchón al segundo hijo de los Marqueses por la Defensa del Alcázar de Segovia del ataque a los Comuneros.
En 1739 Felipe V concede a Chinchón el título de "Muy noble y muy leal" por la lealtad mantenida hacia la Casa de Borbón en la Guerra de Sucesión.
En la Guerra de la Independencia el pueblo de Chinchón sufre una fuerte represión, las tropas francesas asolaron la villa y ajusticiaron a un buen número de sus habitantes. Testigo de este asedio fue Francisco de Goya, vecino de la localidad por aquella época. En sus Desastres de la Guerra, en el grabado nº 37, en su reverso Goya escribió "El de Chinchón", lo que prueba que conoció al personaje y que presenció la patética escena. A mediados del siglo XIX la villa recobra toda su vitalidad y se funda la Sociedad de Cosecheros de Chinchón, la cual estaba formada por los productores de vino, vinagre y aguardiente. Esta importante institución patrocinó la construcción del Teatro Lope de Vega, el alcantarillado, los lavaderos, y el ferrocarril de vía estrecha de Colmenar a Madrid, además de velar por la calidad de sus productos, entre ellos, el aguardiente de anís, que fue reconocido en la Muestra Universal de París en el año 1900.
Un antes y un después se verán reflejados en la villa de Chinchón desde que en el año 1916, el rey Alfonso XIII le otorga el título de Ciudad y en 1974 es declarado Conjunto-Histórico-Artístico.
Su casco urbano nos brinda imágenes de otros siglos que se han conservado intactas: balconadas de madera, angostas callejuelas, típicos soportales, iglesias, conventos, ermitas y dos castillos.
¿Qué podemos ver?:
Plaza Mayor:
De arquitectura popular, la Plaza Mayor de Chinchón es una plaza clásica de la Edad Media. Las primeras casas con soportales y balcones se construyeron en el siglo XV, y quedó totalmente cerrada en el siglo XVII. Tiene una forma irregular y una estructura sencilla, clara, ordenada y jerarquizada. Los edificios son de tres plantas, con galerías adinteladas y 234 balcones de madera denominados claros, sustentados por pies derechos con zapatas. Desde su construcción, la plaza ha albergado numerosas actividades: fiestas reales, proclamaciones, corral de comedias, juegos de cañas, corridas de toros, ejecuciones, autos sacramentales, actos religiosos, políticos y militares, plató de cine (por ejemplo, en la escena taurina de la película "La vuelta al mundo en 80 días", espectáculo circense en "El fabuloso mundo del circo"), etc.
Fuente de Arriba o El Pilar:
Fue proyectada en el año 1966, en el contexto de las obras de ordenación de la plaza, y terminada hacia 1970, y era en realidad, el lavadero público de la villa. Está integrada por un pilón de planta rectangular, que se encuentra alimentado por una serie de caños.
Se trata de una fuente mural, ubicada en el lado este de la plaza, que está formada por un pilón de tipo abrevadero y un gran frontal de forma rectangular, con dos caños. Una cornisa corrida recorre toda la parte superior rematada con seis bolas de piedra, una por cada pilastra, y con un frontón circular en el centro, en el que se aloja una venera. Esta última pieza sirve de coronación al escudo con las armas de Chinchón que hay instalado en la sección central.
La Fuente de Arriba recibe esta denominación para diferenciarla de la Fuente de Abajo, situada también en la plaza, aunque dentro de un recinto cerrado, delimitado antaño por la cárcel de la villa y distintas dependencias municipales, que se usan en la actualidad como Oficina de Turismo.
Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción:
Se inició su construcción en 1534 como capilla adosada al palacio condal con un proyecto de arquitectura gótica, de manos de Alonso de Covarrubias, y se terminó en 1626, tras haber estado 48 años paradas las obras, con la colaboración del patrimonio del Condado de Chinchón. Esto se debe a que los condes de Chinchón sólo financiarían la iglesia con tres condiciones, a saber: tener una vista privilegiada en la misa, exhibir los escudos condales en la fachada principal y que se enterrase a todos los condes en la iglesia (debajo del altar es donde están enterrados debido a que éste es el lugar más privilegiado de la iglesia) y hasta pasados 48 años no se pusieron de acuerdo. Diego Fernández de Cabrera y Bobadilla, tercer Conde de Chinchón y Mayordomo de Felipe II y de su Consejo de Estado, contrató para su finalización a los mejores maestros que habían trabajado en El Escorial. En 1808 las tropas francesas incendian la iglesia, que fue restaurada 20 años después. Debido a la revolución del 2 de mayo se mató en la Plaza Mayor a 2 franceses (junto a la columna llamada de "los franceses") y una unidad cercana del ejército francés acampada en Aranjuez se vengó matando a 86 personas de Chinchón y quemando los edificios con mayor valor histórico y espiritual. La iglesia actual es una gran reconstrucción que combina los estilos gótico, plateresco, renacentista y barroco. Cabe destacar, en el centro del retablo principal, el magnífico cuadro de la Asunción de la Virgen pintado hacia 1812 por la mano de Francisco de Goya por encargo de su hermano Camilo, capellán de los Condes.
