Una de las localidades que visitamos en nuestro viaje por Córdoba de 2009 fue Priego de Córdoba. Para hospedaros por la zona os recomendamos una página web, si pincháis en este enlace podréis encontrar un número de casas rurales en las que alojaros en esta localidad o por la zona. Os la recomendamos. 
Empecemos a contaros lo que dio de sí nuestra visita a Priego de Córdoba.
Castillo y Carnicerías Reales
Empecemos a contaros lo que dio de sí nuestra visita a Priego de Córdoba.
Castillo y Carnicerías Reales
Castillo.
 El castillo de Priego es una fortificación urbana que ha ido 
configurándose a lo largo de toda la Edad Media, desde el siglo IX hasta
 el XV, con algunos añadidos y modificaciones posteriores realizados 
durante las Edades Moderna y Contemporánea. Fue donado a la ciudad, en 
su mayor parte, por los descendientes de Víctor Rubio Chávarri, su 
antiguo propietario, en 1996.
En sus orígenes (siglos IX y X) el castillo era la alcazaba de la ciudad islámica de madinat Baguh (Priego), lugar donde residía el gobernador de la misma. De este castillo andalusí quedan pocos restos, todos ellos documentados gracias a las excavaciones arqueológicas realizadas: murallas, silos, puertas, baños, necrópolis, etc. Este castillo islámico era de planta cuadranular, con torres en las esquinas y otras torres y contrafuertes en las murallas.
Tras las conquistas de Fernando III (1225) y Alfonso XI (1341), el castillo fue remodelado sustancialmente por los nuevos señores de la villa, primero la orden militar de Calatrava y después el señorío de los Fernández de Córdoba. Las obras realizadas en estos años (siglos XIII al XV) son de tal envergadura que podemos decir que el castillo que actualmente vemos corresponde a estos monumentos. Así, la orden de Calatrava construye la soberbia torre del homenaje mientras que los Fernández de Córdoba dan el aspecto que presentan en la actualidad la mayor parte de las torres y murallas, incluidas las más altas orientadas a la plaza de El Llano.
En sus orígenes (siglos IX y X) el castillo era la alcazaba de la ciudad islámica de madinat Baguh (Priego), lugar donde residía el gobernador de la misma. De este castillo andalusí quedan pocos restos, todos ellos documentados gracias a las excavaciones arqueológicas realizadas: murallas, silos, puertas, baños, necrópolis, etc. Este castillo islámico era de planta cuadranular, con torres en las esquinas y otras torres y contrafuertes en las murallas.
Tras las conquistas de Fernando III (1225) y Alfonso XI (1341), el castillo fue remodelado sustancialmente por los nuevos señores de la villa, primero la orden militar de Calatrava y después el señorío de los Fernández de Córdoba. Las obras realizadas en estos años (siglos XIII al XV) son de tal envergadura que podemos decir que el castillo que actualmente vemos corresponde a estos monumentos. Así, la orden de Calatrava construye la soberbia torre del homenaje mientras que los Fernández de Córdoba dan el aspecto que presentan en la actualidad la mayor parte de las torres y murallas, incluidas las más altas orientadas a la plaza de El Llano.




Carnicerías Reales.
 Este edificio, antiguo matadero y mercado de carne, fue construido por 
el concejo de la villa de Priego entre 1576 y 1579, siendo, por lo 
tanto, una obra municipal y sin vinculación alguna con la monarquía.
Su arquitectura es de sencillo diseño, muy del gusto del Renacimiento, al que pertenece en estilo, con una planta principal cuadrada formada por un patio columnado rematado en las esquinas con cuatro torres abiertas por su base. Dos de ellas presentan dos canes, bajo el alero del tejado, a modo de fantásticas cabezas humanas decorativas con un probable carácter protector del edificio y de las actividades que aquí se realizaban.
Cada lado del patio está cerrado con tres arcos de medio punto, sustentados por fuertes y rústicas columnas, que conforman las correspondientes galerías porticadas perimetrales, lugares éstos donde se instalaban los puestos de venta de carne.
El proyecto se atribuye a Francisco del Castillo, afamado arquitecto de formación italiana, estando confirmada documentalmente la participación, como aparejador, de Juan de la Monja, quien acarreó la piedra caliza gris azulada empleada en las columnas y portada de las canteras de la vecina localidad de Alcaudete, mientras que recurrió al tosco local o travertino para el resto de la obra. Los arcos de tosco estuvieron enlucidos originalmente y decorados con diversos motivos vegetales y geométricos pintados, tal como se conserva en el interior de uno de los tres arcos más cercanos a la entrada.
Bajando por unas magníficas escaleras de caracol sin pilar central, diseñadas así para facilitar el trasiego de carnes y matarifes, accedemos a la planta inferior o semisótano, abovedado con obra de ladrillo, donde se instaló el matadero y lugar de despiece del ganado sacrificado. Aquí podemos observar los machones de piedra a los que se sujetaban las reses durante el sacrificio, así como la huella marcada en la piedra por el orce de las cuerdas empleadas para inmovilizar al animal. La limpieza del local se realizaba aprovechando el agua proveniente de un caz que discurre paralelo a un lateral del edificio.
El mayor mérito artístico de las Carnicerías se sitúa, no obstante, en su portada, con acceso enmarcado por dos poderosas pilastras almohadilladas y fajadas, entablamento roto, inscripción fundacional y frontón triangular incurvado rematado con pináculos y escudo ilegible, por encontrarse picado, pero que se correspondía con el de los marqueses de Priego. Aquí es donde se manifiesta en mayor medida la influencia italiana, manierista, del diseño de la obra, con paralelos en las construcciones romanas de los maestros Vignola o Giulio Romano.
Su arquitectura es de sencillo diseño, muy del gusto del Renacimiento, al que pertenece en estilo, con una planta principal cuadrada formada por un patio columnado rematado en las esquinas con cuatro torres abiertas por su base. Dos de ellas presentan dos canes, bajo el alero del tejado, a modo de fantásticas cabezas humanas decorativas con un probable carácter protector del edificio y de las actividades que aquí se realizaban.
Cada lado del patio está cerrado con tres arcos de medio punto, sustentados por fuertes y rústicas columnas, que conforman las correspondientes galerías porticadas perimetrales, lugares éstos donde se instalaban los puestos de venta de carne.
El proyecto se atribuye a Francisco del Castillo, afamado arquitecto de formación italiana, estando confirmada documentalmente la participación, como aparejador, de Juan de la Monja, quien acarreó la piedra caliza gris azulada empleada en las columnas y portada de las canteras de la vecina localidad de Alcaudete, mientras que recurrió al tosco local o travertino para el resto de la obra. Los arcos de tosco estuvieron enlucidos originalmente y decorados con diversos motivos vegetales y geométricos pintados, tal como se conserva en el interior de uno de los tres arcos más cercanos a la entrada.
Bajando por unas magníficas escaleras de caracol sin pilar central, diseñadas así para facilitar el trasiego de carnes y matarifes, accedemos a la planta inferior o semisótano, abovedado con obra de ladrillo, donde se instaló el matadero y lugar de despiece del ganado sacrificado. Aquí podemos observar los machones de piedra a los que se sujetaban las reses durante el sacrificio, así como la huella marcada en la piedra por el orce de las cuerdas empleadas para inmovilizar al animal. La limpieza del local se realizaba aprovechando el agua proveniente de un caz que discurre paralelo a un lateral del edificio.
El mayor mérito artístico de las Carnicerías se sitúa, no obstante, en su portada, con acceso enmarcado por dos poderosas pilastras almohadilladas y fajadas, entablamento roto, inscripción fundacional y frontón triangular incurvado rematado con pináculos y escudo ilegible, por encontrarse picado, pero que se correspondía con el de los marqueses de Priego. Aquí es donde se manifiesta en mayor medida la influencia italiana, manierista, del diseño de la obra, con paralelos en las construcciones romanas de los maestros Vignola o Giulio Romano.




 
  
          
Iglesias
Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.
 La iglesia se concibe a principios del siglo XVI, como un espacio 
gótico-mudéjar de tres naves, con arcos apuntados sobre pilares 
octogonales, terminados por una cubierta mudéjar con decoración que aún 
se conserva sobre la bóveda barroca del siglo XVIII, fruto de la 
remodelación realizada por Jerónimo Sánchez de Rueda. en la capilla 
mayor destaca una bóveda de medio cañón con casetones de estilo 
renacentista. De esta época es la puerta de la plaza de Santa Ana, 
pudiéndose considerar plateresca, atribuida a Martín de Bolívar. La 
rejería de la puerta principal, que recae a calle  Abad Palomino, es de 
1575 y la torre de 1541. El retablo, de autor desconocido, parte de un 
banco y tres cuerpos rematados por un ático donde se combinan esculturas
 y pinturas de gran calidad, éstas últimas de Pedro de Raxis y Ginés 
López. 