Torre del reloj:
Esta torre fue parte de la antigua iglesia parroquial de Nuestra Señora de Gracia, construida en el siglo XV. La torre fue restaurada mucho tiempo después de que los franceses destruyeran todo el conjunto (en 1808), pero no así la iglesia, que ha quedado totalmente enterrada con el tiempo. Por eso existe el dicho de que Chinchón tiene una torre sin iglesia y una iglesia sin torre ya que la contigua y actual iglesia de la Asunción carece de ella.
Castillo de los Condes:
Edificado en la segunda mitad del siglo XVI por orden de Diego Fernández Cabrera III, conde de Chinchón. Su aspecto responde a las características propias de la arquitectura renacentista. Robusto y muy horizontal, buscaba evitar el fuego de artillería enemigo. Los muros en talud obedecen a la intención de dificultar el acceso de zapadores. El castillo fue abandonado en el siglo XVIII tras ser residencia de los condes de Chinchón durante doscientos años. La guerra de Sucesión supuso el comienzo de su deterioro final ya que las tropas imperiales del marqués de la Mina lo asediaron y destruyeron. Su último uso en el siglo XX fue como fábrica de licores.
Teatro Lope de Vega:
Fue construido por la Sociedad de Cosecheros en 1891 sobre lo que fuera el antiguo Palacio de los Condes. Al ser en dicho Palacio donde Lope de Vega escribió y firmó la comedia "El Blasón de los Chaves de Villalba" se decidió bautizar el teatro con el nombre de tan insigne autor. Con un aforo de 400 personas, ha pasado por varias remodelaciones, siendo la última en 1987. De sencilla estructura y clásica en su organización, esconde en su interior un magnífico telón de boca, es una pintura atribuida a Luis Muriel, con motivos de la Plaza Mayor y escenas alegóricas.
Ermita de San Roque:
Está dedicada a San Roque, patrono de la ciudad y su construcción data de la primera mitad del siglo XVI. De arquitectura barroca, con muros de ladrillo con cajas de mampostería similar a la de Ntra. Señora de la Misericordia.
Esta ermita tiene dos retablos en su interior, uno con la imagen de Ntra. Señora de Gracia, patrona de la ciudad, y otro mayor con una excelente talla de San Roque de 1716. También destaca un magnífico estandarte de 1744, bordado en oro y plata, con la imagen del Santo.
Casa de la cadena:
Fue el lugar de hospedaje del Rey Felipe V, a su paso por Chinchón, la noche del 25 de febrero de 1706. Es un edificio barroco de finales del siglo XVII con la fachada ordenada de tres cuerpos, puerta de acceso adintelada y encima de la misma un escudo que contiene una mano sujetando una cruz con la siguiente inscripción:
"IHS - MARIA ABRAÇANDOME CON ESTA ME LIBRO DIOS DE LA ENBIDIA"
En el interior, patio de dos pisos con galerías, columnas toscanas en la parte baja y pies derechos con zapatas en la parte superior.
Convento de San Agustín:
Actualmente alberga el Parador Nacional de Turismo de Chinchón, tras haber sido reconstruido y restaurado por el arquitecto Juan de Palazuelo en 1982 y después de haber sido donado por el Excmo. Ayuntamiento de Chinchón al Estado. El primer convento de Agustinos Calzados lo fundan a finales del siglo XV Andrés de Cabrera y Beatriz de Bobadilla. El actual se construyó hacia 1626 y durante la guerra de Sucesión estuvo hospedado el archiduque Carlos de Austria. Durante los siglos XVIII y XIX fue centro de formación humanística donde se impartía teología, gramática y latín. Tras la desamortización de Mendizábal, en 1842, se convirtió en juzgado y cárcel del Partido Judicial. En el siglo XX se establecieron los juzgados de Instrucción y Comarcal.
Convento de las Clarisas:
Este edificio se comenzó a construir en el siglo XVI, aunque no fue fundado hasta el año 1653 por los V Condes de Chinchón. Se aprecia la arquitectura característica del Barroco Español. Está conformado por la iglesia de estilo herreriano y el convento. El edificio es de gran austeridad al utilizar materiales como el ladrillo y la mampostería cajeada.
Ermita de la Virgen del Rosario de Chinchón
Se encuentra anexa al actual Parador de Turismo, junto a la Plaza Mayor. Históricamente perteneció al Convento de los Agustinos. La parte que antiguamente ocupaban los monjes es actualmente el Parador. La ermita, de estilo barroco, consiste en una nave con capillas laterales que fueron utilizadas como celdas para presos cuando el convento se convirtió en cárcel durante la guerra civil.
A partir de 1846 la ermita se dedica a la veneración de la Virgen del Rosario. La ermita tenía un bello retablo barroco como altar mayor que sufrió un incendio en 1929. Milagrosamente, pese a arder todo el retablo, la imagen de Nuestra Señora del Rosario no sufrió ningún daño. Desde entonces, este hecho pasó a formar parte de la leyenda popular.
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