 
          

 
          
 
          

Sagrario de la Iglesia de la Asunción.
 El Sagrario, obra maestra del barroco final, fue realizado por 
Francisco Javier Pedrajas entre 1772 y 1784 y es Monumento Nacional 
desde 1932. Su planta se inscribe en un octógono rodeado de paso 
inferior y amplia y movida tribuna, que es rematada con una 
impresionante cúpula gallonada. Ésta sobresale de las contemporáneas 
locales por su belleza y elegancia, estando perforada en su base por 
ocho amplios ventanales, que crean una cascada de luz sobre todo el 
conjunto. Esta magnífica arquitectura se recubre copiosamente con 
molduras y yeserías. 
 
          




 
          
Iglesia de Nuestra Señora de la Aurora.
 Tiene su  origen en la ermita de San Nicasio, del siglo XV, construida a
 su vez sobre una vieja mezquita tras la conquista cristiana. A mediados
 del siglo XVIII es reformada integralmente por Juan de Dios Santaella. 
Se demuele la ermita anterior y se construye un nuevo edificio más 
amplio y concebido bajo las directrices del barroco. Posee una nave 
única con cúpula de media naranja con exuberante decoración barroca que 
se distribuye también por las bóvedas y alrededor de las ventanas. 
Destaca el retablo mayor, también atribuido a Santaella, bello ejemplo 
de su producción. La talla de la Virgen de la Aurora es de 1706. La 
portada destaca por la riqueza de mármoles polícromos, se atribuye en 
dos pisos, el primero con columnas corintias y el segundo con 
salomónicas, que enmarcan la hornacina de la Virgen.
 
          
 
           
  
           
Iglesia de San Francisco.
 El convento de San Francisco se funda a principios del XVI, a 
instancias del Marqués de Priego, bajo la advocación de San Esteban; los
 franciscanos acometen poco después la construcción de la iglesia, 
finalizando las obras a mediados de siglo. En el siglo XVIII, el templo 
sufre transformaciones conservándose tan sólo la planta salón y unas 
bóvedas góticas con decoración renacentista junto a la Sacristía. El 
autor de esta reforma fue Jerónimo Sánchez de Rueda y, posteriormente, 
Santaella. 
 
          
 
          
 
          

 
          


La Capilla de Jesús en la Columna
 es de planta rectangular con bóveda de cañón. Estaba acabada en 1679. 
Tuvo un retablo de principios del XVIII atribuido a Sánchez de Rueda, 
posteriormente se sustituyó por uno neoclásico, hasta que en 1942 se 
construyó otro barroco inspirado en el pequeño de San Francisco que 
posee esta capilla. El camarín, obra de este siglo, acoge la imagen de 
Jesús en la Columna, atribuida a Alonso de Mena, de hacia 1640. Tiene 
varias imágenes de gran interés como la de San Francisco Solano de José 
de mora y otras atribuidas a José Risueño. 

La Capilla de Jesús Nazareno
 es una de las joyas del barroco prieguense. Iniciada en 1731 por 
Jerónimo Sánchez de Rueda y Juan de Dios Santaella. Su planta es 
hexagonal y configura su alzado grandes hornacinas, una balconada y 
sobre ésta ventanales que dotan de luz al conjunto. Las yeserías se 
encuentran doradas. El retablo se realizó en varias fases, sobre el 
tabernáculo primitivo, por Santaella hacia 1760. El segundo cuerpo se 
realizó en 1790 siendo su autor Francisco Javier Pedrajas. Destaca en el
 centro el medallón de la coronación de espinas que se cree obra de 
Remigio del Mármol. El camarín de planta octogonal y cúpula gallonada 
con ventanas es obra del escultor Garnelo, que consistió en recubrirlo 
de mármoles, esculturas y relieves, quedando en proyecto original la 
decoración de la cúpula. En éste se venera la imagen de Jesús de 
Nazareno que se atribuye al granadino Pablo de Rojas, en 1592. Es de 
talla completa aunque vestida en el siglo XVIII, época en la que se le 
colocó una peluca de pelo natural para aumentar el realismo. A ambos 
lados del retablo se encuentran dos hornacinas con la Virgen de los 
dolores y San Juan Evangelista, talla del círculo de Pablo de Rojas de 
hacia 1600. También en el retablo se conservan dos obras de José 
Risueño: San Juanito y el Niño Jesús de la Pasión.


Iglesia del Carmen.
 Primitivamente estuvo dedicada a San José. Reedificada en estilo 
barroco en el siglo XVIII por Remigio del Mármol. Obra de transición del
 barroco al neoclásico, es concebida con una sola nave con crucero 
insinuado. Su cubierta presenta tres tramos de bóveda de cañon y sobre 
el crucero una cúpula gallonada sobre pechinas en las que se abren 
cuatro ventanas. En su decoración destaca la combinación de elementos 
neoclásicos con otros barrocos.


Iglesia de las Mercedes.
 Reedificada sobre la antigua ermita de San Antonio Abad, fue reformada 
en 1780 por Francisco Javier Pedrajas. Presenta planta de cruz latina 
con un crucero corto en forma de artesa, cubierta por una bóveda de 
arista en dos tramos y una gran cúpula gallonada. Debajo una cornisa con
 formas curvas con unos arcángeles de gran tamaño. Las finas yeserías de
 estilo rococó se distribuyen en grupos por todo el templo y aparecen, 
como el resto del conjunto, inundadas de la luz que reciben de las 
vidrieras de la cúpula y bóveda.
 
          
Iglesia de Ntra. Sra. de las Angustias.
  De estilo rococó, fue fundada en 1773 por Josefa del Mármol con la 
intención de dotar de un templo a la imagen de la Virgen de las 
Angustias. Terminada su construcción en 1775 y la decoración interior en
 1778. El templo es de una nave con bóveda de arista y lunetos, en la 
cabecera una cúpula gallonada que descansa en una cornisa. La autoría 
del templo y retablos se atribuyen a Juan de Dios Santaella. En el 
camarín, el grupo escultórico titular es de la escuela granadina de 
finales del siglo XVIII, siendo el Cristo del círculo de José de Mora. 
En el banco dos magníficas figuras de la Virgen y San José con el niño 
en brazos, obras de José Risueño del siglo XVIII. La portada está 
realizada en mármoles de colores, con dos cuerpos, también de Santaella.

Iglesia de San Pedro.
  La iglesia se erige sobre la antigua ermita de San Pedro, finalizando 
las obras en 1690. Se situó a su lado el convento de los alcantarinos, 
en el espacio que ocupa actualmente el mercado municipal. La planta es 
de cruz latina, cubierta con bóveda de medio cañón en al que se sitúan 
ventanas en su arranque. El crucero se resuelve con cúpulas de media 
naranja sobre pechinas. En su interior se encuentra la primera 
decoración de yeserías con motivos de hojarasca del barroco prieguense. 
En el siglo XVIII se realizan una serie de reformas que le confieren el 
aspecto barroco actual y es en este momento cuando se añaden los escudos
 y las decoraciones de las claves de los arcos. También se construye el 
camarín, que alberga una bella imagen de la Inmaculada de José de Mora, 
que destaca por su rica policromía.
 
          
 
          

 
          

Museos
Casa de D. Niceto Alcalá-Zamora.
 Situada en la calle del Río, responde al tipo de arquitectura civil de 
finales del siglo XIX, según esquema de casas señoriales y solariegas. 
Dedicada a sede del museo y Patronato de D. Niceto Alcalá-Zamora, 
Presidente de la II República Española y de la Oficina de Información 
Turística.
La casa consta de planta baja, con bodega, patio y jardín y dos plantas más. Están abiertas al público las plantas baja y primera. En ellas se pueden contemplar objetos personales de D. Niceto, documentos y material fotográfico.
La casa consta de planta baja, con bodega, patio y jardín y dos plantas más. Están abiertas al público las plantas baja y primera. En ellas se pueden contemplar objetos personales de D. Niceto, documentos y material fotográfico.

Museo Histórico Municipal.
 El museo, de arqueología, fue creado el 24 de Noviembre de 1983 y, 
desde el momento mismo de su formación, sufrió una serie de 
desafortunadas vicisitudes que aplazaron su consolidación hasta 1989-90,
 y su reacondicionamiento definitivo hasta el año de 1995. De manera 
provisional, el museo se encuentra ubicado en el Centro Cultural Adolfo 
Lozano Sidro, bella casa decimonónica reformada en 1910, articulada en 
torno a un patio columnado, eje central de la distribución espacial del 
museo.

Casa de D. Adolfo Lozano y Sidro.Situada
 en la Carrera de las Monjas, pertenece al tipo de casa andaluza 
señorial, con amplio patio porticado y decoración modernista. Dedicada a
 museo vivo del pintor y sede del Museo Histórico Municipal y del Museo 
del Paisaje.

También es de destacar el Ayuntamiento y el famoso Barrio de la Villa.
 Conjunto Histórico-Artístico y antiguo núcleo urbano de la ciudad, de 
origen musulmán. En sus estrechas y sinuosas calles y plazuelas, la cal 
de sus paredes y los colores de sus flores, nos envuelven en sensaciones
 de otras épocas.

 
          
 
          
Por último, nos acercamos a un mirador donde pudimos contemplar unas vistas de los alrededores de esta preciosa localidad.
Por la zona tenéis muchos alojamientos rurales en los que hospedaros, pinchad en este enlace y podréis encontrar muchas opciones interesantes y a buen precio.
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